Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de Los Remedios
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000398
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000398
Contenidos
1.-CONTEXTO URBANO
El templo de los Remedios se encuentra frente a un amplio parque en la esquina de las calles 20 Norte y 8 Oriente. Es necesario hacer un esfuerzo de imaginación para recrear el aspecto militar que tuvo este sitio hace más de un siglo, sobre todo porque ahora acude al parque mucha gente menuda que corre y jugetea. La parte del parque frente al templo ocupa al atrio que alguna vez tuvo, mientras que la parte sur del mismo se hizo a expensas de otras fincas.
No obstante que el templo y su casa anexa son lo único que queda de la época virreinal, hay algunas pocas construcciones circunvecinos de las postrimerías del siglo XIX y de las primeras décadas del presente que dan el toque contextual al conjunto.De no ser por ellas, todo el contexto seria contemporáneo.
2.-ANTECEDENTES E HISTORIA
El actual barrio de los Remedios tiene su antecedente en un arrabal ubicado a la vera del camino que salía de Puebla hacia Veracruz. Alrededor de 1560, época en que se inicia ese asentamiento, se construyó ahí una pequeña ermita dedicada a Santiago Apóstol en tierras que dio el cabildo en merced al regidor Francisco Díaz de Vargas.1 Por aquel entonces, el sitio formaba parte de Tepetlapa, una de las cuatro parcialidades que que conformaban el gran barrio de Analco. Posteriormente se decidió levantar la iglesia actual, conservando la advocación del apóstol. Pero un hecho -cuya memoria en la tradición popular consignó Veytia puntualmente- vino a cambiar las cosas: al parecer, una imagen de la Virgen de los Remdios fue adquirida por una indígena vendedora de pan, cuando un español falto de dinero pagó con esa escultura la deuda que tenía con ella. El templo estaba por concluírse, y cuando se inauguró, los habitantes del barrio pidieron a la propietaria de la imagen que la prestara para ponerla en el altar mayor junto a la del apóstol titular de la capilla. La panadera lo hizo de buen grado, pero cuando pasado un tiempo trató de recuperarla para volverla a tener en su casa, el vecindario le pidió que la cediera en definitiva, a lo que sólo accedió cuando la imagen quedó como patrona no solo del templo sino de todo el barrio.2
Se desconoce la fecha de ese episodio, pero Hugo Leicht considera que el templo actual data del siglo XVII.3 Una vez terminado, sirvió como visita de la parroquia del Santo Angel Custodio.
El interior del edifició fue decorado con retablos barrocos: en el principal se encontraba la efigie de la Virgen de los Remedios, mientras que del lado del Evangelio fue puesto un retablo dorado dedicado a Jesús Nazareno, con la cruz al hombro. Del mismo lado se levantó una capilla con la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria, que contó con un retablo tallado y dorado. En la actualidad no se conserva la decoración barroca del templo, salvo el púlpito y algunas pinturas.
El conjunto contaba con un gran atrio cercado de piedra con tres puertas atriales. Afuera de la cerca había una cruz de cantería que se llamó del Milagro porque, hacia 1713 -según la leyenda- se movió fuertemente al grado de tirar los jarros de agua que se colocaban en sus brazos.4 Por su parte, la torre que se observa en la actualidad no fue fabricada en el periodo virreinal, ya que es de factura moderna, igual que la espadaña.5
En cuanto al barrio, hacia 1832 estaba en ruinas. Tal vez reflejaba el descenso de su población, causado por la epidemia de 1812. Además, por su posición y su relativa elevación respecto a los barrios circunvecinos se había incrustado en su centro una de las defensas estratégicas construídas por los realistas para defender a Puebla durante la guerra de Independencia, el fuerte de la Misericordia. Como la capilla quedó dentro del conjunto, sufrió severos daños en los distintos sitios de Puebla durante ese siglo, especialmente los de 1862 y 1863.
