Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de los Angeles
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000549
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000549
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El sitio en que se asienta la población de Tecaxic es parte de una región ocupada desde épocas muy remotas. El estudio de los verstigios arqueológicos de la zona indica que los grupos matlatzincas asentados en el área fueron los que alcanzaron un mayor grado de desarrollo pues produjeron obras como las que han sido exploradas en la cercana localidad de Calixtlahuaca.
Los datos disponibles sobre la cultura matlatzinca no incluyen informaciones o hipótesis relativas al tiempo y a las condiciones en que se organizaron las comunidades que hoy se encuentran en la jurisdicción del municipio de Toluca; se sabe que, entre otras cosas, fundaron una importante cantidad de pueblos entre los que destacaron tanto Tecaxic como Toluca además de Calixtlahuaca, lugar al que algunos investigadores atribuyen la calidad de cabecera de la provincia matlatzinca.
Tecaxic fue un poblado de relevante importancia en vista de su ubicación respecto del conjunto que parece ser el núcleo de una amplia zona arqueológica denominada Tecaxic-Calixtlahuaca; en efecto, según los trabajos de José García Payón, ...el centro principal... se encuentra en la cima y falda del cerro de Tenismó o Calixtlahuaca, casi enmedio de los pueblos señalados (1). Las conclusiones a que han llegado varios de los trabajos históricos sobre los matlatzincas especulan acerca de la posibilidad de que los habitantes de algunos poblados decidieran abandonar sus casas y sus tierras antes de verse sometidos por las fuerzas de los mexica que empezaron a incursionar por el valle de Toluca durante el reinado de Axayácatl: en cualquier caso, la influencia azteca no trascendió más allá del nombre de las poblaciones. Tecaxic, por ejemplo, es un voz derivada de ...tetl, piedra; de caxitl, del que se formó el aztequismo cajete, y de c, y significa en el vaso o cajete de piedra. (2)
Otras fuentes aseguran que la ofensiva mexica sí ocasionó enfrentamientos y que algunas de las localidades fueron ocupadas después de terminadas las acciones de guerra: ...por lo que se refiere a Tecaxic, fue abandonada por sus moradores pocos años antes de la conquista española, durante el período de Motechuhzoma Xocoyotzin, quien destruyó el pueblo en el año de 1510, quedando cerca del mismo la población de Calixtlahuaca, habitada por aztecas (3). Las noticias que se han conservado sobre Tecaxic son relativamente inconexas pues es poco lo que trascendió sobre la vida del pueblo en los primeros años de la dominación española: se ha sugerido que, por su cercanía con la ciudad de Toluca, Tecaxic bien pudo ser uno de los poblados que visitó fray Andrés de Castro, el evangelizador franciscano que tanto influyó en la organización y desenvolvimiento de muchos de los asentamientos del valle de Toluca.
Fray Juan Mendoza, en su obra Historia de la Imagen y Santuario de Nuestra Señora de Tecaxic, en el Valle de Toluca (México, 1672 y 1684) (4), afirma que el pueblo tuvo muchos habitantes y que alrededor de 1630 fue devastado por una grave epidemia que terminó con toda la gente excepción hecha de dos familias que tuvieron que marcharse. El padre Mendoza concluye anotando que unos años más tarde el sitio se repobló gracias a que llegaron varios grupos de familias de diversos puntos de la provincia. Esto ocurría, sin embargo, después de que los primeros misioneros ya habían trazado y dispuesto una parte importante de la localidad seguramente desde mediados del siglo XVI.
2.-EMPLAZAMIENTO
El arreglo urbano de la comunidad de Tecaxic no es uno de los que puedan considerarse como ejemplo de apego a las normas que fueron habituales en el Estado de México y en otras regiones: la mayor parte de los rasgos que formaron su fisonomía durante la época prehispánica no llegaron a ser integrados durante su primera disposición a la usanza española y aunque luego el pueblo, como se afirma, sostuvo un cierto crecimiento paralelo al desarrollo del área central del Estado es de notarse que su conformación definitiva se logró hasta bien avanzado el siglo XVII. De entonces proceden algunas de sus características más importantes, en especial, quizá, la delimitación de la zona que ocupa la plaza asícomo las calles principales que se extienden al suroeste y al este del conjunto religioso.
