Es una talla articulada, de gran realismo, muy sangrienta. Lleva cabello y barba natural, de hecho la barba esta adherida a la policromía de la imagen. Es por este realismo o naturalismo que podemos ubicarle plenamente en el siglo XVIII o barroco mexicano, aunque el Archivo parroquial indique que fue comprado en 1858.
Tiene los ojos entreabiertos para aumentar el dramatismo y lleva en la mejilla el beso de Judas, símbolo del dolor por la traición de un amigo.
Observaciones del bien mueble
Tiene ojos de vidrio y cabello y barba de pelo natural. Esta muy detriorado. Tiene pestañas postizas, al parecer recientes.