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Nombre del Inmueble
San Andrés
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000490
Estado, Municipio, Localidad
Tlaxcala > Tzompantepec > San Andrés Ahuashuatepec (290380002)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000490
Contenidos
1.-ANTECEDENTES HISTORICOS
En las inmediaciones del pueblo de San Andrés Ahuahuaztepec hay dos sitios arqueológicos, que se detectaron durante el recorrido de superficie efectuado en 1972, como parte del trabajo interdisciplinario del proyecto Puebla- Tlaxcala dirigido por el Arqlgo. Angel García Cook y auspiciado por la fundación Alemana para la Investigación Científica y el Departamento de Monumentos Prehispánicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de México. (1)
El primer sitio es conocido localmente como La Loma por ser esa su condición topográfica, se localiza en las coordenadas 98° 6' 22 y 19° 22' 00, la ladera donde se ubica tiene un alto grado de erosión por lo que incluso no existe vegetación, a pesar de que el agua está relativamente cerca (450 mts.) Los vestigios que aún perduran son las cimentaciones de 22 estructuras habitacionales de forma cuadrada (2.80 x 2.50), distribuidas en dos lineas paralelas; entre ellas se encontró únicamente un horno lo cual hace pensar que este era de uso comunitario. También hay muchos tiestos cerámicos que desgraciadamente por lo erosionado que están, no se puede apreciar la calidad del acabado que tuvieron; mezclados con éstos materiales se observan (aunque en menor medida), algunos fragmentos de navajillas de obsidiana así como piedras de molienda y otros artefactos de sílex. La información cultural que proporcionaron los elementos arqueológicos antes mencionados, permitió concluir que éste asentamiento correspondió a una aldea concentrada, que estuvo habitada a partir del preclásico tardío al protoclásico (800 aC. - 200 d.C.). (2)
El segundo sitio recibió el nombre de Xocotla, por llamarse así el lugar donde se encuentra y se localiza cartográficament en las coordenadas 98° 6' 40 y 19° 22' 5. Está ubicado en la parte media de la ladera de una loma, flanqueada por dos barrancas y casi en la orilla del río Amomolco; el área que ocupa el sitio es actualmente utilizada como zona de cultivo, predominando en sus alrededores los árboles de Oyamel y Pino. El patrón de asentamiento es lineal y consiste en una serie de terrazas que estuvieron diseñadas para cumplir con una función habitacional cultivo; están dispuestas de una manera escalonada y miden 15 x 30 mts. de huella por 2 mts. de peralte. Cada una de las terrazas en su parte media alta, presenta huellas de las cimentaciones de las casas que miden 3 x 3 mts; y en las secciones laterales o bajas, se pueden apreciar algunos canales. Los materiales que se encuentran diseminados por la zona son: bastante cerámica, algunas navajillas de obsidiana, tajadores, raspadores, metates, pocas puntas de proyectil y unas cuantas figurillas. La superficie total que abarca éste asentamiento prehispánico es de 300 x 250 mts. y según las inferencias, se trata de otra aldea concentrada que estuvo funcionando a la par con el sitio de La Loma, es decir durante el preclásico tardío al protoclásico, lo que de acuerdo con la cronología establecida para el valle de Puebla - Tlaxcala, corresponde a la fase Texoloc (800 - 300 A.C.) y a la fase Tezoquipan (300 A.C. - 100 D.C.), mismas que pasaremos a explicar. (3)
La fase Texoloc se caracteriza por presentar un considerable incremento de la población, a tal grado que escasea la alimentación, por lo que mucha gente se ve en la necesidad de abandonar sus lugares de origen para buscar nuevas tierras que sean propicias para la agricultura; de ésta manera se generan más estancias y aldeas, donde no solo habia agricultores sino también artesanos tal como nos lo demuestra la presencia de hornos para cerámica, donde se llevaba a cabo la cocción, de innumerables piezas tanto de uso doméstico como ceremonial, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros días, como un digno ejemplo de la calidad y belleza que los alfareros imprimían a su trabajo en aquella época. Las mujeres también constituían un papel importante de la economía del momento, ya que sus actividades no se veian limitadas únicamente al cuidado y manutención de los hijos, sino que trabajaban a la par que los hombres en las labores del campo, recolectaban plantas, y frutos para complementar su dieta y elaboraban los hilos de algodón con los que manufacturaban los huipiles y mantas que les servían de vestido.
La producción de agricultores y artesanos empezó a generar pequeños exedentes con lo que se dió inicio a los tianguis o mercados, donde se intercambiaban los productos por medio del trueque. Posteriormente y para finalizar ésta fase, el comercio rebasó sus propias fronteras, intercambiando mercancias con otras áreas culturales, con lo que se da origen a una nueva casta, los comerciantes.
