Virgen de Guadalupe

Descripción del bien mueble

Envuelta en rayos de Sol y abriéndose paso entre nubes grisáceas, aparece la Virgen de Guadalupe orante y coronada, portando su atuendo habitual; a saber: manto azul-verde tachonado de estrellas y túnica rosácea con motivos florales en dorado.
Debajo de la tela, apenas se puede descubrir el pie izquierdo calzado, que se posa sobre una media luna que flota arriba de un angelito de rostro moreno -tiza- y dulce, que estira sus brazos para alcanzar el vestido de la Guadalupe. Sus alas se despliegan como si estuviera en pleno vuelo y muestran unas plumas color verde, amarillo ocre y naranja, mientras que el resto de su cuerpo se pierde entre las nubes.
Aunque formalmente la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe guarda una estrecha relación con las composiciones marianas apocalípticas, en ella destaca que se han eliminado o transformado varios de los elementos que la identifican con el texto del evangelista San Juan. De lo escrito por el apóstol en el Apocalipsis reconocemos en la Virgen de Guadalupe lo relativo a las siguientes líneas: "Apareció en el cielo una grande señal, una mujer vestida de sol con la luna debajo de sus pies". Rayos solares enmarcan el cuerpo de la Virgen que se posa sobre una media luna, que a su vez es sostenida por un ángel ¿acaso sea una alusión al arcángel Miguel o tan sólo una simplificación de las figuras angélicas que, según San Juan, ascendieron a la mujer apocalíptica hasta los cielos para librarla del peligro de la bestia de las siete cabezas que tenía la intención de devorar a su Hijo?