Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-000405-000060-000
Número de Cédula
60
Tipo de objeto (texto)
Escultura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Santa Inés de Montepulciano
Estudio Monográfico
Nombre del Inmueble
Santa Inés (del Monte Policiano)
Autor
Anónimo
Época
s. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
La escultura tipo maniquí, representa a una monja dominica identificada como Santa Inés del Montepulciano, viste un hábito blanco decorado con cruces negras y manto y capa negra con cruces blancas, dice la leyenda que del cielo caía maná en forma de cruces que cubrían su manto. En la mano derecha sostiene una pequeña cruz y en la mano izquierda sostiene al Niño Dios, ya que cuenta un pasaje de su vida que la Virgen María se le apareció y le dio al Niño Jesús para que lo cargara; Santa Inés le quitó una cruz que el niño llevaba colgada. Nació en Gracchiano Vecchio, Italia, en 1268, y murió en Montepulciano, en 1317. Desde los nueve años ingresó a un monasterio para estudiar. A los 15 años fue a Proceno, Orvieto, para fundar un monasterio, del que fue nombrada abadesa. En éste se distinguió por su piedad, penitencia, experiencias místicas y carismáticas (éxtasis, visiones, levitación y varios milagros). Al final del siglo XIII fue al monasterio de Montepulciano en calidad de abadesa, al que agregó a la Orden Dominica y en el que murió. El Papa Clemente VII permitió su culto, que Clemente VIII extendió a toda la Orden dominica. Se le considera Patrona de Orvieto y Montepulciano. En la iconografía aparece como abadesa dominica (hábito negro, toca blanca) con estos atributos: un cordero, por la asonancia de su nombre latino con ese animal, un lirio que simboliza la pureza, una cruz, que habría recibido de Jesús, y un modelo de la ciudad de Montepulciano. Suele aparecer junto a las santas Catalina de Siena y Rosa de Lima, también dominicas. Nació en Gracchiano Vecchio, Italia, en 1268, y murió en Montepulciano, en 1317. Desde los nueve años ingresó a un monasterio para estudiar. A los 15 años fue a Proceno, Orvieto, para fundar un monasterio, del que fue nombrada abadesa. En éste se distinguió por su piedad, penitencia, experiencias místicas y carismáticas (éxtasis, visiones, levitación y varios milagros). Al final del siglo XIII fue al monasterio de Montepulciano en calidad de abadesa, al que agregó a la Orden Dominica y en el que murió. El Papa Clemente VII permitió su culto, que Clemente VIII extendió a toda la Orden dominica. Se le considera Patrona de Orvieto y Montepulciano. En la iconografía aparece como abadesa dominica (hábito negro, toca blanca) con estos atributos: un cordero, por la asonancia de su nombre latino con ese animal, un lirio que simboliza la pureza, una cruz, que habría recibido de Jesús, y un modelo de la ciudad de Montepulciano. Suele aparecer junto a las santas Catalina de Siena y Rosa de Lima, también dominicas.
Observaciones del bien mueble
Sin Información
Materiales constitutivos
Madera, Pintura
Técnica de manufactura
Tallada, Policromada
Alto 1
1.7
Ancho 1
0.45
Profundidad 1
0.45