Imagen principal
Nombre del Inmueble
Guadalupe
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000223
Estado, Municipio, Localidad
Chiapas > San Cristóbal de las Casas > San Cristóbal de las Casas (070780001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000223
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El cerro de Guadalupe ha sido designado por algunos autores como el lugar donde se ubicó la horca al momento de la fundación definitiva de la Villa Real de Chiapa, el 31 de marzo de 1528, en el valle de Gueyzacatlán, pero si consideramos que los límites de la ciudad no sobrepasaban las calles actuales de 12 de Octubre y Cristóbal Colón, y de 28 de Agosto y Niños Héroes, el cerro de Guadalupe está demasiado lejos. La anterior designación se debe a que el cronista dominico Antonio de Remesal nos informa que la horca se situó en lo alto de un promontorio del terreno ubicado al oriente de la plaza mayor; dicho promontorio bien pudiera ser el de la esquina de Cristóbal Colón y de la calle Doctor Felipe Flores, y no necesariamente el que hoy conocemos como Guadalupe.
Y es que la horca y la picota, ésta última ubicada en la misma plaza mayor, cerca de la fuente, eran elementos simbólicos que señalaban la importancia de una población y su dependencia de la Corona Española. Por tanto, el hoy cerro de Guadalupe estaba fuera de la ciudad; su importancia debió de acentuarse muchos años más adelante cuando el símbolo de la Virgen de Guadalupe habría de convertirse en sinónimo de mexicanidad y el crecimiento de la ciudad llegase a las proximidades del cerro. Efectivamente, Francisco Santiago Cruz fija las fechas de 1834 a 1854 como de construcción del edificio actual.
2.-EMPLAZAMIENTO
Con respecto al trazo de la población de San Cristóbal de Las Casas, el cerro de Guadalupe se ubica como remate oriental del eje principal oriente - poniente que pasa recto entre la plaza mayor y la Catedral; está formado, el dicho eje, por las calles de Real de Guadalupe, hasta la plaza, donde cambia su nombre por el de Guadalupe Victoria, hasta cruzar el río Amarillo y llegar a la Diagonal de Ramón Larrainzar que lleva a la carretera Tuxtla Comitán. Aparecía ya, en su posición actual, en el plano de Juan Orozco de 1844, que es el más antiguo localizado, hasta ahora, de la ciudad.
Como volumen, la arquitectura del templo resalta por su emplazamiento sobre la cumbre del cerro de Guadalupe, entre las montañas de los alrededores, enmarcada su amplia y blanca cúpula por el verdor del entorno y por los colores de las nubes y del cielo. Constituye el punto más alto de construcción en la localidad.
Las viviendas que rodean el templo, son, a veces de madera; entre ellas abundan los techos de laja de madera con clavos formados por pequeños cilindros del mismo material y tienen cercas de tablas clavadas verticalmente en el suelo, también de madera. Constituye una de las zonas típicas de San Cristóbal de Las Casas que todavía poseen valores tradicionales. Este tipo de habitación rústica se sitúa hacia el oriente, hacia el norte y el sur del cerro, porque al frente del edificio, es decir, hacia el poniente, las construcciones son de materiales más duraderos, con fachadas encaladas y pintadas de colores y con techo de teja y con los tradicionales patios centrales porticados, llenos de flores; porque hacia el poniente se encuentra el centro de la ciudad cuya arquitectura es más elaborada que la de las zonas circundantes. Sin embargo, vale la pena resaltar que cada una de ellas tiene sus propios valores que deben de ser protegidos y conservados.
Este emplazamiento del edificio, en lo alto, hace de él un espléndido mirador de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas que se extiende por el valle a los pies del cerro; desde él podemos observar el trazo rectilíneo de las calles y las secuencias de los tejados, por lo general de un solo piso de altura, de entre los cuales sobresalen las arboledas de las plazas y los edificios destacados en altura como el del Ayuntamiento y de la Catedral o de los diversos templos. El cerro de Guadalupe es un lugar agradable para estar en él y ver los cambios de luces del atardecer detrás de las cortinas de árboles que acompañan la escalinata de acceso al templo.
El mirador de Guadalupe hace pareja con el del cerro de San Cristóbal que se encuentra al sur poniente de la ciudad. Junto con el barrio y la plazuela del Cerrillo, son las tres elevaciones naturales entre las cuales se desarrolla la ciudad tradicional, de la cual forman parte.
La importancia del emplazamiento de Guadalupe queda así resaltada, sólo faltaría señalar el interés urbanístico del lugar que está formado por el conjunto del edificio sobre el cerro, por su amplia escalinata de acceso y por la plaza que se ubica a los pies del promontorio.
No se han recopilado datos históricos sobre este templo; sin embargo, sabemos que fue construido dentro de la corriente de la arquitectura neoclásica. Pasaremos, entonces, a realizar el análisis arquitectónico del inmueble.
3.-DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA
El acceso al templo de Guadalupe, desde la ciudad de San Cristóbal de Las Casas se hace desde la calle llamada Real de Guadalupe, misma que ensancha al arribar a las proximidades de la iglesia. Se abre, inmediata al terreno federal en que se asienta el edificio, en una plaza que forma un recodo con costados sur y poniente construidos con casas de habitación y cuyo costado oriental da lugar a la subida, de fuerte inclinación, hacia la iglesia.
