La talla presenta un rostro suave y terso con una mueca de dolor, con ojos llorosos y la boca entreabierta que deja ver los dientes. Las manos entrelazadas y a la altura del pecho en señal de aflicción. Lleva un resplandor de rayos que rodean su cabeza. Las ropas son actuales pero siguen el tradicional color morado (color litúrgico para la Semana Santa) con decoraciones vegetales.
Las representaciones plásticas de María en el trance del dolor no han sido unánimes ni en las denominaciones ni en la manera, si bien es verdad que en todas, su rostro refleja una actitud orante con expresión dolorosa como corresponde a la situación que refleja.
Generalmente se asocia a los Calvarios en los programas iconográficos, ubicándola a los pies de Cristo crucificado y las más de las veces haciendo pareja con san Juan.
Observaciones del bien mueble
Es una imagen de vestir y procesional. La talla sólo es el busto, las piernas han sido sustituidas por un bastidor recubierto de tela que da volumen a las ropas.