1.-ANTECEDENTES
El poblado de Opopeo tiene una larga historia ligada siempre a la de Santa Clara de los Cobres, hoy Villa Escalante, a cuya industria artesanal del cobre hizo aportaciones en la extracción y suministro de metales. Sujeto inicialmente a Tzintzuntzan, la antigua capital del reino tarasco y, después de la conquista, primera sede del obispado de Michoacán, pasa a depender de Pátzcuaro cuando esta ciudad se convierte en capital y sede episcopal con don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán.
La Relación Geográfica de Michoacán de 1581... nos informa que hasta esta fecha la Ciudad de Pátzcuaro contaba con 78 barrios en total, quince de ellos ubicados en la misma ciudad y los restantes a una distancia que variaba entre una, dos tres, cuatro, ocho y hasta diez legua de dicha ciudad (1), entre los que se contaba Opopeo.
Se sabe que entre los habitantes de Opopeo se contó a Don Pablo Caltzontzin llamado Pablo de Guzmán Huitziméngari, único hijo legítimo del monarca tarasco, según reporta Horcasitas, y que la población, incrustada en una zona de encomienda asignada a Juan Infante entre los años de 1528 y 1554, quedó fuera de tal encomienda, según el plano de Robert C. West.
2.-EMPLAZAMIENTO
Situada a quince kilómetros al sur de Pátzcuaro, sobre la carretera que va a Villa Escalante, la antigua Santa Clara del Cobre, y a cinco kilómetros antes de ella, se encuentra la población de Opopeo, asentada en la suaves ondas de un lomerío de ligeras pendientes.
Asentamiento de reducidas dimensiones, sus construcciones de uno o dos pisos presentan las características de la arquitectura regional de la zona, con sus muros de adobe o mampostería techumbres de fuertes pendientes y volado alero recubiertas de teja para proteger al transeunte de las inclemencias del sol y las fuertes lluvias de la región. Su traza urbana es irregular, adaptándose a los accidentes topográficos del terreno, y está cortada por la carretera que cruza a lo largo de ella.
La capilla de Nuestra Señora del Rosario se encuentra en la parte Suroeste de la población, siendo visible su torre desde la carretera que viene de Pátzcuaro al entrar al poblado. Ocupa una gran parte de la manzana en que se ubica el predio, y consta de un gran atrio y diversas dependencias. Con su eje principal orientado norte-sur, su ábside, el frente del atrio y el costado oriente del mismo se sitúan sobre sendas calles, en tanto que el costado poniente colinda con construcciones particulares.
3.-HISTORIA
En las Descripciones sobre el Obispado de Michoacán, de 1765, consigna el licenciado Martín del Rio, cura beneficiado por su Majestad, Vicario in Cápite y Juez Eclesiástico de este partido de Santa Clara de los Cobres (2), en su informe fechado el 15 de junio de tal año, que Este dicho curato... tiene latitud, esto es de oriente a medias de sur y poniente de doce a catorce leguas, en cuyo espacio se hallan tan solamente dos pueblos, avecindados de indios naturales. El uno de ellos nombrado Santa María Opopeo, que dicen el Molino, este dista un cuarto de legua... (3). A pesar de que no cita el vicario la existencia de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario en Opopeo, es indudable que para ese tiempo ya estaba en funciones si nos atenemos, por una parte, a las características de la construcción, cuy estructura básica corresponde al tipo de las usadas durante los siglos XVII y XVIII, si bien algunos elementos tales como la portada, torre y dependencias anexas, así como barda atrial, fueron indudable producto del siglo XIX y aun del presente siglo.
Por otra parte, el sistema de evangelización en la zona hacía que durante la colonia en los pueblos de indios se fundara lo más temprano posible un templo, cuando no hospital anexo, garantiza que, a pesar de su dependencia de la doctrina de Santa Clara, Opopeo contaba con una fundación religiosa con anterioridad a 1765, si bien el edificio actual no obligadamente corresponda al original.
Desgraciadamente faltan datos precisos sobre la historia de esta capilla, en parte por su modestia no exenta de valores culturales, y en parte por la constante pérdida y descuido de los archivos correspondientes. De cualquier forma, podemos ubicar a la mencionada capilla dentro de los monumentos religiosos que se integran al Patrimonio Cultural del país, tanto por su antiguedad como por su valor de documento vivo del proceso histórico de la región.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
A la capilla de Nuestra Señora del Rosario se accede a través de un amplio espacio atrial, bardeado con celosía de tabique de barro de reciente construcción, en el costado de la cual la única puerta se enmarca en tosca estructura con arco de medio punto. La capilla se encuentra inmersa en construcciones anexas; la casa cural, de un piso y severos muros de piedra aparente, se adosa a su costado oriente, en tanto que al poniente la sacristía y otras construcciones de servicio dejan visibles únicamente la fachada y el muro absidal del edificio.
