Los trabajos escultóricos de Mariano Perusquía son de muy buena calidad. Esta imagen estuvo en el altar que hoy está dedicado a la Virgen de San Juan de los Lagos; está ahora en el sitio que ocupó San Diego de Alcalá, pieza que fue donada al templo de su nombre. Pieza más o menos bien conservada; el manto se presenta sucio y con algunos golpes de poca consideración. Requiere intervención mediata