Pintado de manera realista se presenta a Santiago Apóstol, el Mayor. Lleva como atributos bordón, sandalias y cayado de peregrino; según la tradición, llegó hasta la peninsula iberica a evangelizar. Lleva en la mano un libro por las epístolas que escribió. Completa la escena un ángel que desciende con una corona de flores y la palma que simboliza el martiro que sufrió.