Pintura que representa a la Virgen de la Soledad, casi como monja dominica pues porta el hábito negro y blanco de esa orden. Entre sus manos sostiene unas flores; está sobrepuesta en un marco de madera y no está colgada, sino abandonada en el piso del coro con otros objetos.
Observaciones del bien mueble
La pintura está muy deteriorada. Muestra manchas de pintura vinílica de la que se utilizó para pintar los muros.