San Agustín (Actual Biblioteca Gertrudis Bocanegra

1.-ANTECEDENTES
Sabido es que Pátzcuaro fue asentamiento prehispánico, conquistado junto con gran parte del territorio Michoacano por Cristóbal de Olid. Sin embargo, la pacificación del reino tarasco no se logra sino hasta el arribo de Don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán, quien asienta la sede obispal en Tzintzuntzan en el año de 1537, cambiándola a Pátzcuaro en 1540, siendo nombrada ciudad capital en 1544.

Fueron los primeros evangelizadores del reino tarasco los frailes pertenecientes a la orden de San Francisco de Asís, y los agustinos reciben la doctrina de Pátzcuaro, cuando el obispo fray Joan de Medina Rincón y viendo la multitude de gente que había... y que los ministros eran pocos, que no había sino el clérigo y los religiosos de N. P. San Francisco... quiso admitirnos (a los agustinos) al cuidado de la Pátzcuaro; y así el año de 1576 dió a la orden la doctrina, que hoy tiene, siendo provincial N. P. Fr. Alonso de la Veracruz. (1)

Fué este Joan de Medina el cuarto obispo de Michoacán, si bien el tercero, el padre Chávez, murió antes de consagrarse como tal; pertenecía a la orden agustina, y escogido entre tres candidatos, en riesgo estuvo el gozar la religión de esta merced, porque no había remedio para que admitiese (medina) el obispado, hasta que con rigos el provincial, que era el P. M. Fr. Joan Adriano, uno de los interesados, junto con el definitorio, se le mandaron en obediencia, y así salió el obispo como escogido de Dios y obligado por la obediencia. Admitiólo y fué obispo por catorce años, y pasó la catedral a la ciudad de Valladolid. (2)

Fue cabecera de la doctrina agustina en Pátzcuaro Santa Catalina, y de ella dependieron seis o siete visitas sobre la ribera del Lago y una isla del mismo. El provincial de la orden, Fray Alonso de la Veracruz, pidió por ministro de tal doctrina al padre Francisco de Villafuerte, de gran virtud según Basalenque, quien vino... a Pátzcuaro, por gusto del señor obispo y mandato de su provincial, y comenzó a ordenar aquella doctrina, al modo que en compañía del P. Fr. Joan Baptista habían ordenado la de tierra caliente, cuyo compañero fué en todas aquellas tierras, que como vino de ellas cansado, enfermo y envejecido, no pudo haber mucho en Pátzcuaro, porque se lo llevó N. Señor en Breve (3), quedando así falto de su compañero Villafuerte, y enfrentando solo la tarea en su doctrina.


2.-EMPLAZAMIENTO
Pázcuaro, antigua capital del reino tarasco, se ubica en la ribera sureste del lago del mismo nombre, en lo alto de un lomerío, y es una de las ciudades que conservan la belleza y caracter propio de la arquitectura tradicional de la región, con mezcla de ricas construcciones de diseño académico, tanto religiosas como civiles, y bellos ejemplos de las nacidas del gusto popular, tan rico en el estado. Su traza es una agradable combinación de calles rectas y a escuadra, según la retícula impuesta por los conquistadores españoles a las villas que fundaron, con otras serpenteantes que de este modo se adaptan al accidentado terreno, absorviendo así sus pendientes.

En la zona central de la ciudad, y con su eje principal orientado norte-sur, el antiguo templo de San Agustin, hoy ocupado por la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra, ocupa el predio en que forman esquina las calles de Zaragoza y Degollado, cruzando la cual, y hacia el sur, se encuentra la plaza que lleva el mismo nombre de la heroina.

Sobre el mismo eje formado por templo y plaza, y recorriendo una larga calle hacia el sur, se halla la gran plaza dedicada a ese gigante de la evangelización y defensa de los purepechas que fuera Don Vasco de Quiroga, plaza que al igual que la anterior, ésta se adorna con añosos arboles cuyo tupido follaje engalana y da frescura a las bellas construcciones que las delimitan. Al sureste del templo se encuentran la basilica de Nuestra Señora de la Salud, fundada por el mismo Don Vasco, el templo de la Compañia de Jesús, asi como otras construcciones civiles y religiosas de gran valor histórico y atractiva belleza que han ganado para la ciudad el renombre que merecidamente ostenta.


