Nombre del Inmueble
Sagrado Corazón
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000459
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000459
Contenidos
1.-ASPECTO HISTORICO
La consolidación del dominio colonial en los territorios del norte de la Nueva España siguió pautas muy diferentes del las empleadas por los españoles en la región central. La extrema lejanía de la capital y las zonas más pobladas, así como la gran extensión de estos territorios, dificultó en extremo la conquista militar de los grupos indígenas que las habitaban; nómadas, excelentes guerreros y acostumbrados a la defensa continua de su territorio contra grupos contrarios. Fue aquí más importante la labor del clero regular para lograr la reducción a la vida sedentaria en las misiones del gran número de grupos entre los que destacaron por su número y amplitud del territorio que dominaban los tarahumaras.
A principios del siglo XVII, había sido acordado el territorio por evangelizar a las dos órdenes religiosas que se habían adentrado hasta la entonces Nueva Vizcaya: los franciscanos y los jesuitas. A los primeros les fue asignada la zona baja y árida del oriente y el norte, a la Compañía de Jesús le correspondió la evangelización de los tarahumaras en la sierra.
La acción misional de los jesuitas en la entonces inexplorada sierra la inició por el sur el P. Juan Font en 1607 al entrar en contacto con los primeros tarahumaras en San Pablo (Balleza): territorio en el que pronto establecieron varios templos para agrupar a los dispersos tarahumaras, llamando Misión de la Tarahumara Baja a esta serie de fundaciones. Mientras tanto, la penetración española hacia el norte había continuado al grado de que para 1640 los tarahumaras de la zona noreste, entre Satevó y San Lorenzo, se levantaron en armas y aún cuando fueron vencidos por el Gral. Barraza en San Lorenzo el 23 de marzo de 1641, la región no prmaneció en paz. Los jesuitas intentaron nuevas fundaciones (San Francisco de Borja, Papigochi, Satevó, etc.) pero las segunda y tercera de las grandes rebeliones tarahumaras entre 1648 y 1653, interrumpieron por completo el trabajo misional. Fue necesario esperar más de veinte años para poder reiniciar las fundaciones jesuitas. Esta vez la organización de la que sería la extensa Misión de la Tarahumara Alta contó con la participación de algunos de los más brillantes organizadores jesuitas. Empezaron el trabajo los PP. Fernando Barrionuevo y Juan Gamboa en 1673 y lo continuaron José Tardá y Tomás Guadalajara en 1675, con Antonio Oreña a cargo de Sisoguichi. Este último se abocó a la construcción de un templo en la zona de Bocoyna, templo que poco después, entre 1689 y 1690, el P. Neumann completó y equipó, pero la última gran revuelta de los tarahumares echó abajo la misión en un devastador ataque el 21 de junio de 1697.
Después de la destrucción de este primer templo no se realizó su reedificación en el mismo lugar, sino que se mudó a corta distancia hasta su ubicación actual. Reportes del mismo P. Neumann son poco explícitos acerca de la correcta ubicación de aquel templo primitivo. De cualquier modo, la actividad jesuita estaba en aquellos años definitivamente consolidada en toda la Sierra Tarahumara y no pasó mucho tiempo para que, una vez puestos en campaña todos los elementos militares coloniales de la zona y de zonas bastante lejanas, el peligro de la rebelión tarahumara desapareciera y la misión jesuita fuera reedificada.
En los primeros años los reportes jesuitas hablan de la misión en Bocoyna y la confunden con Echoguita (Choguita), pero para 1725, las referencias a Bocoyna son claras y relacionadas con el templo que para entonces se ha llaba en construcción. Y es hasta 1744 y después en 1761 cuando se le nombra por su primera advocación que fue la de Nuestra Señora de la Asunción. Posteriormente a la expulsión de los jesuitas en 1767 y tal vez hasta que el poblado cobró más importancia por el paso del ferrocarril, la advocación fue cambiada al Sagrado Corazón.
2.-EMPLAZAMIENTO
Bocoyna se encuentra en uno de los valles más altos de la Sierra Tarahumara. Este valle no es muy extenso (tres por cinco kilómetros, aproximadamente) y precisamente por lo alto de su ubicación, las montañas que lo rodean presentan poca elevación. Estas características confieren al lugar un clima extremoso de altura con grandes fríos en invierno que producen abundantes nevadas y vientos constantes durante todo el año. La vegetación de los alrededores está compuesta por bosques de coníferas, arbustos bajos y zacate duro de montaña. El centro del valle en donde ha sido removido el bosque, presenta un suelo pobre, poco adecuado para la agricultura, por lo que las actividades productivas de la región se centran en la explotación forestal con alguna importancia en la ganadería.
Desde finales del siglo pasado, Bocoyna estuvo comunicada por el ferrocarril que se construyó con el fin de facilitar el movimiento de la madera extraída de los bosques. Posteriormente el ferrocarril se extendió hasta la costa con el tramo llamado Chihuahua-Pacífico y actualmente las comunicaciones se han completado con la carretera.
