Escultura para vestir, tipo maniquí, de la cual podemos ver el rostro y las manos. El rostro es convencional, tiene ojos de vidrio y pestañas postizas. Las manos son grandes y cuadradas y carecen de movimiento. Localmente se le reconoce como la Virgen María, aunque la vestimenta es la propia de su advocación como Inmaculada Concepción.