Nombre del Inmueble
Purísima Concepción
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001149
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001149
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El antiguo pueblo de Tetlán -Tetán en idioma cazcano (1)- tiene una larga e interesante historia vinculada de manera muy particular a las primeras acciones guerreras y evangelizadoras en áreas que hoy pertenecen al Estado de Jalisco así como a la fundación definitiva de la ciudad de Guadalajara.
El poblado formó parte del hueytlatoanazgo de Tonalá junto con Tololotlán, Tlajomulco, Tala y Atemajac, que, como Tetlán, eran señoríos y con otras poblaciones que alcanzaron una cierta importancia en épocas inmediatamente anteriores a la conquista española entre las que se contaron Toluquilla, Zalatitlán, Coyula, Tatepozco, Tlaquepaque y Tequepexpan, pueblo este último al que se le agregó el nombre de la patrona que le dieron los doctrineros franciscanos: Santa María.
Las incursiones de Nuño Beltrán de Guzmán a lugares situados dentro del territorio que más tarde sería conocido como Nueva Galicia fueron posibles, en gran medida, sólo después de que derrotó a la ciudad de Tonalá y que sojuzgó a los habitantes de todos los asentamientos sujetos a aquel reino entre los que se encontraban los de Tetlán. Sobre el muro de la fachada lateral norte de la actual parroquia de Tetlán se encuentra una placa que reza: A la memoria de Tlacuitehutli. Fue Tlatoani de este lugar, yerno de la Cihuapili Tzapotzintli de Tonalá y se cubrió de gloria en la cima del Xictépetl el 10 de marzo de1530 sucubiendo en la demanda al oponerse a la conquista de Nuño de Guzmán. Ayuntamiento de Guadalajara 1959-1961.
En efecto, la gente de Tetlán cayó junto con los de Tonalá en un enfrentamiento con los españoles por evitar su reducción.
Fray Antonio de Segovia, que no llegó a lo que hoy son tierras de Jalisco con Guzmán, pero que había comenzado a misionar por Tlajomulco, apareció en Tonalá en el mismo 1530 (2) y construyó una pequeña iglesia seguramente de adobe, que fue la primera que hubo en forma en la región y comenzó a bautizar a los habitantes del pueblo que él llamo Santiago de Tonalán (3).
Se desconocen las razones por las cuales el Padre Segovia no construyó una casa en el mismo pueblo de Tonalá; lo que se sabe es que al año siguiente, 1531, terminó el que fue el primer convento instalado en el actual territorio de Jalisco aún antes de que a esas tierras se les considerara ya como Nueva Galicia. Ese edificio, del que desafortunadamente se ignoran muchas cosas, era pequeño y sencillo y estuvo construído de adobe. Los servicios que prestó fueron inestimables pues durante algún tiempo fue el único sitio que servía de base para las penetraciones de los franciscanos por toda la extensa región que atendieron y que, obviamente, se fue formando siguiendo rutas en las que se encontraban asentamientos con número suficiente de naturales como para poder sostener y alentar sus campañas evangelizadoras.
No hay informaciones que así lo comprueben o lo confirmen pero es presumible que la presencia del convento haya contribuido de una manera definitiva a organizar el poblado de Tetlán a la manera española, es decir, con calles a partir de una plaza central en cuyos límites se encontrarían los solares destinados a la iglesia.
2.-EMPLAZAMIENTO
El pueblo de Tetlán fue, pues, un asentamiento prehispánico del mayor interés y, más tarde, un sitio que desempeñó papeles de notable relevancia tanto en la consolidación de la conquista española de la región como en la definición de la cuarta fundación de Guadalajara. La historia particular de este conjunto urbano se encuentra todavía incompleta pues hay largos períodos de los que no trascendió prácticamente ninguna información. Lo que es indudable es que el poblado dejó de ser un sitio aislado e independiente de la ciudad para convertirse en lo que es hoy, un barrio que, dentro de la urbe, conserva algunos de los rasgos y valors que le fueron propios antes de incorporarse a la continuidad de Guadalajara.
El acceso al área central actual de Tetlán ya no se hace por medio de un camino que una a varias poblaciones: hoy se llega hasta la misma plaza del barrio por medio de la avenida Gigantes, una de las importantes vías que unen el centro de la ciudad con las áreas situadas al oriente en una zona que se ha caracterizado por la alta densidad de vivienda.
La parroquia dedicada a la Purísima Concepción se encuentra en un vecindario muy populoso en el que las áreas verdes no son tan abundantes como fuera de desear, de manera que su emplazamiento colabora a mejorar el medio y no sólo desde un punto de vista arquitectónico sino incluso desde un ángulo urbanístico. El terreno en el que se asienta el inmueble probalemente es el mismo que ocupó el edificio que erigió el padre Segovia. Si acaso no fuera el lugar exacto, quizá haya pequeñas diferencias que prácticamente pasarían inadvertidas en la medida en que se aceptara que la plaza sí corresponde a la traza originaria del siglo XVI.
