Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de la Natividad
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000453
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000453
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
La vida en la parte central del actual estado de Chihuahua en la época prehispánica, presentaba muy diversos caracteres. Sus habitantes pertenecientes a culturas más o menos primitivas, regían su existencia por la naturaleza que los rodeaba y formaban parte de ella. De esta forma, las áridas llanuras del norte y noreste eran recorridas por grupos nómadas en parte guerreros, en parte comerciantes. Hacia el sur y occidente, en la gran sierra y sus estribaciones, pueblos semi-nómadas, principalmente tarahumaras ocupaban tierras menos inhóspitas. Por la parte noroeste en las fértiles tierras de la antigua Paquimé (Casas Grandes) la cultura tal vez más avanzada del norte del país, floreció en forma notable.
La aparición de los exploradores españoles en estas tierras vino a modificar en forma diferente a cada uno de los grupos indígenas, tanto como las condiciones de éstos modificaron los sistemas de penetración y conquista por parte de los invasores. En general el indígena abandonó su mayor o menor grado cultural en una asimilación individual o por grupos a la forma de vida española de la colonia, a excepción de los nómadas del desierto que vinieron a tener un enemigo más a quien hostilizar.
La región de Bachíniva, asomada en sus límites hacia la gran llanura desértica pero asentada aún en tierra generosa, no invitó a grandes fundaciones urbanas. Algunos hacendados se asentaron en los pequeños poblados indígenas para mejor aprovechar el trabajo de éstos, pero en general, la zona era predominantemente lugar de paso pues se encontraba en la ruta hacia las ricas regiones de San Buenaventura y Casas Grandes y no muy alejada de la que llevaba al Paso del Río del Norte.
Los franciscanos que había llegado a aquel territorio de la Nueva Vizcaya junto con los primeros adelantados (personajes, generalmente militares, autorizados por la autoridad virreinal para explorar y tomar posesión de nuevas tierras en nombre de la corona) y tenían un convento en el Valle de San Bartolomé desde 1564. Inmediatamente comenzaron su larga cadena de misiones en todo el territorio que se les había asignado (la parte llana del oriente y el norte, dejando la occidental, hacia la sierra, a la Compañía de Jesús) y llegaron hasta el Nuevo México, Arizona, Colorado y aún más al norte en pocos años.
Desde el Paso del Río del Norte, algunos franciscanos se internaron en territorio de sumas, janos y apaches con poco éxito, ya que en Carretas tuvieron algunos de sus primeros mártires a manos de estos indómitos grupos.
Hubo que esperar algunos años para lograr establecimientos misionales más estables en la región noroccidental y para ello fue necesario proceder en una forma más organizada, siguiendo el sistema usual de establecer misiones en los poblados indígenas mayores, desde las que atendían templos en poblados más pequeños.
Partiendo una vez más desde su convento de San Bartolomé, la serie de misiones franciscanas ocupó primero el territorio de los conchos (La Conchería), bordeó la zona de los tarahumaras (a cargo de los jesuitas) y se extendió, por fin, hacia el noroeste. No estuvo excenta de dificultades esta gran penetración evangelizadora. Los indios norteños no tenían la dicilidad de los conchos. Pero la tenacidad de los misioneros logró afianzar sus fundaciones en la región, Bachíniva entre ellas.
2.-EMPLAZAMIENTO
La vida de la población de Bachíniva a partir de la época colonial ha sido dominada, desde el punto de vista urbanístico, por un crecimiento concéntrico a partir del nucleo constituido en la antigüedad por la misión franciscana y actualmente por lo que queda de ella: el templo de la Virgen de la Natividad.
El entorno es notablemente placentero. El terreno, predominantemente plano pero, no muy lejana, se recorta hacia el poniente la abrupta silueta de la sierra. Hacia noreste y sureste se extiende el llano, interrumpido por algunos cortos macizos montañosos de escasa altura. Es raro encontrar en las inmediaciones de Bachíniva algún terreno sin cultivar ya que el riego es abundante y el trabajo intenso. Como en el resto del estado y principalmente en la parte árida, el clima es extremoso, pero aquí, los vientos de la sierra mitigan un tanto la estación calurosa. Las comunicaciones terrestres son buenas y el poblado en general presenta un carácter progresista.
