Imagen principal
Nombre del Inmueble
La Merced
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000269
Estado, Municipio, Localidad
Chiapas > San Cristóbal de las Casas > San Cristóbal de las Casas (070780001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000269
Contenidos
1.-ANTECEDENTES:
Cuatro religiosos de la orden de la Merced llegaron a Ciudad Real el 18 de mayo de 1537,la población había recibido el título de ciudad el 7 de julio de 1536 por disposición del emperador Carlos I de España y V de Alemania, dada en Valladolid; hasta entonces había tenido ya varios nombres, al momento de su fundación definitiva en el Valle de Gueyzacatlán, ocurrida el 31 de marzo de 1528, se le dio el título de Villa Real, mismo que fue cambiado por el de Villaviciosa y éste por el de San Cristóbal de los Llanos.
Vemos entonces, que los mercedarios arribaron a menos de un año de haberse constituido el lugar en ciudad. Fue la primer orden religiosa que se asentó en lo que hoy es la ciudad de San Cristóbal de Las Casas y allí permanecieron hasta que la llegada de los dominicos, ocurrida en 1545, propició su salida.
El cronista dominico fray Antonio de Remesal nos proporciona el dato de la llegada y salida de los mercedarios, y también nos dice que en noviembre de 1539 se pensó en repoblar el convento de la orden de la Merced. El lugar que les destinaron estaba junto al Cerro de la Cruz, en el camino de Chapultepec. Chapultepec conserva el nombre en la actualidad; y el cerro de la Cruz debe ser el que hoy conocemos como cerro de San Cristóbal; efectivamente, todo parece indicar que el edificio de la Merced que aún vemos, ocupa el lugar del primitivo, levantado durante el siglo XVI.
Fray Marcos Pérez Dardón partió de San Cristóbal de Las Casas a fundar el convento de la Merced de Guatemala, que había de tener más trascendencia que el chiapaneco, y de Guatemala regresó a Ciudad Real; esto ocurrió antes de 1545.
Contamos con otra referencia, esta vez debida al escritor franciscano fray Francisco Vázquez en su Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Guatemala, nos relata que durante la gran inundación de 1651 el convento de la Merced se hallaban al poniente de la ciudad, lo cual concuerda, asimismo, con su emplazamiento actual y con los reportes ya citados de Remesal.
No tenemos constancia de cómo quedó la construcción como consecuencia de dicha inundación pero seguramente que muy dañada porque los materiales que usaban habitualmente eran el adobe y la madera.
Las inundaciones dañaban con relativa frecuencia la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, porque esta se asienta en un valle rodeado de montañas que no tiene salida natural para las aguas, más que por unas cavernas del terreno que son conocidas como los sumideros; cuando los sumideros se tapaban el valle y la ciudad se inundaban.
No fue sino hasta muy recientemente, en 1975 que se perforó un túnel para evitar dichos desastres.
2.-EMPLAZAMIENTO:
El edificio de la Merced se ubica en la base del cerro de San Cristóbal, en su frente hacía una extensa plaza que anteriormente hacía las veces de mercado. La calle Diego de Mazariegos es una de las entradas a San Cristóbal de Las Casas, lleva de poniente a oriente, hacia el centro de la localidad que se encuentra a solo tres manzanas de distancia. El conjunto arquitectónico de la Merced y su plaza, junto con el templo de El Calvario, que se localiza de inmediato hacia el poniente, son el elemento urbano característico de esta sección de la ciudad comprendida entre el cerro de San Cristóbal y un meandro del río Amarillo. Así podemos verlo en la fotografía de 1884, tomada desde lo alto del cerro, que aquí reproducimos por una cortesía de la mapoteca Manuel Orozco y Berra dependiente del Servicio Meteorológico Nacional; en ella podemos observar la magnitud de la zona de viviendas en relación con el área de campo y si la comparamos con la situación actual notaremos el crecimiento anárquico que padece San Cristóbal de Las Casas y la necesidad de reglamentarlo para que no se pierdan las características de ciudad tradicional.
La Merced esta edificada con los materiales de construcción típicos de la región, esto es, aplanados de cal y pintura, también a la cal, y cubierta de madera con teja, La constancia de estos materiales tanto den las viviendas como en los lugares de reunión producen uno de los aspectos visuales más interesantes, que deben ser protegidos y conservados. No se debe permitir otro género de materiales de construcción dentro del casco antiguo de San Cristóbal de Las Casas, es la única manera de asegurar su permanencia como ciudad típica, una de las más importantes en el sur de México.
3.-HISTORIA:
En cuanto a la historia del edificio, si reunimos los datos presentados en la sección de antecedentes podemos pensar en una construcción muy sencilla, apenas una casilla, a la llegada de los dominicos, a mediados del siglo XVI.
