La escultura muestra a una mujer vestida de rosa y manto azul que tiene las manos entrelazadas sobre el pecho. Es posible que se trate de la Virgen María por estar al lado de Jesús, pero no se cuenta con suficientes elementos iconográficos para identificarla, el retablo en el que se encuentra tampoco cuenta con una lectura clara y cabe recordar que es muy común que las esculturas sean cambiadas de lugar.