Imagen principal
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Nombre del Inmueble
Nuestro Padre Jesús
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000502
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000502
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Por la relación de Michoacán se sabe que en el siglo XVIII los racúsechas, purépechas o guanaxos se establecieron en tierras de Naranxan, lugar próximo a Zacapu, y que tiempo después el sñor de esta localidad obligó a Ziranziracamaro, señor de aquella, a expulsar de sus dominios a los chichimecas purépechas (1). Del pueblo de Zacapu, del cual ha dependido por su vecindad el de Naranja, nos dicen en 1627 que el pueblo y guardianía de Tzacapu, su administración pertenece a los religiosos de San Francisco, y el cura que los administra tiene el salario de cien pesos y cincuenta fanegas de maíz que paga Don Gonzalo de Avalos, encomendero de dicho pueblo, y su Majestad da vino y aceite. Por la misma fuente, sabemos que El pueblo de Tzacapu tiene de cuenta ciento y ochenta vecinos. Están aquí congregados Apúndaro, San Juan Cuangarita, que llaman Querécuaro, Santiago, San Sebastián Guanámuo y San Andrés Quaruno y San Juan Bautista Urumbécuaro, para anotar más adelante que tiene hospital sin renta ni propios y que Todos estos indios son Tarascos y se administran en su lengua. (2)
Conviene recordar que la orden Franciscana fue la primera en llegar a la Nueva España con mandato apostólico en 1524, y correspondió a uno de los doce primeros, Fray Martín de la Coruña o de Jesús la evangelización de Zacapu, en 1526 entre otros lugares. En cuanto al encomendero Gonzalo de Avalos, aparente benefactor de la iglesia, diremos que la encomienda, institución que pretendía poner bajo la protección de un español a un número crecido de indios para protegerlos e inculcarles la fe católica, sirvió básicamente como medio de explotación inmisericorde de estos mismos grupos autóctonos.
2.-EMPLAZAMIENTO
Sobre la carretera Morelia-Zamora y a escasos kilómetros de la ciudad de Zacapu, cabecera de municipio, se encuentra el pueblo de Naranja de Tapia que es tenencia del mismo. Este municipio, que hacia 1970 ostentaba la mayor concentración industrial del estado, con 37.20 del total, está ubicado en la Meseta Tarasca, donde ésta declina hacia el bajío, lo rodean formaciones montañosas al poniente, sur y sureste en tanto que al norte y noreste existe un valle amplio.
Poblado modesto de agricultores, Naranja de Tapia conserva una excepcional riqueza de arquitectura vernácula regional en su estructura urbana, conservada a pesar de que la carretera la corta por mitad. El templo de Nuestro Padre Jesús se encuentra precisamente en la manzana que, al norte de esta carretera, llamada también Avenida Primo Tapia, colinda por el poniente con el parque público del mismo nombre y que antiguamente formara parte del atrio como cementerio o camposanto, al uso de la época. El parque o plaza, de grandes dimensiones y con algunos árboles que lo alegran sin cubrir el paisaje urbano, está limitado, al sur y poniente, por construcciones de un piso, con portal amplio y techumbres de teja sobre viguería y columnas circulares de madera, típicas de la zona. Al norte, una construcción moderna, pero que e integra al contexto en función de su discreción y el empleo de techo de dos aguas con teja. El norte del parque esta cubierto por el templo que nos ocupa cuyo eje principal esta orientado oriente-poniente. La plaza o parque mencionado, con su amplitud y discreta vegetación, presta al templo una apropiada escala para el lucimiento y apreciación de sus dimensiones.
3.-HISTORIA
Consignado por Pablo C. de Gant en su fundamental obra La Arquitectura de México en el Siglo XVI, damos por sentado que a ésta época corresponde la fundación del Templo, y de la misma fuente podemos suponer que pudo deberse al encomendero de la región, Juan Infante.
También se sabe que el nombre del templo cambió el original de la Asunción, al actual de Nuestro Padre Jesús en fecha reciente, ya que lo consignan con el primero hasta 1978 diversos textos.