La topografía y la presencia de algunos accidentes naturales deben haber ejercido una cierta influencia en la agrupación de los varios edificios que hoy caracterizan a la población: la ubicación de cada uno de ellos, destinados en su mayoría a ser utilizados como habitaciones, permite observar interesantes relaciones presididas por el volumen de la iglesia. En efecto, el conjunto religioso, que domina en todas las perspectivas que se originan por los diversos accesos al poblado, crea notables sucesiones de planos desde prácticamente cualquier ángulo de la estructura urbana de Tecaxic a pesar de no encontrarse en el sitio más céntrico de la localidad; las calles, las terrazas y las manzanas que alojan a la mayoría de las construcciones, envuelven o rodean al Santuario solamente por dos de sus lados, el sur y el este, que son sus fachadas lateral y posterior. Las otras dos fachadas, que podrían tomarse como sólo observables dentro de la misma propiedad federal, en realidad, y en una consideración más amplia, miran hacia el exterior del pueblo, es decir, hacia los campos de cultivo que se extienden por las afueras del sitio y que, desde luego, son parte de los terrenos que integran una de las principales regiones del valle de Toluca.
La portada del templo coincide con la del atrio en un eje que fue completado hasta probablemente el siglo XIX: esa línea virtual que une a dos de los principales elementos del conjunto no es el remate o la continuación de una circulación o de algún componente del diseño urbano; es, más bien, el principio de un trazo que dió origen a una calle que parte del edificio religioso y concluye después de un centenar de metros en uno de los campos de labranza de la población. Las habitaciones que tienen acceso por medio de esa vía, igual que las que forman la esquina noroeste en el encuentro de los paños norte y poniente de la barda atrial, no constituyen las fachadas de manzanas completas pues son las únicas construcciones que se han levantado en los predios situados en los límites del establecimiento religioso. Las otras colindancias de la iglesia y sus anexos sí están formadas por agrupamientos con alta densidad de viviendas.
Las relaciones espaciales en el pueblo de Tecaxic, que organiza y define el templo, han incluido a la plaza en que concurren la mayor parte de las circulaciones del sitio; ese espacio ha sido casi totalmente transformado por las obras de mejoramiento de que ha sido objeto en el pasado reciente.
3.-ASPECTO HISTORICO
Es posible que en Tecaxic, como fue habitual en otros diversos pueblos próximos a Toluca, se construyera un primer edificio religioso en épocas de la evangelización que tuvo lugar durante el siglo XVI; varios son los sitios en los cuales los franciscanos dispusieron erecciones de ermitas primitivas que más tarde se aprovecharon o se sustituyeron cuando fueron emprendidas obras de carácter definitivo.
Tecaxic, según se sabe, atravesó por un período en el que estuvo prácticamente desierto pues su población fue diezmada por una epidemia que ahuyentó a los sobrevivientes. Aquella etapa en el desarrollo histórico de la comunidad, y que se presentó durante la primera mitad del siglo XVII, dió origen a una serie de leyendas y tradiciones entre las que figuran varias que aluden expresamente a una pequeña capilla, o ermita, en la que se encontraba la imagen de la Virgen de la Asunción a la que se atribuyeron algunos sucesos milagrosos incluido el de haberse conservado sin mayores deterioros a pesar de que el abandono causó daños irreparables en la ermita.