En 1919, los vecinos del barrio solicitaron parte del atrio para ampliar el Jardín de los Remedios, también conocido como Jardín Miguel Negrete, solicitud que fue aprobada. En el centro del parque se colocaron una fuente y juegos infantiles para el entretenimiento de los niños del barrio. Más tarde, en 1936, el edificio fue reparado, retocándose su fachada. Ya para entonces, el barrio se había recuperado de los daños del siglo anterior, pues mostraba signos de relativa prosperida d.6
Actualmente, la iglesia sigue abierta al culto religioso católico, y se le han hecho dos intervenciones de rehabilitación recientemente, una en 1988 y otra más en 1990.
1 M. F. de E. y Veytia, Historia de la fundación...., p.257.
2 Ibid.
3 H. Leicht, Las calles de Puebla, p. 269.
4 F.de E. y Veytia, op. cit., t. II, p. 258-259.
5 M. Toussaint, La catedral y las iglesias..., p. 207.
6 P. Almendaro, Indice de las iglesias..., p. 39.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El templo y sus anexos ocupan un predio prácticamente cuadrado, de 37 por 37 metros, que hace esquina con una de las calles que converge sobre el parque y otra que lo delimita.
La planta del templo es de una sola nave llana, que corre de poniente a oriente a lo largo de seis tramos. En el primero, el coro y el sotocoro están cubiertos por bóvedas de arista; luego siguen otros tres tramos en lo alto de la nave, también cubiertos por bóvedas de arista, con los arcos fajones apoyados en las impostas del entablamento que recorre los muros laterales. En el quinto tramo se encuentra el crucero con cúpula gallonada; reposa sobre un anillo octogonal, soportado a su vez por los arcos torales, las pechinas entre ellos, y las robustas pilastras de esquina. Finalmente, el sexto tramo sobre el presbiterio se cubre con cañón y lunetos.
En el cuarto tramo, del lado del Evangelio, hay una capilla cuya portada de ingreso muestra jambas lisas de capitel toscano, arco con dovelas cajeadas, enjutas con relieves fitoformes y entablamento decorado. Tanto este elemento como los demás labrados en cantera destacan nítidamente del resto de los muros y las bóvedas, que están blanqueados, desprovistos de las decoración pictorica y las yeserías que pudieron haber tenido alguna vez. La excepción la constituye el medallón de yesería en la clave de la bóveda del sotocoro, en el que se representa la imagen de la Virgen.
Del lado de la Epístola, entre el crucero y el presbiterio, se encuentra la sacristía abovedada con tres tramos de cañón con lunetos. Como en la nave del templo, los arcos fajones se apoyan aquí en impostas, pero tanto éstas últimas como el entablamenteo lateral y sus resaltos se ejecutaron con vigorosas yeserías. Las de las impostas son a base de entrelazos calados, mientraas que en el friso del entablamento hayanchas franjas decoradas con motivos vegetales, apenas interrumpidas por algunos triglifos. Estos vestigios sugieren que el interior del templo tuvo yeserías igual de importantes.
En el exterior del templo domina por completo la fachada frontal, si bien algunas vistas en escorzo permiten ver otras partes del edificio como los contrafuertes o la cúpula. Como el imafronte y los cubos de las torres forman un solo paño, la portada principal de argamasa, de dos cuerpos, luce en toda su riqueza. En el primer cuerpo, el vano central está delimitado por jambas de piedra labrada con los sillares marcados y arco de medio punto con el mismo énfasis en el trabajo de cantera. Sólo la clave lleva adorno de argamasa, por cierto, calado y muy rebuscado. Por los lados, sobre plintos descomunales, surgen dos pares de pilastras, casi pilares exentos de sección cuadrada, con las caras del fuste muy decoradas con entrelazos fitoformes. Bajo los capiteles toscanos hay rostros alados de ángeles,como si fueran atlantes.
