Escultura que representa a la Virgen María de pie, con la rodilla semi flexionada, de tez blanca, mirada triste hacia el frente, cabello largo, ondulado y castaño claro. Viste túnica color crema, ceñida a la cintura, con adornos dorados sobre el pecho y borde inferior de la misma. Deja entrever el calzado oscuro que se asoma entre los pliegues de la túnica. También lleva un manto azul con franja ornamentada con motivos fitomorfos en los bordes dorados y con broche sobre el cuello. Sobre la cabeza tiene un velo azul claro, detenido por una corona real, abierta, elaborada en metal plateado. Hacia atrás, lleva una aureola elaborada con alambre y al frente, mostrando la palma semicerrada, en la que lleva un cetro de metal plateado. Con la mano izquierda sostiene al Niño Jesús, que lleva cargando en el brazo del mismo lado. El Niño está sentado, es de tez blanca y cabello castaño claro y mira hacia abajo. Viste túnica blanca con franjas y adornos fitomorfos en dorado. Va descalzo. Lleva sobre la cabeza, una corona real abierta, elaborada en metal plateado, que hace juego con la corona de la Virgen. Sus manos están dispuestas hacia el frente, con las palmas semi abiertas.
