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Nombre del Inmueble
Inmaculada Concepción (Ex-Hospital)
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000532
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000532
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El pueblo de Cuanajo, conocido principalmente por su producción artesanal de muebles de madera bellamente labrados, fue un pueblito de indios, barrio de Pátzcuaro (igual que su vecino Tupátaro), situado al Este de aquella ciudad, de la que dista tres leguas hacia el camino de Valladolid. Es de fundación antigua, y sus reyes o caciques recibieron la fe católica en 1522 (1). Su nombre procede del purépecha, de cuanas, rana, y la o final, lugar, por tanto significa lugar de ranas.
Podemos suponer pues, por los datos mencionados, que su fundación se efectuó en el siglo XVI, aunque posteriormente a la de Pátzcuaro, posiblemente ya transcurrido el medio siglo, después de que la ciudad es nombrada capital en 1534. Debemos recordar que se llamaba pueblo de indios a los asentamientos de indígenas que se ubicaban cerca de los poblados o villas de españoles para diferenciarlos de éstos.
Recordando la labor, no solo evangelizadora, sino también deorganización social y educativa que hiciera el primer obispo de Michoacán y apóstol de los indígenas, encontramos que en Cuanajo La industria de sus habitantes, conforme a la designación que hizo el Sr. D. Vasco de Quiroga y que cultivan hasta la fecha, es la carpintería, construyendo objetos de madera corriente como puertas y ventanas, camas, mesas, sillas, armarios, etc. (2). Dada la fecha de la publicación, 1915, es comprensible que el autor no haga mención a los valores de la artesanía mencionada, ya que el arte popular era pOco menos que despreciado en esa época.
Hacia 1822, constaba la población con 357 habitantes, supuestamente indígenas, y estaba bajo la advocación de Santa María, nombre que se anteponía al del poblado, contando con una regular capilla, según sus historiadores, dedicada a la Santísima Virgen. Sus pobladores, además de la ya mencionada artesanía, se dedicaban también, como hasta la fecha, a la agricultura, contandose entre sus principales cultivos el del maíz, trigo y otros cereales. Su comercio lo realizaban principalmente en Pátzcuaro y Morelia, la antigua Valladolid y hoy capital del estado.
2.-EMPLAZAMIENTO
Actualmente, se llega a Cuanajo a través de un camino de terracería transitable todo el año, el cual parte de la carretera que une a Tiripetío con la ciudad de Pátzcuaro, a siete kilómetros del primero. Tal camino asciende en serpenteante trazo por la serranía, de suaves pendientes hasta el poblado de Tupátaro, famoso por el magnífico alfarje decorado y su barroco altar, y que se encuentra a tres kilómetros de la carretera; a partir de éste, el ascenso cobra mayor dificultad, hasta llegar, ocho o nueve kilómetros adelante, al poblado de Cuanajo, situado en lo alto de la sierra, en una planicie de extensión relativamente pequeña.
En el centro mismo del poblado, y rodeado de las tipicas casas con muros de adobe y techo de teja de gran pendiente, el templo y antiguo hospital de la Inmaculada Concepción, llamado también de la Santísima Trinidad, ocupa casi el total de una gran manzana, que limita al oriente con la calle de Vasco de Quiroga y al poniente la de Morelos, en tanto que la Lázaro Cárdenas remata en su ábside, colindando el atrio al poniente con la grata y arbolada plaza del pueblo. El templo, con su eje principal oriente-poniente y su fachada viendo hacia este último punto, tiene por su ubicación un aspecto de preeminencia que acentúan su macizo volumen y destacada altura.
3.-HISTORIA
Como en tantos templos antiguos no sólo del estado de Michoacán, sino a lo largo de todo el país, en el caso del templo de la Inmaculada Concepción de Cuanajo, se desconocen a ciencia cierta los datos de la fundación del mismo, así como la historia de su construcción y los nombres de su autor o autores, dado que seguramente fué sujeto a diversas obras de ampliación, reconstrucción o modificación de sus elementos a lo largo de su historia.
No obstante esto, puede afirmarse que su primera fundación del siglo XVI, ya que contaba con un hospital de indios, institución característica de este siglo llamadas regionalmente guataperas, que trascendía las funciones conocidas a los hospitales en su actual acepción, para llevarlas a ser además albergues de peregrinos, lugar de reunión y enseñanza de diversas disciplinas y oficios, estando con frecuencia el gobierno de tales instituciones en manos de los mismos indígenas. Es posible que el mismo Vasco de Quiroga haya sido quien junto con la asignación del oficio de carpintería al poblado, haya dotado al pueblo de su primera capilla, o influido para que fuese fundada.