Después de la inundación de 1651, en 1785 se produjo una gran riada que afectó a los barrios de Tlaxcala, La Merced, Mexicanos, San Antonio y Santa Lucía, las aguas llegaron a poco más de una manzana de Catedral. Los frailes de San Franciscano y las monjas de la Encarnación se refugiaron en el convento de Santo Domingo se situaba en la parte alta de la ciudad. Si el edificio, ya dañado a mediados del siglo XVII, había sido reconstruido, volvió a deteriorarse a fines del siglo XVIII. Es probable que a esta circunstancia se deba el dato de Santiago Cruz acera de que en 1775 había unos veinte frailes mercedarios en San Cristóbal de Las Casas y que en 1791 solo quedaban tres; el último comendador fue fray Lauro de la Torre -agrega el mencionado autor-, que se expatrió en 1859
En 1834 se reedificó el templo y el convento sirvió de cuartel en la segunda mitad del siglo XIX. Comprobamos, con otra fotografía de 1884, de idéntica procedencia que la que antes mencionamos; la existencia del edificio utilizado como cuartel y con las formas arquitectónicas que conserva en la actualidad. Hoy se una el convento como cárcel de la población, mientras que el templo sigue destinado al culto público.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA:
El conjunto de la Merced de San Cristóbal de Las Casas se compone con la iglesia y el convento. El templo está conformado por una nave muy larga, en relación a su anchura, cubierta con armaduras de madera y tejado. El estilo arquitectónico del interior es neoclásico; difiere del común de los de los edificios religiosos chiapanecos de estilos anteriores en que la ornamentación se continúa desde la nave hacia el presbiterio sin que exista el característico arco de triunfo que corta el espacio; aquí la continuidad es manifiesta y por eso acentúa la impresión de gran profundidad que produce el interior. La continuidad espacial está remarcada por el hecho de que la ornamentación de las paredes laterales, efectuada con una columnata que llega hasta una cornisa superior; gira en semicírculo al llegar al ábside; no existen aquí los planos frontales al espectador del arco triunfal y de la pared del fondo. Al centro del semicírculo del ábside se ubica el ciprés neoclásico, de planta también circular. Desde luego el estilo es correspondiente con el siglo XIX, que es la fecha aceptada como de su construcción. Ya sabemos que el neoclásico llega en San Cristóbal de Las Casas, incluso hasta comienzos del siglo XX:
La fachada principal del templo, que está abierta hacia el oriente, se estructura sobre un macizo de edificación de gran masividad, como lo son todos los frentes de los templos de Chiapas. De dicho macizo sobresalen los campanarios en los extremos; en la mayor parte de los edificios religiosos regionales, los campanarios son bajos, de un solo cuerpo; en La Merced son esbeltos, de dos cuerpos de altura y un remate puntiagudo como cubierta. Sus basamentos; forman parte del macizo de la fachada aunque visualmente están resueltos para que parezcan torres esbeltas.
La portada se ordena en medio de los dos campanarios y de sus basamentos, en dos cuerpos, o divisiones horizontales, y un remate superior o copete. En el eje de la puerta central se sitúa la ventana del coro, ya en el remate superior un óculo o ventana circular, sobre un frontis que remata en un frontón curvo y roto. A ambos lados del eje central se ubican dos entrecalles salientes hacia el frente del edificio; están constituidas por dos medias columnas adosadas con su correspondiente columna salida, cada una de ellas. Cada grupo de cuatro apoyos así constituidos llega a un amplio entablamento, también saliente, que produce con ellos una especie de templete a cada lado de la puerta. Templete de dos cuerpos de altura como toda la fachada.
Si comparamos las fotografías de 1884 con las del estado actual del edificio observaremos cuanto mejor plásticamente estaba en el siglo pasado, que ahora, la fachada principal, analicemos por qué: La fachada del templo era blanca y las columnas salientes descansaban sobre pedestales aislados, con lo cual se acentuaba la verticalidad y se integraban, por medio del blanco, los muros de fondo y las paredes salientes del volumen arquitectónico.
En la actualidad, el primer cuerpo de los elementos salientes está cerrado con un muro que une los apoyos aislados entre sí y con la pared del fondo, y cierra el espacio entre los basamentos de las columnas constituyendo formas pesadas para la vista en el lugar de ligeras que eran antes. El uso actual de dos colores muy contrastados, blanco de fondo y café en las molduras, convierte la fachada en una estructura de cartón, porque se pierden las sensaciones visuales de partes soportantes y partes soportadas. La fachada del convento, en 1884 resaltaba la horizontalidad de sus dos cuerpos por medio de un dibujo ajedrezado, vibrante, en todo el cuerpo alto. En la actualidad el blanco domina y se ha perdido el contraste que antes existía.
Como consecuencia de los anterior, la fachada vertical del templo contrastaba, de manera acertada, con la horizontalidad del convento, que se remataba en el torreón circular de la esquina, ligado visualmente por los mismo acabados que el cuerpo alto del convento. Había conjunto, había unidad y contraste. Hoy en día el efecto es de falta de armonía.
Un elemento notable del edificio se encuentra en la sacristía, es el arco que ya mencionamos. Su atractivo se debe a los relieves de estuco coloreado que posee; en realidad es un doble arco, sostenido al centro por un amplio pilar cilíndrico en el cual se enrosca la hélice de la molduración a la manera de las columnas salomónicas. Los relieves son formas vegetales que giran en sinuosidades continuas de flores y de hojarasca, con dos medallones, del sol y de la luna, de semblante humano. Es una interpretación de carácter muy popular.
5.-BIBLIOGRAFIA:
Artigas Hernández, Juan Benito
San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, esbozo de su arquitectura en
San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores
Patronato Fray Bartolomé de Las Casas.
Secretaría de Educación y Cultura
Tuxtla, Gutiérrez, Chis. 1984
Markman, Sidney David
San Cristóbal de Las Casas
Traducción del ingles de Isabel Tejera Quijano
Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla
Sevilla, España 1963
Remesal, Fray Antonio de
Libro Primero. De la Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa
y Guatemala, de la Orden de Nuestro Glorioso Padre Santo Domingo
Impreso en la Tipografía Nacional Guatemala Centro América
Guatemala 1926
Santiago Cruz, Francisco
San Cristóbal de Las Casas. El encanto de sus muros centenarios en
San Cristóbal de Las Casas (Antigua Ciudad Real), 450 aniversario de su fundación
Patronato Fray Bartolomé de Las Casas.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
La Merced