El nucleo urbano configurado por el templo está desarrollado en torno a la plaza principal, jardinada, que se extiende, calle de por medio, frente al atrio del templo y a poca distancia se encuentran la mayoría de los edificios públicos del lugar. Este nucleo se encuentra unido con la carretera estatal que bordea a Bachíniva por la calle Zaragoza que concentra una buena parte del comercio y servicios y hacia la que se abre la fachada del templo.
3.-ASPECTO HISTORICO
En Bachíniva existe alguna confusión con respecto a la construcción del primer templo misional que funcionó en el lugar, debido principalmente a la división jurisdiccional que rigio el trabajo misional de jesuitas y franciscanos, así como a acontecimientos históricos posteriores. Esta asignación de jurisdecciones fué exclusivamente geográfica, sin consideración de los pueblos que habitan las diferentes zonas. De esta manera, los jesuitas, a cargo de la cordillera, atendieron casi exclusivamente a los tarahumares, pero éstos no habitaron únicamente la sierra, sino que lo hacían también en las regiones bajas aledañas como es el caso de la región de Bachíniva que, geográficamente, caía en territorio de franciscanos, quienes siempre tuvieron a su cargo la misión.
De este modo, la numerosa población indígena y las características del lugar, hicieron que para 1660, según el P. Arlegui o muy poco después, según algunos otros cronistas, los franciscanos tuvieran en el lugar la misión de Santa María de la Natividad de Bachíniva. La dificultad para establecer la fecha exacta de la fundación de esta misión es un caso común entre las fundaciones franciscanas, ya que no ha sido posible localizar documentos que clarifiquen el sistema de registro y archivo que pudieran haber llevado los superiores de dicha orden religiosa. Otra circunstancia que dificulta la determinación de fechas en los principales acontecimientos de las misiones de los franciscanos, fue el sistema de rotación continua de sus misioneros entre las diferentes fundaciones. La corta duración del trabajo individual de los sacerdotes en cada misión no daba oportunidad a ninguna marca personal en el trabajo de la misión o en edificio mismo.
La reorganización del sistema franciscano de misiones que se llevó a cabo en 1694, encuentra a Bachíniva en una gran prosperidad. El templo tenía seguramente las características que mantiene, en sus elementos principales, hasta la actualidad y la misión en general abarcaba cinco poblados aledaños. Aún así, para ese año, los superiores franciscanos seguían considerando a Bachíniva entre las Nuevas Conversiones, fundaciones que empezaban a desarrollar su labor evangelizadora entre indígenas no cristianizados. Es muy probable que lo anterior se debiera a que, aún cuando el poblado fuera predominantemente tarahumara, indígenas de otros grupos llegaran en forma constante a establecerse en el lugar, como lo indica el hecho de que existieran en 1684, serias hostilidades entre tarahumares y otros grupos entre los que destacaban los conchos.
Con la progresiva asimilación de los indígenas a la organización colonial, la misión de Bachiniva continuó como punto de atracción para muchos de ellos que aún vivían relativamente aislados, su crecimiento fue constante durante todo el siglo XVIII. En este periodo el edificio del templo adquirió las dimensiones y características principales que guarda hasta nuestros días y que corresponden al estilo más generalmente desarrollado por los franciscanos en Chihuahua (fachada austera, tres naves intercolumnadas, etc.), en este caso con gran pulcritud de realización y generosidad de espacios.
La continua presencia de indígenas en la misión aseguró su permanencia como tal hasta la época del México independiente en que fue secularizada y de algún modo ha funcionado como parroquia del lugar el mismo templo, con las naturales modificaciones que ha requerido su mantenimiento.
En la actualidad su estado de conservación es aceptab le y se encuentra prestando un servicio religioso normal a la población, aún cuando ya no depende del obispado de Chihuahua, sino de la Prelatura de Ciudad Madera, atendida por sacerdotes Agustinos Recoletos.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
A pesar de la escasa altura de su torre, el edificio del templo de la Natividad de Bachíniva se destaca notablemente del resto de las construcciones de la población que en su mayoría son de un solo nivel. En su entorno más inmediato, domina y marca el eje principal de la plaza central.
