El fundador de la orden de Predicadores, Santo Domingo de Guzmán, aparece de pie en el centro de la tela y puede decirse que la ocupa completamente, porque las referencias al paisaje son mínimas. Trae todos los atributos que lo caracterizan: como fundador, bordón con la cruz de Calatrava, en la mano izquierda y en la derecha, el libro cerrado y las azucenas. A sus pies, un perro con una tea encendida en la boca, sobre la que se ve un globo del mundo, en recuerdo a la famosa historia de su nacimiento. El rostro tiene sombra de barba y sus rasgos están totalmente idealizados. El cuadro está en pésimo estado de conservación y en foto puede verse de qué manera se han oxidado los barnices sobre el fondo blanco del hábito, convirtiéndolo en un amarillo manchado. De Antonio de Torres, pintor de la primera mitad del siglo XVIII, se conocen muchas obras, pero ésta aún no se había agregado a su catálogo, que aún está por estudiarse.
Observaciones del bien mueble
Firmado en ángulo inferior derecho: "Anto. de Torres". 0956.