La repuebla de Tecaxic condujo a nuevo culto en la ermita que estuvo abandonada y aunque no se tienen datos precisos acerca de su destino es presumible que finalmente haya sido demolida en ocasión de la fábrica del santuario que ha llegado al presente. El templo, al parecer, fue comenzado en 1650 (5) por fray José Gutiérrez, entonces guardián del convento franciscano de Toluca. Se afirma que la obra fue posible gracias a las limosnas que el padre recogió en la ciudad y en algunos de los pueblos vecinos y que los trabajos fueron realizados a lo largo de varios años.
Las informaciones sobre el pueblo y su santuario no precisan si la imagen de la Virgen que se conserva en el templo es la misma que estuvo en la ermita primitiva como tampoco hacen mención de las condiciones y la época en que se iniciaron las labores de erección del convento anexo. El padre Francisco de Florencia, que describe en su obra Zodíaco Mariano (México, 1755) varias de las obras que se estaban llevando a cabo en diversos rumbos del actual Estado de México hacia el segundo tercio del siglo XVII, no menciona, en el capítulo correspondiente a Tecaxic, ninguna fábrica de importancia: los datos que proporciona se refieren a la antigua capilla y a la imagen que ya para entonces gozaba fama de obrar prodigios. El santuario atrajo desde luego a un número muy considerable de fieles que procedían de varios de los pueblos del valle de Toluca; con las limosnas que dejaban, fue posible que los franciscanos construyeran algunas celdas y casas de novenario que, quizá hacia finales del siglo XVII o a principios del XVIII ya estaban por convertirse en el que fue un pequeño convento.
Los exteriores del conjunto revelan que durante el siglo XVIII fueron ejecutados algunos trabajos como los de la linternilla de la cúpula y los que concluyeron la torre del campanario; esas obras dan fe de la atención que se tenía entonces a las normas compositivas que se desarrollaron cuando floreció el barroco en Nueva España. Los interiores del templo son muestra de la manera con que se acogió la tendencia neoclásica a lo largo de varios decenios del siglo XIX. Puede suponerse que los sitios que hoy ocupan los altares que recrean formas clásicas, alguna vez alojaron retablos y colaterales de madera probablemente tallada y dorada.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El volumen del santuario es el conjunto más importante de la localidad de Tecaxic: sus dimensiones lo hacen aparecer en prácticamente todas las perspectivas del pueblo pero su fachada principal sólo desempeña un papel de relevancia en una de las calles secundarias del poblado.
La portada del atrio, que es un arco de medio punto inscrito en un muro rematado por un frontón triangular y que va flanqueado por dos pares de pilastras, forma el paramento de mayor altura en la barda que delimita la propiedad federal pues el resto del murete que corre frente a las calles principales del sitio es una construcción de escasa altura, de piedra aparente, y sin protección.
El atrio es un espacio de grandes dimensiones al que se ha fragmentado en la medida en que han crecido varios conjuntos de arbustos cuyo objetivo original quizá sólo consistió en ayudar a definir los andadores: una de esas circulaciones, que es la que conduce a la portada y al acceso al templo, se encuentra pues limitada por la espesura de los setos pero separada de las otras regiones del atrio en las que se ubican otros elementos de interés: hacia el norte del acceso, y en una especie de plazoleta, se ubica un notable reloj de sol que muy probablemente fue realizado para ser instalado en otro sitio del conjunto; al sur, y también en medio de un espacio abierto que vestibula los accesos al convento, se alza una cruz atrial de piedra que fue colocada sobre una base igualmente de piedra que ha comenzado a perder buena parte de su aplanado. Las áreas dispuestas en frente de los varios componentes del inmueble no llegan a constituirse en zonas de valor para el conjunto toda vez que no incluyen arreglos de pavimentos o de jardinería que contribuyan a realzar los aspectos formales o patrimoniales del santuario y su convento anexo.