La fachada, recubierta de aplanado y rematada con muro piñón y cruz de piedra, consta de una sencilla portada de cantera labrada, claramente decimonónica, cuya puerta con arco de medio punto de severa molduración descansa en ligeras pilastras lisas sin basamento. Enmarcan a éstas dos pilastras igualmente lisas, con basamento bajo y doble capitel sobre el cual corre una volada cornisa, ostentando como remates en sus extremos sendos jarrones.
La ventana atrial, de forma rectangular, está enmarcada en cantera labrada en sencillos listones rectos, y sobre ella se repiten cornisa y remates, si bien en proporción al tamaño de la ventana misma. Más arriba, un pequeño nicho de cantera con capialzado de medio punto con ornamentos vegetales sobre él, aparece vacio de la imagen que lo ocupara inicialmente.
La torre ocupa el lado izquierdo de la fachada, sobre un cubo alineado con el paño de esta; es de factura reciente y pobre diseño, con un campanil de base cuadrada rematado por cubierta piramidal. La cubierta es de teja sobre estructura de madera, con dos aguas y derrame hacia el recto muto absidal al que refuerza al centro un contrafuerte similar a los que existen en los muros laterales.
La única nave de la capilla ostenta un falso plafón en forma de arco que cubre la estructura de la techumbre, con decoración reciente. El coro alto, sobre la entrada, está soportado por gruesa viga de madera rebajada en forma de tendido arco, y en el presbiterio el altar neoclásico en forma de ciprés oculta su material de fábrica bajo la blanca pintura y el dorado de su decoración.
Al lado derecho del sotocoro se encuentra el bautisterio, cubierto con techo de madera y teja, y en el mismo lado en el ábside, una puerta comunica con la sacristía. Altas ventanas laterales permiten el paso de la atenuada luz para iluminar el interior de la nave.
5.-OBRAS DE ARTE
La misma modestia de la construcción de la capilla de Nuestra Señora del Rosario se ve reflejada en su acervo artístico, del cual lo más destacado es la imagen escultórica de la patrona del templo. Esta se encuentra en el ciprés del altar mayor, el cual no carece de valor en su diseño, proveniente del siglo XIX, y cuyas bien proporcionadas columnas, destacados capiteles y entablamento, así como la cubierta que lo remata, denotan la calidad de su fábrica. La imagen, protegida dentro de cristales, representa a la Virgen con el Niño Jesús en brazos, y es de regulares dimensiones, con gran finura y expresividad en los rasgos de ambas figuras, cuyas testas se adornan con doradas coronas que, junto con la bella vestimenta y rico rosario que sostienen sus manos, realzan el bello conjunto.
A los lados del ciprés, y sobre el muro absidal, se encuentran sendos nichos conteniendo las imágenes de pasta de un Sagrado Corazón de Jesús y un San José con el Niño Jesús, cuya calidad no merece mayor detalle. De mayor valía es el Crucificado que en el sotocoro complementa la imaginería de la capilla, escultura en madera de un metro de altura, con cruz aparentando dos toscos troncos y buena talla en la estructura anatómica del Cristo, obra probablemente del siglo XIX.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Paredes Martínez, Carlos S. MICHOACAN EN EL SIGLO XVI. Pág. 75.
2. González Sánchez, Isabel. EL OBISPADO DE MICHOACAN EN 1765. Pág. 226.
3. IBIDEM. Pág. 227.
7.-BIBLIOGRAFIA
Paredes Martínez, Carlos. MICHOACAN EN EL SIGLO XVI. Editorial Fimax. Morelia, 1984.
Horcasitas de Barros, Ma. Luisa. LA ARTESANIA DE SANTA CLARA DEL COBRE. S.E.P. SETENTAS No. 87, México, 1973.
González Sánchez, Isabel. EL OBISPADO DE MICHOACAN EN 1765, Comité Editorial del Gobierno de Michoacán. Investigaciones Históricas, Morelia, Mich., 1985.
ELABORO: ARQ. RAMON M. BONFIL
FECHA: 1985