El alfarje -techo de madera labrada y entrelazada- actual, fechado en una de sus vigas con la leyenda Hecho por Pedro Ximénez, año de 1733, nos dice que en el primer tercio del siglo XVIII se hicieron importantes obras en el edificio, entre ellas la techumbre misma, cuyo alfarje decorado en el mismo año da significación especial al templo.
Como historia más reciente, se consigna que el 30 de diciembre de 1930 fue retirado del culto público por acuerdo presidencial quedando como Salón-Teatro y Salón de baile y juntas de los ejidatarios (). También se consigna que de acuerdo con una leyenda en latín que existe labrada en cantera en uno de sus muros, el templo fue reabierto al culto público en 1933 permaneciendo así hasta el 22 de septiembre del mismo año en que fue cerrado por el teniente Pablo Hernández (4), aparentemente por presiones de los agraristas radicalizados, quienes también ocuparon para oficinas la casa cural, y convirtieron el mismo año el cementerio en jardín público y área para escuela y oficinas. En 1935, fueron destruidos e incendiados algunos santos y objetos valiosos, y se acondicionó nuevamente el edificio como Teatro, y reconstruido y vuelto al culto finalmente el 19 de febrero de 1945. Es extraño que, a través de tantas vicisitudes, haya subsistido casi intacto el decorado de alfarje, cuya naturaleza lo hace sumamente vulnerable al mal trato, esto hace dudar de la total veracidad de la información consignada.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El exterior del templo, de macizas proporciones, muestra su fachada hacia el poniente, en la que se destaca sobre el blanco aplanado que la recubre su sencillada portada. Tan común en la región Michoacana, con sus jambas anchas y cortas, su adorno de perlas en el capitel-imposta, su alfiz y, sobre todo, el típico ajimez, que completa el sello mudéjar que ostenta esta obra (5). Esta antigua descripción perdura en el tiempo y el actual visitante puede observar aún la cantería de la portada tal como la viera el autor del texto. Dos tallas en cantera, con motivos religiosos se encuentran sobre la ventana del coro, a una altura considerable de esta. Remata al muro de fachada una cornisa mixtilínea -a base de rectas y curvas- con pináculos, que desciende en suaves ondas para cubrir las pendientes del techo de dos aguas, de teja. En el lado derecho de la portada se localiza la sencilla torre de dos cuerpos de base cuadrada, clareados por los cuatro lados con vanos cerrados por arco de medio punto y remate piramidal. Los muros laterales son de piedra aparente de rústico mamposteo, lo mismo que el muro absidal, que es recto y está reforzado por dos pesados y cortos contrafuertes del mismo material. El tejado, de dos aguas, cambia en el ábside para descender en una tercera pendiente, que vuela fuera del paño de los muros.
El interior del templo, de una sola nave, de inmediato hace que el visitante fije su atención en el ya mencionado alfarje del siglo XVIII, soportado por una doble cornisa de madera que le da especial interés. Los primeros dos tercios de la nave no presentan el artesonado que cubre el último tercio, dando realce al ábside, sino que muestran un plafón horizontal sobre vigas. Diez ventanas laterales altas, con arco rebajado, dan iluminación al interior de la nave, en la que el coro, con estructura de madera muestra su balaustrada del mismo material. El altar es de estilo neoclásico, de cantera y mampostería con dorados, probablemente hecho en 1945, cuando vuelve el templo a abrirse al culto. Un púlpito de madera, también decorado dentro del estilo del artesonado, se encuentra adosado al muro, y una puerta comunica, al lado derecho del presbiterio, con la sacristía. El presbiterio se separa de la nave por un desnivel escalonado y un barandal de hierro fundido. Algunas imágenes religiosas se situan en los muros laterales, soportadas por elementales consolas de mampostería aplanada.
5.-OBRAS DE ARTE
El Patrono de el templo, Nuestro Padre Jesús, es una imagen de buena factura que representa una de las tres caidas que sufrió Jesúsa al cargar la cruz camino al calvario, y ocupa el nicho central del altar mayor, en tanto que en los laterales se encuentran imágenes de San José y la Virgen.
Puede uno detenerse por horas a disfrutar la riqueza de la abigarrada decoración de el alfarje, que si bien está en mal estado de conservación y tiene algunas piezas de madera que han sustituido a las originales, se puede considerar completo y junto con otros de la región, como el de Tupátaro, son rico testimonio de una época.
