Santa palermitana muy socorrida como intercesora contra la peste y los movimientos telúricos, lo que puede explicar la gran profusión de imagenes que existen de esta santa en México.
Rosalía, decendiente de una noble familia, vivió entre 1130 y 1160 y desde muy joven abrazó una vida de ermitaña retirandose a una gruta del monte Pellegrino, cercana a Palermo.
Los atributos que porta, la calavera, el lirio y el crucifijo, son, todos ellos, propios de los ermitaños.