La imagen del santo está de pie, sobre una piedra, vistiendo el hábito blanco y negro de la orden dominica, con un rosario en el pecho; luce un par de alas como si fuera angel y en su mano izquierda sostiene un libro y una trompeta; ambos atributos de san Vicente Ferrer. La derecha la lleva en alto en actitud de sentenciar o predicar. Alrededor de su cabeza tiene una aureola.