Este cuadro de ánimas representa a la Virgen de la Consolación con el Niño Jesús, San José y un santo agustino.
Estos personajes sentados entre nubes ayudan a subir al cielo a las almas del purgatorio que se encuentran entre llamas de fuego purificador.
En los cuadros de ánimas, suele pintarse la advocación de la Virgen del Carmen como principal intercesora de esas almas, pero al ser la Virgen de la Consolación particular devoción agustina, se la coloca en su lugar