Es la representación tardicional del Cristo ya muerto descansando en el sepulcro. La escultura está tendida en el interior del ataúd, cubierta con mantos que únicamente dejan descubierta la cabeza del Cristo.
Observaciones del bien mueble
El Cristo se encuentra en el interior de un ataúd de madera tallada y barnizada procedente del S. XX. La escultura está muy repintada, sobre todo el pelo. Presenta corona de espinas tallada en madera y pintada y clavos y báculo de latón.