Los rasgos exteriores del conjunto son, como se dijo ya, componentes fundamentales de los perfiles urbanos de Tecaxic. Más que las fachadas propiamente dichas, los juegos de los volúmenes son los que con mayor vigor se presentan en los ejes visuales de la localidad: una perspectiva de la parte noreste del edificio remata los accesos que se forman por el camino que llega a Calixtlahuaca; ya dentro del pueblo la fachada lateral sur del inmueble se ostenta como uno de sus elementos más destacados pues incluye desde la torre del campanario hasta el remate de la cúpula sin faltar el pequeño volumen en que se resuelve la planta alta del convento. La fachada principal, está compuesta por un largo muro en cuyo paño exterior coexisten los principales integrales del establecimiento religioso: la fachada que corresponde en exclusiva al templo consta de la portada y la torre del campanario; la primera es una composición en dos cuerpos cuyos rasgos más distinguidos son la puerta que aloja el arco de medio punto del primero, las pilastras pareadas que flanquean ese acceso, la ventana de coro de trazo octogonal irregular que organiza el segundo y el nicho que se integra al remate por medio de un pretil ligeramente quebrado. El extremo norte de la portada lo ocupa un gran contrafuerte de equilibra el peso formal del cubo de la torre, volúmen que probablemente se agregó a la obra en época posterior a la primera etapa de la fábrica y cuya unión con el macizo del templo se resolvió por medio de unos quiebres a modo de taludes dispuestos hacia el lado de la portada y que cumplen la función de reducir el área de desplante de los cuerpos superiores sin afectar mayormente el perfil exterior y lateral del templo y sin comprometer una posible junta entre el cubo y el volumen que aloja la arcada por la que se entr al convento. La torre, pues, consta de ese cubo y de dos cuerpos superiores terminados con un remate abovedado que soporta una cruz. En las pilastras que flanquean cada uno de los vanos que se abren en las caras de los cuerpos se realizaron trabajos de gran sencillez pero que contribuyen a definir el espíritu ornamental del conjunto: en efecto, se trata de labores en argamasa que se dispusieron como líneas en diagonales encontradas, en el primer cuerpo, y como almohadilladas de grandes dimensiones en el segundo; los capiteles y entablamentos en ambos cuerpos contribuyen también a subrayar la intención claroscurista de la composición.
El paramento de la fachada continúa hacia el sur y aloja, en primer término, a la porteria del convento de la que se dice que llegó a ser utilizada como capilla abierta a pesar de haber sido construida ya avanzado el siglo XVII; en seguida, y más hacia el sur, siguen las varias dependencias del convento que se ostentan, entre otras cosas, con un interesante balcón situado en la planta alta de la entrada a uno de los locales que cumple las funciones de dispensario.
El espacio interior de la nave es el resultado de un trazo de planta en forma de cruz latina y bóvedas de arista que cubren todo el inmueble excepción hecha de la zona del crucero que presenta una cúpula de ocho lados ligeramente irregulares. El elemento más importante del templo es la imagen de la Virgen que se aloja dentro de un ciprés de planta elíptica que termina en un remate campaniforme y que forma parte integrante del altar mayor que, como todos los laterales y el de la capilla adosada sobre el muro norte del templo, es producto de intervenciones que se presentaron en el curso del siglo XIX.
Otros componentes y algunos acabados que usualmente no destacan en establecimientos religiosos similares tienen en el Santuario de Tecaxic una importancia sobresaliente dadas algunas de sus características: el pavimento, que es de tablones de madera, contribuye de un modo definitivo a formar la fisonomía del templo pues su color neutro le impide competir en la comprensión de los elementos más destacados del conjunto. La balaustrada en que se resuelve el comulgatorio que limita al presbiterio ocupa, también,una parte importante de los ejes visuales de la nave tanto porque señala y define el lugar del culto como por avanzar sobre el área de feligresía describiendo un semicírculo que, quizá inesperadamente, hace más continuo el espacio en la zona del crucero.
