Junto con las representaciones clásicas de la Santísima Trinidad, a partir de la segunda mitad del siglo XVII se hicieron las denominadas antropomorfas. El nombre que se dió a estas imagenes se debe a que, en vez de la paloma, se figura con forma humana al Espiritu Santo y a juzgar por la inmensa cantidad de imágenes que se han localizado en gran parte del país, se puede decir que especialmente durante el siglo XVIII tuvo un culto muy difundido.
Para distinguir a cada una de las personas divinas se hizo uso de un atributo que ostentan sobre el pecho: un cordero para distinguir a Jesucristo, un sol y un cetro para distinguir al Padre y una paloma, para distinguir al Espiritu Santo.
En esta pintura, a los pies de las tres personas divinas, esta el mundo como una esfera azul y coros de angeles y serafines.
El texto en las filacterias dice:
Los querubines y serafines te cantan Sin cesar:
Santo, Santo, Santo,
es el Señor Dios del Universo.
Este texto es un fragmento de la oración Te Deum, himno de alabanza compuesto en latín al principio del siglo V d.C. Se ha recitado o cantado desde el siglo VI como parte del Oficio Divino y como acción de gracias.
Observaciones del bien mueble
Inscripción:
TIBI CHERUBIN ET SERAPHIN
INCESSABILI VOCE PROCLAMANT
SANCTUS
SANCTUS
SANCTUS DOMINUS DEUS SABAOT.