Escultura de un hombre de pie, tez blanca, viste el hábito dominico, es decir, hábito y escapulario blanco - con vistas doradas -, capa y esclavina negros - con vistas doradas -. Lleva amplia tonsura, cabello, barbas y bigotes negros. En una de sus manos tiene un libro cerrado y con la otra sostiene una larga cruz latina. En la frente posee una estrella. Se trata de una representación de Santo Domingo de Guzman.
F. ROIG, Iconografía de los Santos, 1950, pp. 260.