En visita efectuada a Cuanajo por el Lic. Julio de la Rosa en el año de 1733, se consigna que acompañado del licenciado don Bernal Ventura Minoux Mendieto y al Aldret, cura beneficiano de esta ciudad y del bachiller don Nicolás Villa reverendo sacristán mayor y del bachiller don Manuel de las Heras y don Carranza que llegados que fueron este día se reconocieron los ornamentos de la iglesia y sacristía, y todas sus aloxas los que se hallaron super abundantes y decentes y cavales según el inventario y al día siguiente se visitó la iglesia, que aunque caida de una pared de un costado se halló decente y adornada de altares... y al lado caido cerrado bien con pared fincada de tablas y tejamanil, y actualmente, acarreando los naturales piedras para proseguir desde la capilla mayor que estaba de sillerío hasta la portada que es de lo mismo. (3)
Como se ve, ya no se menciona una capilla, y se dice que sus muros son de sillerío al igual que la fachada, por lo que pensamos que se refieren a la existente cuyos ornatos corresponden al estilo plateresco característico del siglo XVI, aunque en versión no académica o culta, con su profusión de conchas alternadas con flores labradas en arco y pilastras, y los dos candelabros estilizados que flanquean a la portada misma, y por el ajimez de la ventana coral.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El recinto que contiene el atrio, templo y dependencias en Cuanajo, está delimitado por una barda atrial relativamente baja, sobre la que se asienta una pequeña balaustrada de piedra cortada ritmicamente por pequeñas pilastras con remate esférico. Dan acceso al atrio tres puertas debidamente jerarquizadas, la primera al eje de la iglesia y las dos restantes en las ochavadas esquinas de la manzana. Todas tienen severo marco de cantera, con pilastras sencillas adosadas a éste, arco de medio punto, cornisa sobre éste y remates que jerarquizan su importancia: la central, un medallón de piedra con jarrones a sus flancos, y las laterales una imagen esculpida sobre pedestal y dos remates esféricos a los lados. Sus rejas son modernas y de pobre diseño.
Dentro del gran espacio atrial se encuentra una cruz de piedra, no a eje con el templo según uso común, sino cargada al lado derecho del atrio, la cual no tiene labrados los símbolos de la pasión, pero se hace notorio el Padre Eterno de cantera que la acompaña sobre el pedestal. Al fondo del atrio, el templo tiene a su izquierda un pequeño edificio de techo de teja y con soportal con columnas de madera, quizá donde estuviera el antiguo hospital, muy remetido de su fachada, en tanto que apañado a esta y del lado derecho, un amplio edificio de dos pisos y similar material aloja casa cural y dependencias del templo.
La fachada del templo es de grandes proporciones, y consta de una sola torre en su lado izquierdo con un alto basamento cuadrado y dos cuerpos de campanario, cuadrado el primero y ochavado el segundo, coronados con una bóveda de media naranja. La fachada, de piedra con aparejo al igual que la torre, tiene un remate mixtilíneo coronado por una cruz y cuatro esbeltos remates. Su portada, con ancha puerta cerrada por arco de medio punto con flores y conchas de gran tamaño en el labrado de sus extrados, al igual que las bajas y pesadas pilastras que lo soportan, crece verticalmente a partir del capitel de estas con sendas molduras dobles que simulas pilastras, en cuyo centro se repiten los mismos motivos esculpidos. En medio de tan singulares pilastras, la ventana coral presta su acento mudejar al partirse en dos arcos con la galibada columnilla de su ajimez, repitiendo la decoración de puerta y molduras, flanquean a la portada las clásicas pilastras, candelabro del plateresco, en este caso de gran sencillez y asentadas en ménsulas. Una moldura horizontal rehundida del paño de la fachada, corta a ésta en todo su ancho, y sobre ella una gra concha remata la decoración.
La techumbre de teja a dos aguas, adquiere una tercera pendiente al derramar sobre el ábside, cuyo liso muro de piedra aparejada tiene tres contrafuertes; sobre el central, un pequeño nicho muestra una pequeña cruz labrada.
El interior del templo, de una sola nave con coro alto sobre arco carpanel de cantera, muestra un plafón falso en forma de arco rebajado que oculta la estructura del techo, decorado recientemente. A la mitad del muro izquierdo, del lado del evangelio, se abre la única puerta lateral, junto a la cual se encuentra el púlpito de madera. Un arco triunfal de cantera separa la nave del presbiterio, en el que un altar neoclásico del mismo material contiene en el centro un ciprés, en el cual se encuentra la imagen de su Santa Patrona. Al lado derecho del presbiterio se localiza la puerta que comunica con la sacristía, en tanto que en el sotocoro y en el muro izquierdo se encuentra otra puerta que comunica al bau tisterio.