Un corto atrio con algunos árboles jóvenes separa la entrada de la calle de acceso. Este atrio está delimitado con una reja muy sencilla de menos de un metro de altura. El edificio del templo está desplantado en un terreno de mayor superficie, a manera de encontrarse aislado de otras construcciones en todo su perímetro.
La fachada principal presenta un solo plano dividido en dos cuerpos superpuestos por una cornisa. En el primero y sobre un paño liso recubierto de cantera natural, se abre la puerta de acceso principal contenida en una portada que representa la totalidad de la ornamentación de este paño. La portada está elaborada en cantera roja y dentro de su estilo neoclásico, posee una rica ornamentación. El enmarque de la puerta está formado por pilastras laterales de sección cuadrada con tableros en las dos caras del fueste, basa pequeña de dos molduras, las que, mediante algunas molduras a modo de capitel, soportan un arco de medio punto ornamentado con una gran clave con motivos de follaje y una greca labrada a todo lo largo del extradós. Los tímpanos exteriores de este arco poseen también motivos vegetales en un vigoroso relieve. A los lados de la puerta, pilastras pareadas flanquean esta entrada y le confieren su característica más distintiva del neoclásico de toda la portada por la corrección de su elaboración dentro de ese estilo. Un pedestal doble sostiene las dos pilastras con basa y capitel dóricos (con una muy simple ornamentación en el capitel) y fuste estriado y contracanal en su parte inferior. Estas pilastras sostienen un friso amplio quebrado en sus extremos, sobre las pilastras y con ornamentación de follaje, en fuerte relieve sobre el arco y con rosetones finamente labrados sobre las pilastras. Remata este conjunto una amplia cornisa con jarrones pareados laterales. El segundo cuerpo de la fachada no es más que un paño liso recubierto con cantera natural que contiene un óculo octagonal central con marco de cantera sencillo y un pequeño semicírculo que rompe la moldura superior al centro. Sobre el lado norte de esta fachada se eleva a muy poca altura, la torre única y actualmente bastante deteriorada en donde se aprecian dos cuerpos; el primero con planta cuadrada y una luz en cada cara enmarcada en cantera y con remate en arco de medio punto. El segundo cuerpo es similar al primero, pero de muy reducidas dimensiones ornamentado con jarrones en las esquinas y rematado con una cúpula de poco peralte.
Las fachadas laterales han sido modificadas en cuanto a su acabado, colocando aplanados de mezcla sobre los muros y únicamente pueden destacarse del conjunto las esquinas frontales con pilastras y molduras de cantera y los marcos de las puertas laterales con unos marcos de cantera similares a los diferentes diseños descritos.
El interior del templo está desarrollado en tres naves, de acuerdo al patrón más usual entre los templos franciscanos de la zona en los siglos XVII y XVIII. La entrada se abre a un pequeño vestíbulo en el sotocoro, correspondiente en sus dimensiones transversales a la nave central y separado de la misma mediante un cancel. A los lados y correspondiendo a las naves laterales, existen dos pequeños espacios, al lado s ur, una puerta comunica con el primero de ellos usado actualmente como sacristía, a pesar de lo incómodo de su ubicación y al lado norte, con acceso desde el exterior, está el cubo de subida al coro y la torre.
La estructura principal del templo destaca de inmediato por su realización a la vez funcionalmente correcta y estéticamente bella, por lo menos hasta el nivel de la cubierta. Está resuelta a base de dos hileras de columnas intermedias y sus correspondientes pilastras laterales que soportan arcos de medio punto en ambos sentidos para el apoyo de la cubierta. Todos estos elementos están realizados en cantera, trabajada con cierta rusticidad y sin más ornamentación que una basa y capitel de unas cuantas molduras en los elementos verticales. La cubierta interior es de bóvedas de arista en cuya realización se apartaron del sistema tradicional, ya que no están apoyadas directamente sobre los arcos fajones, sino que éstos tienen unos tímpanos superiores cerrados con muro y las bóvedas están desplantadas a un nivel superior, con lo que resultan de un peralte muy inferior al normal en este tipo de soluciones. Todo el conjunto posee una cubierta exterior de lámina a dos aguas.
