Es difícil saber de qué escena o de qué santo se trata. No hay duda de que es un obispo, por su atavío: la mitra, dalmática, capa magna cruz y báculo. Es un santo, pues lleva halo alrededor de la cabeza. Se lo ha representado como un hombre joven, con una pequeña barbilla, ante quien está parado un niño con las manos juntas. Parece estar recibiendo la comunión de manos del santo. La escena se desarrolla en un interior, pero en el lateral derecho, se abre un paisaje grande, con rocas agua y árboles. Hay un interés bastante señalado por las texturas de las telas, el oro y las piedras de los ornamentos.
Observaciones del bien mueble
El cuadro se encuentra en mal estado de conservación. Tiene varias roturas.