La Mansión

1.-CONTEXTO URBANO
La capilla de la Mansión se encuentra sobre la calle 16 de Septiembre, entre la 13 y la 15 Oriente, a media cuadra del jardín frente al conjunto del Carmen.

2.-ANTECEDENTES E HISTORIA
El deán Fernando de Avilés, que ocupó varios cargos en la catedral de Puebla a principios del siglo XIX, poseía una casa en la avenida llamada del Tecajete, hoy 13 Oriente. El clérigo estipuló en su testamento que, a su muerte, se empleara el edificio para mansión clerical, donde los eclesiásticos del obispado pudieran recibir instrucción. El deán murió en 1825, y su albacea, el clérigo Pedro Pineyro y Osorio, puso manos a la obra, concluyó la casa y la estrenó en 1827.
El edificio contaba con una capilla que recibió el título de San Juan Nepomuceno. Poco a poco, la gente del barrio comenzó a conocer ese templo más bien por el nombre de la mansión clerical que pertenecía, que dejó de prestar sus funciones en el último tercio del siglo XIX.
En los primeros años del siglo XX, la capilla fué atendida por los hermanos paulinos, pero después quedó semiabandonada y el culto religioso decayó. El inmueble fue nacionalizado el 17 de septiembre de 1940, y sus anexos fueron donados a la nación por sus dueños el 11 de junio de 1959. Actualmente, La Mansión sigue funcionando como templo católico y depende de la parroquia del Sagrario para su administración religiosa.

3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
La capilla de La Mansión da servicio al barrio donde se encuentra a pesar de sus escasas dimensiones. No tiene atrio, por lo que su portada abre directamente a la banqueta de la calle 16 de Septiembre.
Su distribución es de una sola nave llana, de dos tramos únicamente: el primero, donde se encuentra la audiencia de fieles, cubierto por un cañón corrido escarzano, aparentemente de concreto; y otro más, separado del anterior por un arco con tímpano apoyado sobre impostas, donde está el presbiterio, con el mismo tipo de cubierta, sólo que ubicada en un nivel ligeramente más bajo. El coro lleva entrepiso de concreto armado.
La capilla carece de otros atributos arquitectónicos relevantes, a excepción de las tres ventanas oculares del lado de la Epístola. El lambrín de azulejo es moderno, de fabricación industrial.
Por el exterior, el imafronte muestra una portadita coronada por espadaña. La primera consta de jambas y arco de medio punto. Pero las primeras prosiguen su trayecto como pilastras por encima del arco, hasta el sencillo entablamento, por lo que se forma de hecho un alfiz. Sobre el entablamento se alza un nicho central flanqueado por pilastrillas y rematado por otro entablamento. Luego sigue la espadaña de tres vanos, uno central más alto y dos laterales. Sobre éstos últimos hay figuras de santos muy deterioradas.

4.-OBRAS DE ARTE
A falta de retablo, hay un nicho en el testero con un Cruficijo y la Dolorosa, ambos de bulto. Hay otras figuras de pasta en los muros laterales de la nave sobre peanas desproporcionadamente grandes, así como dos pinturas, una de ellas de la Virgen de Guadalupe.