Escultura de un hombre de pie, en su parte posterior hay un tronco. Sólamente lleva un cendal azul atado de lado. En diversas partes de su cuerpo presenta escurrimientos de sangre, debido a las heridas sufridas por flechas. (Cabe mencionar que estas flechas se han perdido y sólo quedan unas pequeñas estaquitas). Este santo lleva cabellera larga y ondulada, está mirando hacia arriba. Uno de sus brazos se encuentra levantado hacia arriba y el otro hacia abajo -pero en una postura incorrecta, pues pareciera que está torcido-. Va descalzo. Se trata de la representación de San Sebastián.
F. ROIG, Iconografía de los Santos, 1950, pp. 246.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en el retablo de San Antonio de Padua.
(véase cédula # 53).