Se trata de un vitral, vitraux o vidriera que es una composición formada por vidrios de colores pintados y cubiertos por esmalte que se unen por medio de varillas de plomo y que retrata la figura de María en su advocación de Guadalupe de México.
La imagen de Guadalupe está considerada como un verdadero ícono, por lo tanto, sus representaciones raramente se distancian del modelo original. Se trata de la figura de una mujer núbil de cabello largo ataviada con manto encarnado con detalles florales, ceñida por un cíngulo que representa su estado de preñez. Va cubierta con un manto azul-verdoso estrellado. Las manos las lleva juntas en oración hacia su pecho. La rodilla izquierda ve levemente flexionada. La figura de la mujer tiene mandorla radial a sus espaldas. Se posa sobre una la luna y sobre un ángel que le sirve de peana. En este caso no va coronada porque para esta época ya se le había mandado quitar la corona formada por rayos a la imagen original, sin embargo se mira sobre ella la corona pontificia que recibió en 1895.
Observaciones del bien mueble
La figura se mira invertida porque la foto está tomada por atrás, desde el coro.
La vidriera presenta algunos faltantes.