La organización de los espacios que rodean al templo se ha conservado como si Tetlán siguiera siendo un pueblo y no un barrio en una ciudad tan grande y compleja como ahora es Guadalajara. La mayoría de los integrantes originales del conjunto han desaparecido y sólo el recinto religioso actual, con las condiciones y las formas que le son propias después de algunas intervenciones, crea varios tipos de relaciones espaciales y urbanas en torno de la plaza que ha ido remozada en el pasado reciente. La iglesia ocupa un lote en la manzana que limita al espacio abierto por el oriente; esa manzana es de tan grandes dimensiones que una multiplicidad de construcciones aparecen hoy como vecinas del edificio religioso. En los otros lados de la plaza también hay obras de diversos géneros y de muy distintas calidades que por fortuna no compiten sino que se limitan a acompañar al recinto con un cierto grado de respeto que se deben, en parte, a los últimos trabajos de revitalización de la zona.
Las dimensiones de la plaza pública son afortunadamente adecuadas para que el templo tenga una gran área exterior propia sin que la circulación de los transeúntes o las zonas en las que se dan los encuentros y los intercambios sociales se vean afectadas o relegadas a un segundo plan; la función religiosa, en pocos casos como éste, puede coexistir, por lo menos espacialmente con un sitio destinado al uso público y civil.
3.-HISTORIA
La casa franciscana de Tetlán, que estuvo dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, fue terminada pues en 1531. Las noticias relativas a aquella primitiva fábrica se limitan a señalar que el convento era pequeño y de adobe, y, aunque no se menciona, es presumible que también haya tenido una estructura dedicada a alojar los ritos y las funciones religiosas. La vida en ese monasterio debe haber sido muy activa toda vez que fue una base de la cual partieron grupos de misioneros que evangelizaron a gran cantidad de naturales y que fundaron varias otras casas de religiosos. En 1532, por ejemplo, se sabe que fray Juan de Padilla salió de Zapotlán a recorrer un vasto territorio del norte, llegó hasta Culiacán, y regresó, un poco después, hasta el convento de Tetlán a ayudar a fray Antonio de Segovia (4). Más tarde salieron otros religiosos de Tetlán a continuar las labores cristianizadoras en el norte y en la cuenca del Pacífico.
Varios acontecimientos pusieron en grave riesgo a las conquistas españolas en el área desde 1535: la ciudad de Guadalajara, que había sido fundada en Tlacotán sufrió múltiples daños al ser escenario de acciones de guerra el 28 de septiembre de 1541 (5), 2 días después el cabildo y los vecinos tomaron la decisión de abandonar Tlacotán y cruzar la barranca para instalarse en un lugar que les pareciera más seguro: el sitio fue pronto elegido y el domingo 9 de octubre del mismo 1541 (6) se invitó en la plaza de Tetlán a todos los vecinos de Tlacotán que quisieran figurar en el padrón con el cual se poblaría la nueva ciudad y entre quienes se dividirían los primeros solares que se iban a trazar. La inscripción fue de 63 jefes de familia que se radicaron en Guadalajara de Atemajac a partir del 14 de febrero de 1542 (7).
Ya instalados los vecinos en la nueva Guadalajaraa pidieron a los franciscanos de Tetlán que se mudaran con ellos al valle: los religiosos aceptaron y decidieron cambiar su convento a las inmediaciones de la ciudad y se asentaron en un sitio que más tarde fue conocido como barrio de Analco. Algunas fuentes señalan que los indígenas tecos y tecuexes que habitaban en Tetlán se fueron siguiendo a los franciscanos pero es permisible suponer que quizá no fueron todos puesto que el pueblo no desapareció ni se le abandonó por completo. El cambio a Analco, ocurrido entre 1542 y 1543, señala el principio de un largo período durante el cual escasean las informaciones sobre la población de Tetlán y su edificio religioso.
El templo que ha llegado a nuestros días no es, evidentemente, una construcción realizada sobre la primitiva fábrica; es obra de otras épocas, quizá de mediados o finales del siglo XVIII a la que se sumaron adiciones y reacondicionamientos probablemente durante la centuria siguiente. Los elementos característicos del trazo del conjunto así como los arreglos del interior y por lo menos la parte más alta del campanario sugieren intervenciones llevadas a cabo durante esos siglos. La imagen contemporánea del templo debe mucho también a los trabajos que se han realizado en etapas algo más recientes y que se organizaron en algún momento próximo a la erección de la parroquia con el objeto de alojar adecuadamente a sus nuevas actividades. La Purísima Concepción de Tetlán es parroquia desde el 11 de junio de 1971 (8).
4.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
(1) DAVILA Garibi, José Ignacio. Apuntes para la Historia de la Iglesia en Guadalajara. Tomo Primero. Editorial Cultura, T.G., S.A., p.108. México, 1957.
(2) CORNEJO Franco, José. Guadalxara Colonial. Edición facsimilar de la de 1938 patrocinada por el Consejo de Colaboración Municipal, p.15. Jalisco, 1970.
(3) TORRES, Francisco Mariano de. Crónica de la Sancta Provincia de Xalisco. No. 8, Colección Siglo XVI. p.47. Jalisco, 1960.
(4) TORRES, Francisco Mariano de. Op. cit. p.49 y 50.
(5) Historia de Jalisco. Tomo I, Gobierno del Estado de Jalisco. p.347. Jalisco, 1980.
(6) CORNEJO Franco, José. Op. cit. p.33.
(7) Historia de Jalisco. Op.cit. p.347.
(8) Directorio de los templos del Arzobispado de Guadalajara. Ediciones del Arzobispado de Guadalajara. p.39. Jalisco, 1983.
IV Centenario de la Fundación del Obispado de Guadalajara. Artes Gráficas, S.A., Jalisco, 1948.
Enciclopedia de México. Tomo V, segunda edición. México, 1977.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Purísima Concepción