Cuenta el templo con dos retablos laterales neoclásicos, enfrentado uno al otro, y tres grandes nichos, dos en su muro derecho y uno en el izquierdo, que contienen imágenes de distinto valor. Dos altas ventanas se abren en cada muro de la nave, y una a cada lado de la zona del presbiterio, dando bello efecto luminoso al mismo.
5.-OBRAS DE ARTE
Habrá que mencionar, en primer lugar, los valores que contienen dos elementos esculpidos en piedra que contiene el templo; la cruz atrial y la portada. La cruz, seguramente del siglo XVI, es de sección rectangular y en sus extremos tiene molduras que amplían el remate de brazos y tronco; con sencilla línea rehundida en sus dos caras, corta y da realce al liso paño de piedra de sus caras. El Padre Eterno que la acompaña en el pedestal, como si se recargara en el vástago de la cruz, esculpido en una piedra de distinta clase que ésta, probablemente sea de fábrica posterior a la misma, lo que no impide la gran calidad de su talla, en la que parece acusarse no sólo la mano de obra indígena, sino que refleja en su hierática y dura expresión el temor que los conquistadores españoles embuyeran a los conquistados hacia un dios ajeno y vengativo, que parece vigilar y amenazar a quienes no se sometan a su religión y a sus enviados blancos. Escultura masiva en que las nubes de las que surge la figura se confunden y ligan con la túnica que lo cubre, acusa similitud con las esculturas masivas prehispánicas, especialmente las correspondientes al periódo azteca.
Similar reflexión podria hacerse de la esculpida decoración de la portada, especialmente en las profusas conchas bautismales y abiertas flores de abundantes petalos en cuyo gran relieve se reconoce no solo la impericia del indígena para copiar modelos europeos, sino la propia voluntad de forma que de manera inconsciente lo lleva a aportar el caracter de su propia cultura a la obra impuesta por sus amos.
De las imágenes contenidas en el templo, se lleva la primacia la de la pequeña virgen, de escasos noventa centimetros de altura, que ocupa el sitial de honor en el ciprés del altar mayor, no solo por la calidad de su talla y finesa de rasgos, sino asimismo por las joyas con que se engalana y la vestidura que la cubre. La acompañan en el presbiterio, con calidad mucho menor, imagenes de pasta de San Joaquín y Santa Ana, la Sagrada Familia de María y en dos nichos empotrados en el muro absidal, pequeñas esculturas del Arcangel San Miguel en madera, talla de magnífica factura y una Virgen con niño.
De entre las imagenes restantes, vale mencionar un Santo Entierro, trágico como la mayor parte de los que en el pais se veneran, y un curioso Calvario, en el que el Cristo Crucificado, a pesar de no ser una obra mayor, sobresale por calidad y dimensiones de las figuras de María Madre y María Magdalena a su vez de mayor talla que el San José, aparentemente imagen de otro Santo con las vestiduras del esposo de María, que aparece como complemento del conjunto.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Enríquez de Lejarza, Juan José. ANALISIS ESTADISTICO DE LA PROVINCIA DE MICHOACAN EN 1822. Pág. 119.
2. Torres, Mariano de Jesús. DICCIONARIO HISTORICO... DE MICHOACAN. Pág. 465.
3. Archivo Histórico de Michoacán. Centro Regional. VISITA DEL LIC. JULIO DE ROSA AL PUEBLO DE CUANAJO. Leg. 18-1733.
7.-BIBLIOGRAFIA
Henríquez de Lejarza, Juan José. ANALISIS ESTADISTICO DE LA PROVINCIA DE MICHOACAN EN 1822. Fimax Publicistas. Morelia, 1974.
Torres, Mariano de Jesús. DICCIONARIO HISTORICO, OROGRAFICO, GEOGRAFICO, ESTADISTICO, ZOOLOGICO, BOTANICO Y MINERALOGICO DE MICHOACAN. 3 Tomos, Imprenta particular del Autor. Morelia, 1915.
Archivo Histórico de Michoacán, Centro Regional. VISITA DEL LIC. JULIO DE ROSA AL PUEBLO DE CUANAJO, 13 de octubre de 1733. Negocios diversos. Leg. 38-1733.
ELABORO: ARQ. RAMON M. BONFIL
FECHA: 1985.
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Inmaculada Concepción (Ex-Hospital)