Esta pintura está directamente relacionada con Santa Apolonia de la bodega de la misma iglesia. Por el formato, puede suponerse que formaron parte de un retablo con santas mujeres. Lleva en la mano derecha la palma del martirio y en la izquierda un plato con dos ojos.
Santa Lucía nació en Sicilia y decidió consagrar su vida a Dios. Su madre quiso casarla con un pagano a quien ella rechazó. Durante la persecución de Diocleciano, el pretendiente la denunció como cristiana y después de varios intentos fallidos, pudieron matarla decapitándola. Según su leyenda, le quitaron los ojos, pero otra versión indica que ella se los arrancó para desalentar a un pretendiente. En ambos casos, la conclusión es que Lucía recuperó los ojos y su visión, por lo que se considera protectora de las personas con problemas de la vista.
Observaciones del bien mueble
Lleva la inscripción: Sa. Luzia en el borde inferior al centro.
La tela tiene algunas roturas pero se encuentra en mejor estado porque está colgada en una oficina.