Se aprecia en buen estado de conservación; es un Cristo que tiene movilidad en los brazos, policromado a la usanza del siglo XVII, (acentuando las heridas y la sangre derramada).
Una costumbre heredada de España fue la "Ceremonia del Descendimiento" por lo que se elaboraron Cristos articulados en la cabeza, brazos y piernas para efectuar con ella el Descendimiento y ser posteriormente colocada en sus andas para salir por las calles.