Virgen del Carmen

Descripción del bien mueble

Imagen de la Virgen María, de pie y con el Niño en brazos. La Virgen va vestida con el hábito -café y crema- propio de la Orden de los carmelitas, cuyo escudo ostenta en el pecho. El niño por su parte viste una túnica rosada con una cruz en el pecho. Tanto la madre como el niño llevan sendas coronas de color oro cobrizo, del mismo material que el resto de la escultura. Un par de escapularios carmelitas han sido colocados uno en la mano derecha del niño y el otro colgando del brazo izquierdo de la Virgen. Ambos tienen ojos pequeños y almendrados, nariz y cejas delgadas y una boca pequeña y entreabierta.
La devoción por Nuestra Señora del Carmen tiene su origen en el Monte Carmelo en Tierra Santa, en donde se apareció a unos fieles sobre una nube brillante en su advocación de Inmaculada Concepción. Está vinculada con los profetas Elías y Eliseo, quienes instituyeron la orden. La tradición registra que esta Virgen se apareció a San Simón Stock, superior de la orden, y le entregó el hábito y un escapulario cuyo uso tiene la propiedad de salvar a las ánimas del purgatorio, por lo que la Virgen es especialmente reconocida como intercesora de las almas.
Bibliografía: Zodiaco mariano. 250 años de la declaración pontificia de María de Guadalupe como patrona de México, México, Museo de la Basílica de Guadalupe, Museo Soumaya, 2005, pp. 175-178.