El ábside ha sido modificado de acuerdo a la liturgia actual mediante un altar intermedio en el presbiterio y un muro posterior, de poca altura con la imagen de la Virgen, una cruz estilizada y el sagrario. En la parte superior del muro exterior del fondo, se abrió una ventana con remate de medio punto.
El resto del terreno propiedad de la parroquia, está ocupado en la parte posterior por oficinas y locales modernos para las actividades parroquiales y al frente, del lado norte, con una pequeña zona jardinada de por medio, se encuentran algunas dependencias de la antigua misión, actualmente en ruinas. Hacia el lado sur, relatos orales hablan de una regular extensión de terreno que perteneció a la parroquia y que hoy pertenece a varias propiedades particulares, quedando a ésta no más de seis metros de jardín en esa colindancia.
5.-OBRAS DE ARTE
La arquitectura misional del estado de Chihuahua, por las condiciones geográficas, económicas y sociales en que se desarrolló durante la época colonial, presenta unas caractrísticas de solidez, sobriedad y austeridad, muy acordes con el aislamiento de las fundaciones y aún con la escasa cultura de los naturales. En Bachíniva, la misión participó de esta situación y su templo pasó por todas las vicisitudes comunes a la actividad misional de esos tiempos, inclusive una destrucción total en 1697. Las condiciones no eran las más adecuadas para la construcción de templos ricamente ornamentados, con el agravante de que estas ricas ornamentaciones, tan comunes más al sur, se encontraban lejanas a la zona, de modo que no habían tenido oportunida de crear la tradición necesaria que, sin duda, existió en tras regiones. Epocas de paz y desarrollo de la población, propiciaron que la importancia del templo misional se acentuara con alguna ornamentación añadida al templo. Es el caso de la portada de cantera adosada, en una muy correcta integración, a la fachada principal. Su estilo neoclásico y las crónicas del lugar sitúan su colocación hacia la segunda mitad del siglo XVII. La calidad de su diseño y el trabajo en cantera, unidos a las condiciones descritas de su colocación, nos permiten considerarla como una obra de arte independiente en sí misma.
Otras obras de arte que sin duda poseyó en su rica historia, han desaparecido casi por completo. Sin embargo, algunas muestra de buen trabajo artesanal se pueden observar en la pila de agua bendita, labrada en cantera con pedestal en forma de columna cilíndrica con basa y capitel y algunas campanas que aún están en servicio.
Dentro de las modificaciones y adaptaciones que se han hecho recientemente al templo, se ha conservado empotrado en el muro posterior del presbiterio, el sagrario antiguo con puerta tallada en madera y que, por tanto, destaca de entre el actual arreglo interior del templo.
El equipamiento del tempolo es relativamente contemporaneo y su realización es de tipo artesanal sin mayor relieve (bancas, altar, accesorios, etc.)
En la imaginería, actualmente muy escasa en el templo, es evidente el deseo de darle cierta calidad y así, la escultura de la Virgen Patrona del lugar que se encuentra en el mismo muro posterior del presbiterio y otra en el vestíbulo, presentan una buena calidad de diseño y realización.
ELABORO: ARQ. ALBERTO VALENCIA
FECHA: 1984
6.-BIBLIOGRAFIA
ALMADA, Francisco R.
Diccionario de historia, geografía y biografía chihuahuenses.
Ciudad Juárez, Chih. 1968.
COLOMO Castro, Felipe y coautores.
La Catedral de Chihuahua.
Chihuahua, Chih. 1978.
GRIFFEN, William D.
Indian Assimilation in the Franciscan area of Nueva Vizcaya
The University of Arizona Press.
Tucson, Ariz. EUA. 1979.
ARLEGUI, Fray José
Chronica de la provincia de N.P. San Francisco de Zacatecas.
México, 1851.
ROCA, Paul M.
Spanish Jesuit Churches in Mexico's Tarahumara.
The University of Arizona Press.
Tucson, Ariz. EUA 1979.
ELABORO: ALBERTO VALENCIA
FECHA: 1984
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Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de la Natividad