Vestida de negro para simbolizar el luto por su hijo muerto, con ojos de vidrio y pestañas naturales que junto con un bien tallado rostro y una cabeza algo inclinada, producen cierto dramatismo a la figura, mismo que es reforzado con el cruzamiento de los dedos de sus manos a la altura del pecho. Está tocada con un gran halo de metal dorado en cuya base resaltan motivos florales.