Encima del entablamento liso, sendas medias muestras salomónicas prosiguen el trayecto del par de pilastras interiores del cuerpo de abajo, mientras que en los extremos surgen dos estatuas de personajes no identificados a manera de pináculos. En el centro está la ventana del coro con un marco ricamente decorado con relieves de argamasa. Entre éste y las pilastras salomónicas quedaron franjas que se aprovecharon para ubicar otras dos imágenes de bulto, en este caso de santos franciscanos y dominicos. Luego está el entablamento y su frontón quebrado, con un nicho que aloja a la titular del templo. Rematan la portada otras tres esculturas, un a del arcángel Miguel al centro, y a los lados otras dos de santos.
Sólo el cubo del lado izquierdo lleva campanario; en el lado opuesto hay apenas una espadaña de un solo vano. En cambio, la torre es de tres cuerpos, bien proporcionada. El primero es de planta cuadrada. con dobles pilastras flanqueando cada uno de los cuatro vanos de medio punto que ven hacia los puntos cardinales. En el segundo y tercer cuerpos la sección disminuye y adopta una planta ochavada. Los vanos sólo tienen una pilastra de cada lado: estriada en el segundo cuerpo y lisa en el tercero. Finalmente, la torre se remata mediante cupulín, liternilla octogonal, orbe y cruz de hierro.
4.-OBRAS DE ARTE
El retablo mayor de este templo es neoclásico, de cierta calidad. La hornacina al centro contiene la imagen de bulto de la Virgen de los Remedios, coronada por un fanal. Cuatro columnas exentas de orden compuesto soportan un entablamento curvo y trunco en la parte del fanal, que se extiende por ambos lados, ya plano, apoyado en otras cuatro pilastras entre las cuales están las imagenes de bulto del Sagrado Corazón de Jesús y de San José. Encima, ocupando el tímpano, se encuentra un nicho en el que hay un relieve polícromo de la Santísima Trinidad coronando a la Virgen María.
Los retablos bajo la cúpula son más sencillos, con columnas exentas que soportan entablamento y frontón curvo. El del lado del Evangelio muestra una imagen del Nazareno con la cruz a cuestas, aparentemente la misma a que se refiere Veytia a fines del siglo XVIII,7 mientras que del lado opuesto hay un óleo de la Virgen de Guadalupe.
Otros dos retablos en el tercer tramo de la nave son de escasa calidad. En cambio, el púlpito octogonal de cantera pintada imitando mármol y su apoyo abalaustrado son excepcionales. De las telas en los muros puede decirse lo mismo: algunas son mediocres, mientras que otras, como las dos que se encuentra en el sotocoro, son de gran mérito, si bien requieren restaurarse. Del lado del Evangelio está un San Cristobalón firmado por Gerónimo Gómez, pintor que estuvo activo en la primera mitad del siglo XVIII. En el lado opuesto hay una curiosa alegoría de grandes dimensiones, donde la parte central la ocupa una Virgen Apocalíptica, abajo se ve a la pareja primordial, Adán y Eva, y a los lados sendos carruajes, uno arrastrado por águilas y el otro por leones. A bordo llevan prelados y ángeles, respectivamente.
El coro alto no se queda atrás, ya que en él hay otros seis óleos antiguos: dos retratos de santos, dos de santas, una Presentación y una alegoría mariana.
En la capillita del lado del Evangelio, originalmente dedicada a la Virgen de la Candelaria, hay un retablito neoclásico con un crucifijo de buena factura.
Sin embargo, la sorpresa está en la sacristía, donde hay un total de catorce telas, una de ellas, con el tema de la Huida a Egipto. Además, los muebles y el lavabo son de calidad sobresaliente. En la antesacristía hay otra tela más, con una alegoría de San Francisco postrado ante la Sagrada Familia. Incluso la pequeña puerta de barrotes y tableros calados entre la antesacristía y la sacristía es representativa de la calidad artesanal a que se llegó en templos como éste.
7 M. F. de E. y Veytia, Historia de la Fundación..., p. 258
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de Los Remedios