3.-HISTORIA
La iglesia de San Agustín en Pátzcuaro fue fundada por mandato de Fray Alonso de la Veracruz, provincial de la orden estando en esa época como obispo Fray Joan de Medina en Michoacán, y tocó al ya mencionado padre Francisco de Villafuerte, prior de la doctrina, ser quien iniciara la primera edificación. Dejó la doctrina bien dispuesta; y en cuanto al edificio dejó la iglesia comenzada y el convento todo de tierra, y como el principio tuvo achaques, así quedó todo de tierra, aunque se fué alargando mas la vivienda; y después en estos tiempos (alrededor de 1640-1650) se adorno la iglesia haciéndola de media tijera, y quien más trabajo en ella fué el P. lector de teología, Fr. Joan Vicente, que en un trienio que fué prior, hizo el retablo, que es de los buenos que tiene la provincia, y en la sacristía hizo ornamentos; de modo que, sea este paso hubieran otros trabajado, sin duda hubiera crecido el convento más de lo que hoy está; tiene moderada pasadía para cinco o seis religiosos. (4)

Así, no tocó a Villafuerte ver terminada la obra que iniciara con muros de adobe o tierra, como los llama Basalenque, y fué Fray Juan de Vicente quien la techó y terminó posteriormente. Kubler da como fecha de fundación el año de 1576, y dice de la labor de fr. Juan de Vicente; levantó luego una iglesia de techo de madera (de media tijera y proveyó un retablo considerado excelente... (5). Al parecer tampoco fray Juan terminó la obra, debido a que el convento era el más pobre de la provincia, no obstante lo cual en 1670 el Capítulo Provincial autorizó al Prior M. Fr. José de Morales para que midase el artesonado del techo de madera por bóveda de mampostería y hormigón (sic) y le pusiera la cúpula como es uso de este tiempo (6), con lo que se terminó la edificación de la iglesia, colocándose, durante el segundo trienio del provincial, tres retablos.

De 1676 a 1679 se decoró y mandó dorar el resto del templo, y en 1697 se reinició la obra del convento, detenida hasta entonces en la planta baja que constaba solamente con cinco celdas, las que eran insuficientes. Inició y terminó la construcción del convento el prior Fray Pedro del Corral durante su administración, entre 1697 y 1706.

El 5 de julio de 1860 fué ocupado el templo para sala de juntas del cabildo Municipal con las consecuentes alteraciones a su espacio y decoración, y mas tarde se instaló allí la logia masónica por un año. Posteriormente el edificio conventual fue adquirido por particulares, convirtiéndose más tarde en oficinas hasta que, poco a poco, sus rasgos escenciales desaparecieron como resultado de mutilaciones y modificaciones, construyéndose en el sitio que ocupara el teatro que hasta la fecha perdura con el absurdo nombre de Emperador Calzontzin. En cuanto al templo, es ocupado como ya se dijo por la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra.


4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Lo que fuera el templo e San Agustín conserva, en su exterior, el mismo aspecto que debió tener cuando los frailes de esta orden ejercian la doctrina en Pátzcuaro. En su fachada principal, que esta alineada al paño de la calle, sin espacio atrial ninguno, se reflejan las distintas etapas y superposiciones de distintas épocas de la construcción actual.

En esta destacan, sobre el muro de piedra mamposteada en que el enjarre de su recubrimiento apenas amortigua las irregularidades del material las labradas canterias de su portada de dos cuerpos, el inferior con puerta cerrada por arco de medio punto flanqueado por pilastras dobles en agradable juego de remetidos paños, con alto basamento y capitel, sobre el cual corre un entablamento en cuya cornisa se acentúan tales capiteles al quebrarse ésta. Como continuación de las pilastras, dos historiados remates sobre basamentos se enlazan con una caprichosa y mixtilínea moldura que desciende de lo alto de la ventana coral, de forma rectangular y enmarcada en ancha moldura estriada, con cornisa sobre su dintelo, en la cual descansan dos pináculos bajos y otros dos más sobre pilastras pequeñas enmedio de las cuales un nicho alberga la imagen esculpida en piedra de San Agustín.

El imafronte acusa un primer remate de complicadas molduraciones mixtilíneas en una fina cornisa de cantera que, descendiendo de los extremos, vuelve a elevarse en escalonadas revueltas para elevarse al centro, donde se cierra sobre un corazón Agustino al que enmarca el círculo trágico de una corona de espinas. Sobre este, aparece el vestigio de un pináculo, correspondiente al igual que la descrita moldura al original término del muro de fachada; que cubría seguramente la techumbre, más baja que la actual.

La segura elevación del techado del templo obligó a elevar éste muro, lo cual se efectuó sin destruir los hermosos elementos ya descritos, y así aparece actualmente un segundo muro, en forma de piñón en cuya cumbre la cornisa se vuelve rectangular y ostenta sobre ella una cruz de piedra.

Singulas aspecto dan a esta fachada sus dos torres, distintas en diseño, proporciones y época. La izquierda, de planta cuadrada y arcos mixtilíneos en los cuatro vanos del campanil, se remata en curioso cupulín de cubierta piramidal, y es de pequeñas proporciones que le dan esbeltez relativa, asentándose sobre la esquina de los muros lateral y frontal del templo.