El convento se desarrolla sobre un terreno relativamente reducido y está organizado, comofue habitual en construcciones similares erigidas antes, alrededor de un patio central de planta cuadrada; los dos claustros están limitados por los muros propios de las dependencias a las que comunican y por pilares ciertamente rudimentarios que soportan arcos de medio punto a los que se trató sin ornamentaciones y sin más molduras que las que suplen a los capiteles; el claustro alto lleva también un pretil y, como fue la usanza en los primeros decenios del virreinato, hace las veces de liga entre las varias habitaciones que, por estar ocupadas y en funciones, están reservadas para los frailes que ahí trabajan.
5.-DESCRIPCION DE LAS OBRAS REALIZADAS
Las intervenciones constructivas que afectan a un edificio como el Santuario de Tecaxic no son en exclusiva las que se realizan en sus espacios y ambientes propios: también las labores de mejoramiento o de remozamiento que tienen lugar en el pueblo, y que de hecho constituyen el entorno del inmueble, tienen un efecto que se extiende más allá de su propia delimitación y termina por involucrar al conjunto patrimonial: varios de los más importantes ángulos del templo y sus anexos han resentido, en esa virtud, las consecuencias ambientales y formales de las obras que transformaron el centro de la localidad en una plaza caprichosa y poco respetuosamente resuelta. Los contrastes que provoca un área pública sin jerarquía con los muros y los accesos de un establecimiento como el Santuario de Tecaxic no son, precisamente, la mejor proposición para conservar y acrecentar los valores urbanísticos y arquitectónicos que se han formado a lo largo de la historia.
El edificio, que está hoy en manos de una reducida comunidad de franciscanos, ha sido objeto de una serie de pequeños trabajos cuyo objetivo parece ser el de mantenerlo en buen estado para garantizar ciertas facilidades y comodidades a sus habitantes y a las actividades que ellos dirigen. Las obras, que pueden considerarse de adaptación, han sido de escasa cuantía y han sido verdaderamente necesarias. El templo y la mayor parte de sus áreas públicas reciben tratamientos más bien de conservación que no involucran intervenciones en cuestiones capitales como la estructura o los acabados en los exteriores. El piso del templo se encuentra, en los primeros meses de 1984, en proceso de mejoramiento pues los antiguos tablones de madera que han dado servicio tanto tiempo mostraban algunos deterioros.
La condición general del inmueble es buena aunque se presenta varios factores que pueden conducir, en breve tiempo, a la necesidad de proceder con una obra de restauració de dimensiones considerables: uno de ellos es la instalación eléctrica, que, como suele observarse en diversos sitios del Estado de México, fue introducida al inmueble sin incluir las previsiones de seguridad que son indispensables para evitar los riesgos de un siniestro; las humedades en muros y bóvedas también serán parte de un renglón al que se debe atender.
6.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
(1) García Payón, José, La Zona Arqueológica de Tecaxic Calixtlahuaca y los Matlatzincas, Primera Parte, edición facsimilar de la de 1936 preparada por Mario Colín, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, Tomo XXIX, México, 1974.
La cita corresponde a una afirmación de García Payón reproducida en las páginas 15 y 16 de la Nota Introductoria a la edición facsimilar.
(2) García Payón, José, obra citada, pág. 60
(3) García Payón, José, obra citada, pág. 47
(4) García Payón, José, obra citada, pág. 60
El investigador García Payón recurre a la obra del padre Mendoza para completar su información etimológica e histórica sobre Tecaxic.
(5) Rivera Cambas, Manuel, México Pintoresco, Artístico y Monumental, Tomo Tercero, edición facsimilar de la Editorial del Valle de México, S.A., México, 1974, pág. 46
Vicente Mendiola Quezada, Arquitectura del Estado de México, siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, Tomo 1, Textos. Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, Tomo CXII, México, 1982.
José Rogelio Alvarez Noguera, El Patrimonio Cultural del Estado de México, Primer Ensayo, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, Tomo CX, México, 1981.
Enciclopedia de México, Tomo 8, segunda edición, México, 1977.
ELABORO: ARQ. JOSE ROGELIO ALVAREZ
FECHA: 1984.
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Nuestra Señora de los Ángeles