Esta última y la vía férrea, limitan a oriente y poniente a la población cuya estructura urbana no es muy definida. El centro de la población es distinguible por la escuela y otros edificios administrativos que conforman algunas calles.
El templo se conserva como punto construido más importante ya que, a pesar de estar ubicado en la parte central del valle, se construyó sobre una pequeña elevación del terreno, lo que le confiere una indudable preeminencia sobre el resto de las construcciones, todas ellas de un solo piso. A pesar de no estar inmediato al resto de los edificios públicos del lugar, si lo está de la carretera y un adecuado arreglo urbano podrá resaltar su importancia histórica y urbana.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Como se ha indicado, el templo del Sagrado Corazón de Bocoyna se encuentra en un extremo poco urbanizado de la población. Rodeado de propiedades particulares, conserva al frente un pequeño espacio a modo de atrio informal que comunica con algunos senderos cercados de las propiedades adyacentes y está limitado por un corto desnivel que se acentúa hacia el sur.
La fachada consta de un solo paño liso en el que se abre la portada al centro y sobre ella un vano rematado en medio punto correspondiente a la ventana del coro. La portada esta realizada en cantera y consta de dos pilastras con basa e imposta que soporta un arco de medio punto para enmarcar la puerta de entrada. Todo el paño está rematado por una cornisa de cantera sobre la que se desplanta el segundo cuerpo formado por dos torres gemelas y un gablete central. Este tiene una base rectangular con remate central semicircular con un óculo al centro y una escultura pequeña en la parte superior. Las torres son de un solo cuerpo, de base cuadrada, con una luz alargada en cada cara rematada en medio punto, pilastras simuladas en las esquinas y una moldura simple a modo de cornisa perimetral que sostienen sendas bóvedas semiesféricas rematadas con cruz metálica. Todo el trabajo del segundo cuerpo está realizado en cantera con acabado rústico.
La puerta de entrada se abre a un pequeño sotocoro con el bautisterio y la subida al coro a derecha e izquierda y la función adicional de receso hacia la nave para el aislamiento térmico de la nave necesario en este clima. La nave es única aún cuando las dos hileras de columnas intermedias pudieran hacer pensar en un arreglo de tres naves. Su estructura es a base de muros de adobe perimetrales de gran espesor, sobre los que se apoya la cubierta exterior de armadura a dos aguas recubierta con lámina metálica.
En el interior presenta un falso plafón de duela de madera con inclinaciones alternadas en seis tramos a lo ancho y apoyadas en las columnas intermedias de madera estucada con relieves ornamentales que se mencionaron antes.
Las dos primeras columnas dividen al presbiterio mediante arcos de medio punto con el mismo acabado que tienen las columnas. El nivel del presbiterio está elevado en tres gradas del de la nave y el muro posterior está dividido en tres secciones con las dos de los extremos ligeramente ochavadas y en cada una de ellas nichos para la colocación de esculturas con las figuras del culto. El piso es de duela de madera con excepción del presbiterio y una pequeña banqueta al exterior que son de cemento pulido.
Las fachadas laterales presentan paños lisos de muro de adobe aplanado con mezcla, en los que se distinguen únicamente las ventanas alargadas con marco sencillo (de una moldura) y remate de medio punto, realzados en el mismo aplanado de mezcla con algunas secciones de cantera.
Hacia el costado norte se puede apreciar un espacio libre delimitado por el templo y la sacristía que forma ángulo con la nave. La sacristía participa de los mismos materiales del templo y consta de dos espacios cubiertos a dos aguas.
La parte posterior del templo y el costado sur están elevadas con respecto al terreno circundante entre uno y tres metros y presentan paños de muro liso, ya que anteriormente este lado correspondía al límite de la población. Hoy pasa la carretera por este extremo por lo que se han intentado algunas obras de restauración actualmente en proceso.
4.-OBRAS DE ARTE
La vida del templo del Sagrado Corazón de Bocoyna ha pasado por diferentes periodos de los que el inicial, como misión jesuita, fue el de mayor esplendor. En esa época, su ornamentación e imaginería tuvieron cierta importancia, pero la expulsión de la orden de los territorios de la Nueva España y su posterior abandono hicieron que aquellos elementos se perdieran casi absolutamente. En la actualidad solamente dos cuadros al óleo procedentes del siglo XVIII representan en el templo lo que debió ser una colección mayor. Ambos configuran a la virgen y uno de ellos, el de mayor calidad y mejor estado de conservación tiene a la imagen de la Guadalupana con recuadros en las esquinas que representan escenas de las apariciones de la misma.
Con el relativo progreso de la población, el templo se encuentra en servicio atendido periodicamente sin sacerdote de planta en el lugar, a pesar de lo cual se ha procurado que el equipamiento del templo satisfaga las necesidades del culto. Así, tiene algunas figuras escultóricas en yeso policromado de factura reciente, dos óleos y algunos cromos menores.
Los altares, bancas, estufas, etc., son de calidad más bien modesta, apenas suficientes para la atención del culto en esta pequeña comunidad.
ELABORO: ALBERTO VALENCIA
FECHA:1984
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Sagrado Corazón