Al parecer es una escultura para vestir de la que sólo se aprecia el rostro, de ojos de vidrio, muy grandes, que le imprimen a la talla una enorme expresión de asombro; la nariz recta y la boca diminuta acentúan las dimensiones de los ojos. Localmente se le venera como Santa Rosa, pero no presenta los elementos iconográficos que la identifiquen como tal.