Esta imagen sigue el esquema de representación correspondiente a Santiago el Menor. El apóstol está de pie, lleva un garrote apoyado sobre un hombro y el libro en la otra mano. Estos atributos tienen que ver con su apostolado y también con una de las tradiciones sobre su muerte, según la cual murió atacado por una turba enfurecida, armada con palos y garrotes. El rostro del santo es fuerte, sigue la tradición individualizadora establecida desde la segunda mitad del siglo XVII. Por momentos se siente muy cercana a Juan Rodríguez Juárez. En la parte de atrás se ve la escena de la visitación de la Virgen a Santa Isabel.