Pintura en la que se observa a Santa Inés de Montepulciano, vestida con el hábito dominico, de rodillas y tocando al Niño Jesús el cual es sostenido por su madre la Virgen María, vestida de rojo y manto azul, sentada sobre una nube. Atrás de Santa Inés se encuentran dos ángeles vestidos de rojo y azul y alrededor de la Virgen María observamos a dos angelitos volando así como a dos querubines. La escena se representa dentro de una habitación en la cual se observa una columna y un cortinaje verde. La pintura hace referencia a que Santa Inés de Montepulciano recibió en numerosas ocasiones la visita de la Virgen María, la cual le prestaba al Niño Jesús para que lo cargara.