Dicho frente del terreno se abarca con una amplia escalinata de 37 peldaños con promedio de un metro y cuatro centímetros de huella; su longitud da, por tanto, cerca de treinta y ocho metros y medio, desarrollados en fuerte pendiente por la altura del cerro. La parte de terreno natural mide 22.30 metros, que junto a los 8.48 metros de ancho de la escalera hacen un total de 30.78 metros, de cara a la plaza. La escalera y el parque natural vestibulan perfectamente el templo, el cual se levanta sobre una plataforma que cubre la parte alta del montículo.
El templo está edificado en arquitectura neoclásica y si la fecha de construcción es la que ya mencionamos de 1838 - 1858, es coherente con el estilo citado. Efectivamente, la fachada principal del templo de Guadalupe se ordena con pares de columnas a cada lado de la puerta que sostienen un recio cornisamento que da asiento al segundo cuerpo. El elemento constructivo de la portada que rodea a la puerta y a la ventana del coro sobresale del resto de la fachada que está acabada en los costados, según la vertical, con torrecillas simuladas acabadas en pequeños campanarios en lo alto. En realidad la portada y las torres simuladas forman parte del bloque constructivo que soporta la fachada principal. Dicho bloque es vertical, de fuerte sentido ascensional; está acabado con aplanado y pintura, blanca para las superficies y azul para las molduraciones y las columnas. Toda la fachada tiene en la parte inferior una serie de molduras horizontales, más salientes cuanto más bajas son, que proporcionan asentamiento al edificio, especie de basamento corrido del cual se desplanta la fachada propiamente dicha.
El templo tiene una entrada lateral en el costado sur, da hacia una placita pequeña, que es continuación del mismo atrio; hacia la plazuela abre la arquería de la capilla lateral y la casa del sacristán, edificada con el mismo carácter formal que la iglesia pero situada calle de por medio respecto del templo. La fachada lateral de la iglesia es de proporciones muy clásicas; remata la puerta con un frontón triangular superior, sobre dos pilastras, con la misma combinación de colores blanco y azul; junto a ella surge inclinada la escalera del coro, que es exterior, y que parte del bloque constructivo de la fachada principal. El alero del tejado cierra en horizontal el término superior de esta fachada.
El volumen general del edificio se forma con el prisma de la nave del templo que tiene el mismo ancho que el presbiterio; éste último destaca con los cuatro contrafuertes de sus esquinas. El macizo constructivo de la fachada principal cierra el volumen por la parte del frente. Hacia la altura, el elemento más destacado es la cúpula del presbiterio que sobresale airosamente del resto de la construcción y proporciona su carácter distintivo al edificio.
Al penetrar al templo desde el acceso principal encontramos el sotocoro de madera sobre esbeltos pilares elaborados con el mismo material. La nave principal está ornamentada con pilastras y nichos que no llegan a romper la continuidad de los planos laterales y de esta manera se señala la profundidad del edificio hacia el presbiterio que queda reforzada por el ritmo de los tirantes de las armaduras de la techumbre.
El presbiterio es de planta cuadrada aunque el retablo principal forma un semicírculo en planta que lo hace aparecer curvo; al centro del retablo surge la imagen de la Virgen de Guadalupe como único tema religioso, y sobre ellos, se levanta el espacio cupular de su cubierta.
Los anexos del templo se ubican del lado sur, y son, la sacristía y una capilla lateral, concebidos como dos prismas paralelos separados por un patio. Lo notable de ellos es el pórtico que los rodea, de bellas proporciones aunque de tamaño reducido que hacen aparecer al templo, por contraste, como más grande de lo que realmente es.
4.-DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS DE ARTE
Es interesante hacer notar que en los edificios sancristobalenses cuyo interior se forma con elementos neoclásicos, es más difícil que en los barrocos, aislar las obras de arte como retablos o pintura y escultura; porque la ornamentación neoclásica se lleva a cabo más con elementos de origen arquitectónico que pictórico o de escultura propiamente dicha.
En el clasicismo con mayor claridad, y aún en el barroco, el elemento ornamental se hace con pinturas, con cuadros, con retablos, o con esculturas, en los cuales, la mayor parte de los casos, el valor de cada elemento aislado no pierde su valor particular, aunque ocupe su lugar determinado dentro del conjunto.
En el neoclásico que venimos tratando, el valor particular queda supeditado a un marco general dentro del cual es generador de ritmos y de secuencias. Así es el ritmo que se crea en Guadalupe que desde las paredes laterales, en profundidad, gira, siguiendo la media circunferencia del retablo que culmina en el juego semiesférico de la cúpula. Sólo resalta, al centro del retablo, la pintura plana de la Guadalupana.
5.-BIBLIOGRAFÍA
SANTIAGO CRUZ, Francisco. San Cristóbal de Las Casas, El encanto de sus muros centenarios en San Cristóbal de Las Casas. (Antigua Ciudad Real), 450 aniversario de su fundación. Patronato Fray Bartolomé de Las Casas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978.
URBINA CORZO, Aminta. San Cristóbal de Las Casas, Guía turística, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Guadalupe