Al centro del cuadro Jesús está recostado en la cruz que está ligeramente inclinada, por estar apoyada con su travesaño en una banca de madera. Sus brazos están extendidos y dos hombres, uno en cada mano, se las clavan a la cruz, los pies aún no han sido clavados, la escena la observan por atrás de Jesús el soldado romano y José de Arimatea; al frente en la parte inferior central del cuadro hay una caja de herramientas con un clavo y en el piso la túnica blanca de Jesús. El fondo es un cielo nublado y una muchedumbre reunida entre la cual destaca María.