La Virgen se encuentra de pie, de tez blanca, con la mirada hacia abajo, sus manos con los dedos entrelazados enfrente del pecho. Viste túnica roja, toca blanca y manto azul. Se aprecia un puñal clavado en el pecho, alusivo a las palabras que el profeta Simeón dijo de María el día que presentaron al Niño Jesús en el Templo: "Será para tí misma una espada que traspasará tu alma (Lucas 2, 35).
Observaciones del bien mueble
Se encuentra en la Sacristía. Está sumamente deteriorada, con una rotura, muchos faltantes de capa pictórica y el travesaño del bastidor marcado sobre la pintura.