Las pinturas del alfarje que a juicio de muchos peritos es uno de los más valiosos ejemplares del estilo mudéjar en toda la república mexicana (6) y que es obra de carpintería de trabajada traza, contiene una gran variedad de temas en su rica policromía, tanto decorativos como de heráldica, Los escudos de la noche y el día, hasta figuras humanas que representan los múltiples grados de la jerarquía no solo civil y eclesiástica, sino también angélica y de la Corte Celestial; reyes, obispos, padres y doctores de la iglesia, fundadores de órdenes religiosas, prelados, monjas, religiosos y religiosas de diferentes familias, virgenes, mártires, arcángeles ángeles músicos, distintos misterios y advocaciones de la Virgen María y las tres divinas personas (7). La misma fuente analiza la división de la techumbre en ocho tramos que se señalan por vigas de yarín, -algún tipo de madera- de gran gosor. Da al primer tramo el tema Teológico de la Santísima Trinidad; al segundo, de Vírgenes y Santos; igual sucede con el tercero, y el cuarto tramo se dedica a Doctores de la Iglesia y santos. El quinto tramo contiene al fundado de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, y santos de otras órdenes. En el sexto tramo, los arcángeles San Miguel y San Rafael acompañan a la Virgen del Rosario y al Predicador de su Cruzada, Santo Domingo de Guzmán. El séptimo tramo con San Antonio de Padua, doctor de la Iglesia, San Francisco de Asís, La Inmaculada Concepción y el casto y último tramo en donde se ven monjes y santos no identificados, los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael y ángeles músicos con violín y flauta, contrabajo y guitarra... toda una sinfónica para las fiestas de esta Corte Celestial. (8)
Importante es pues el artesonado de Naranja de Tapia. González Galván, no ve una clara secuencia iconográfica intencional sino una alegre alusión a las diversas posibilidades de santificación, que dicho autor define como la presencia de la Santa Asamblea a la Santa Eclessía. Por nuestra parte, anotaremos que, además de emparentarse con las de Tupátaro, las pinturas de Naranja guardan relación con las contenidas en el plafón de madera del sotocoro de la pequeña iglesia de Cocucho, poco conocidas y de las que no encontramos relación en texto alguno.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Alvarez, José Rogelio, Et. Al. ENCICLOPEDIA DE MEXICO, T. 12, Pág. 477.
2. EL OBISPADO DE MICHOACAN EN EL SIGLO XVII, Pág. 155.
3. ARCHIVO DE INFORMACION S.E.D.U.E., EXP. 4245, México.
4. ARCHIVO DE INFORMACION. IBIDEM.
5. Gante, Pablo C. de. LA ARQUITECTURA DE MEXICO EN EL SIGLO XVI. Pág. 235.
6. Padilla Villicaña, José. TIRINDARO, LUGAR DE HERMOSOS AMANECERES, Pág. 29 - 30.
7. Padilla Villicaña, José. IBIDEM.
8. Padilla Villicaña, José. IBIDEM, Pág. 31 - 32.
7.-BIBLIOGRAFIA
EL OBISPADO DE MICHOACAN EN EL SIGLO XVII. Informe Inédito de Beneficios, Pueblos y Lenguas, (1627-1630) Historia.
Alvarez, José Rogelio, Et. Al. ENCICLOPEDIA DE MEXICO,
XII Tomos. Impresora y Editora Mexicana, S.A. de C.V. México, 1978.
ARCHIVO DE INFORMACION. S.E.D.U.E., México.
Gante, Pablo C. de. LA ARQUITECTURA DE MEXICO EN EL SIGLO XVI, Editorial Porrua. México, 1954.
Padilla Villicaña, José. TIRINDARO, LUGAR DE HERMOSOS AMANECERES, Fimax, Publicistas. Morelia, Mich., 1977.
González Galván, Manuel. ARTE VIRREINAL EN MICHOACAN.
Frente Afirmación Hispanista, A.C., México, 1978.
ELABORO: ARQ. RAMON M. BONFIL
FECHA: 1985.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Nuestro Padre Jesús