En esta imagen se siguieron los lineamientos tradicionales para este tipo de representación, La Virgen y el Niño están coronados. La vestimenta está dibujada con ornamentación dorada. En el lugar donde se encontraba originalmente no debe haber tenido mucha devoción, pues no está adornada con alhajas. El tratamiento del color del cuerpo del Niño resulta extraño, pues el pintor trató de modelarlo con sombras verdosas.