La derecha, adosada al templo y fuera de la nave sobre un cubo cerrado de planta cuadrada, tiene forma octogonal, con tres esbeltas columnillas sobre complicados basamentos en cada esquina, ocho vanos para campana con arcos mixtilíneos, capiteles similares en su talla esferoidal a los basamentos, unidos por finas y delicadas molduras que cierran el perímetro de la torre, y cubierta con teja de poca pendiente. La pesantez de esta torre, aunque aligerada por el fino juego de luz y sombra que sus labrados elementos produce, contrasta con su hermana menor situada al otro lado de la fachada.

La fachada lateral muestra la desnuda mampostería de su muro en el que destacan pesados contrafuertes, con cuatro altas ventanas en los dos paños cercanos al ábside y una puerta sobre la cual un óculo mixtilíneo se abre entre los dos cercanos a la torre; el techo de teja a dos aguas vuela protectoramente sobre el paño de esta fachada.

En su interior, solo queda como recuerdo de la función religiosa el coro alto, sobre arco carpanel, con pequeñas galerías sobresaliendo en sus extremos. Un plaf ón de madera en forma de cañón corrido, cortado a tramos por vigas que siguen su arcada forma, se asienta sobre el muro que tiene en su remate la curva que señala el arranque del falso cañón. Las ventanas, al interior, muestran un capialzado multilobulado que da singular belleza a sus derrames.


5.-OBRAS DE ARTE
De los retablos e imágenes del templo no guarda el actual edificio ni la más remota memoria; solo en la bóveda del sotocoro, realzados en el aplanado, aparecen el corazón de San Agustín y otros simbolos de la orden enmedio de geométricas molduras.

No obstante esto, el acervo artístico del edificio es de inestimable valor, contenido en el extraordinario mural que se encuentra ocupando el total del muro absidal. Pintado con la técnica de frescos por el arquitecto y pintor de nacionalidad mexicana Juan O'Gorman de febrero de 1941 a febrero de 1942, es considerado una de las grandes obras del muralismo mexicano, famoso en el mundo por sus grandes valores artísticos.

Dentro de su composición, y en forma descendente, aparecen en forma didáctica que no mengua la calidad artística del mural, desde el sol y la luna, deidades tarascas o purepéchas conocidas como Huriata y Cutzi o Nana Cúcuta; la tromba legendaria que dió origen a los lagos de Cuitzeo, Zirahuen y Pátzcuaro; el volcán del Estribo, vecino de la ciudad; las primeras tribus que poblaron Michoacán; el lago de Pátzcuaro; reyes y señores purépechas con sus atravíos, sirvientes y descriptivas escenas de su vida y habitat, batallas y conquistas, así como alusivas a sus ceremoniales religiosos.

La conquista española se representa a través de Cristóbal de Olid, encapuchados inquisidores y soldados que ven como se aplica el garrote vil, cruel tormento de fatal culminación aplicado a Tangaxhuan, el último rey purépecha que rindiera las armas al conquistador, escena esta que denota la sádica ferocidad de Nuño de Guzmán y su soldadesca; una escena suprarealista en la que se simboliza con un esqueleto y una mano con ojos colocada a modo de cabeza de un cuerpo fornido, la fuerza que actua sin inteligencia y control en las conquistas e invasiones imponiendo la ley del mas fuerte.

Aparecen también los evangelizadores y el inmenso Don Vasco de Quiroga y Fray Juan de San Miguel, junto con Tomás Moro, autor de La Utopía en que Don Vasco inspiró su labor. La independencia del país se centra en la figura de Don José María Morelos, y la revolución de 1910 en la límpida imagen del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata. Epica obra, quizá la mejor de su autor es este gran mural, digno ornamento del histórico monumento que fuera templo de San Agustín.


6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Basalenque, Fray Diego de. HISTORIA DE LA PROVINCIA DE SAN NICOLAS DE TOLENTINO DE MICHOACAN, EN LOS AGUSTINOS, AQUELLOS MISIONEROS HACENDADOS. Pág. 181.



2. IBIDEM. Pág. 180 - 181.



3. IBIDEM. Pág. 181.



4. IBIDEM. Pág. 181.



5. Kubler, George. ARQUITECTURA MEXICANA DEL SIGLO XVI. Pág. 621.



6. Navarrete, Nicolás P. HISTORIA DE LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE SAN NICOLAS DE TOLENTINO DE MICHOACAN. Tomo 1, Pág. 731.


7.-BIBLIOGRAFIA
Basalenque, Fray Diego de. HISTORIA DE LA PROVINCIA DE SAN NICOLAS TOLENTINO DE MICHOACAN, EN LOS AGUSTINOS, AQUELLOS MISIONEROS HACENDADOS. Introducción, Selección y notas de Heriberto Moreno. Secretaría de Educación Pública. Serie Cien de México. México, 1985.

Kubler, George. ARQUITECTURA MEXICANA DEL SIGLO XVI. Fondo de Cultura Económica. México, 1983.



Toussaint, Manuel. PATZCUARO, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas- Escuela de Arquitectura. México, 1942.



ELABORO: ARQ. RAMON M. BONFIL



FECHA: 1985.