Grupo escultórico formado por Dios Padre y Dios Hijo con la cruz, ambos en posición sedente y vestidos con túnica y manto; entre ellos se encuentra la imagen de la Vírgen Niña de cuerpo entero, con manto blanco y túnica azul. Al fondo se localiza un enorme resplandor de madera dorada y al centro la paloma del Espíritu Santo. Todo el conjunto se encuentra apoyado sobre un grupo de nubes donde asoman rostros de ángeles. Se localiza al centro del frontón curvo y roto que remata el retablo mayor.