La pintura narra el hecho milagroso del traslado de la casa de la Virgen María desde Nazaret a Loreto, en la Marca de Ancona, en Italia. Este traslado, realizado por los ángeles, tal como se ve en la pintura, dio origen a uno de los más importantes santuarios marianos, donde rezaron san Francisco Javier, san Francisco de Borja, san Carlos Borromeo, san Luis Gonzaga y muchos hombres y mujeres más que alcanzaron la santidad y que fueron a visitar la casa de la Virgen. De acuerdo a los distintos autores que se ocuparon del tema, la casa debe haber llegado a Loreto a fines del siglo XIII y en los siglos subsiguientes se fue afianzando esta "creencias piadosa". Una casa de esquema casi infantil es llevada por los aires por un grupo de ángeles. Sobre el techo, va parada una imagen, Nuestra Señora de Loreto, venerada en este lugar. El hieratismo de la imagen es sorprendente, por el intenso movimiento de los ángeles. Es diferente y obtuvo diferentes resultados, no sólo formalmente, sino también en cuanto a calidad. Mientras los de la izquierda están bien resueltos, el del ángulo derecho es realmente fallido. El medio punto se relaciona con el del otro brazo del crucero, donde se narra la milagrosa aparición de la Virgen de Guadalupe. La intención es darle a la Virgen de Guadalupe la misma categoría que a la de Loreto, que como se ha dicho arriba, originó uno de los centros marianos más importantes y antiguos de occidente.
