Esta imagen es la representación tradicional del Ecce Homo, sentado pero con la particularidad de que tiene las manos amarradas al frente, situación más bien relacionada con la de Cristo atado a la columna. En cara y manos le fueron pintadas manchas de sangre. Viste ropas de peregrino, cosa que no tiene relación con esta representación de Jesús. Al parecer, por tradición popular lo llaman El Señor de la Cañita. Es muy probable que haya tenido en las manos una caña, hoy perdida. Lo más factible es que se trate de una escultura de Jesús Nazareno articulada.
Observaciones del bien mueble
Los pies y las manos presentan deterioro avanzado a causa del contacto con los fieleS. El rostro de la figura presenta varias intervenciones poco profesionales que han provocado alteraciones sustancialeS. La imagen se encuentra en el interior de un nicho de madera barnizada del siglo XX.