Las villas que durante la fase Tlatempa (1200 - 800 A.C.), habian controlado la economía de las estancias y aldeas, ahora se vieron relegadas a un segundo término por el surgimiento del pueblo; éste nuevo tipo de asentamiento denota la presencia incipiente de arquitectos, pues la distribución de las unidades domésticas y la zona ceremonial, ocupan un lugar preconcebido, es decir fueron construidas bajo una planificación y trazo urbano. Aquí era donde radicaban los sacerdotes, quienes valiendose de la religión adquirieron cada vez más poder. (4)
Durante la fase Tezoquipan se recopilan y acentúan todas las actividades anteriormente mencionadas, alcanzando el mayor auge cultural por lo que se ha considerado como el periodo clásico regional (5). Así tenemos que durante esta etapa la tecnología se mejora en todos los aspectos, por ejemplo en la agricultura ya no solo se utilizan los sistemas de terrazas y canales, sino que para aprovechar las tierras lejanas a las fuentes de agua constante se construyen depósitos y se desvían las corrientes de los ríos construyendo diques; con estos avances de ingeniería hidráulica se hizo posible el cultivo intensivo, aprovechando al máximo la productividad de la tierra. Por otra parte, los hornos se mejoran para almacenar una mayor cantidad de piezas y alcanzar grados de temperatura más alta y uniforme, lo que permite obtener una alfarería con consistencia y acabado de más calidad. Algunas de las figurillas que se conservan, nos permiten apreciar una mayor elaboración en los diseños de los tejidos de sus vestidos.
En suma, el avance tecnológico propició que se aumentara la productividad agrícola generando exedentes alimenticios, al mismo tiempo que se incremento la variedad y calidad de los productos artesanales, con lo que se intensifico el comercio local y externo. Estos avances en conjunto permitieron el aumento de aldeas, villas y pueblos, convirtiendose estos últimos en pequeños estados teocráticos en donde era patente el desarrollo urbano. (6)
En la fase Tenanyecac (100 - 600 D.C.) el desarrollo cultural del valle poblano - tlaxcalteca vino a menos debido a varias razones, la más importante es el surgimiento de Teotihuacan como gran centro rector que acapara a su población intelectual; aunado a lo anterior llegan nuevos grupos culturales al valle y se organizan en peq ueños cacicazgos que son gobernados por jefes militares, que acaban por sustituir a los estados teocráticos. Las luchas internas y la constante preocupación por mejorar los sistemas defensivos, hacen que muchas aldeas sean abandonadas ocasionando la ruralización de la zona. Sin embargo durante las fases Texcalac (600 - 1100 D.C.) y Tlaxcala (11100 - 1519 D.C.), hacen su aparición los chichimecas, que vienen a unificar y dar homogenidad al valle poblano - tlaxcalteca, fundando los cuatro señoríos que dan origen a la Tlaxcallan que conocieron los españoles. (7)
El primer contacto que tuvieron los conquistadores con la zona que nos ocupa se remonta a 1519, año en que se libró una batalla entre ambos bandos en el cerro Chichimecateutli, que lleva este nombre en honor al guerrero que les arrebató la bandera a las huestes de Hernán Cortés (8). Ya para éste momento el sitio era conocido como Ahuahuaztepec; el nombre es nahuatl y está compuesto de las siguientes raices: Ahuaztl, (aqui duplicado) que quiere decir encino y tepec, lugar; de donde se desprende que dicho nombre quiere decir Lugar de muchos encinos. (9)
Con el arribo de los 12 franciscanos a la Nueva España en 1521, se inicia el proceso de evangelización; para lograr la conversión de los indígenas a la religión católica, dichos frailes empezaron a construir numerosos conventos en todo el territorio, pero como Tlaxcala era la sede de la Provincia del Santo Evangelio de México le concedieron primacia, por lo que en cuanto llegaron más religiosos se dieron a la tarea de edificar más conventos ya que hasta 1550 sólo contaban con el de la Asunción en el centro de Tlaxcala. El conjunto conventual de Santa María Atlihuetzia fué el segundo en levantarse y se termino en 1555 (10), desde aquí se administraban doce pueblos entre ellos Ahuahuaztepec en donde se contaba con una capilla de visita, que estaba dedicada a San Andrés. El visitador Agustín de Vetancurt curiosamente se refiere al poblado como San Andrés Tenextepec, desconocemos si se trató de un error de interpretación del padre o si en realidad llevaba ese nombre durante la época. (11)
De acuerdo con los datos existentes en los padrones de Tlaxcala, se sabe que para 1556 Ahuahuaztepec estaba dividido en barrios y sus habitantes no sobrepasaban a los 1100, de los cuales el 90% era indígena y el 10% restante lo conformaban algunos caciques y españoles. (12)
La visita de los franciscanos al lugar siguió su curso normal hasta 1640, año en que el obispo de Puebla don Juan de Palafox y Mendoza llevó a cabo la primera secularización, con la que los religiosos de San Francisco perdieron la administración de las doctrinas, pero siguieron conservando sus conventos. A raíz de este hecho las discusiones entre el clero secular y los hermanos del pardo sayal, acerca de a quien correspondía la evangelización de los indígenas, se aguadizaron cada vez más, por lo que en 1753 se decretó otra secularización por medio de la cual ésta vez los hermanos de San Francisco perdieron sus conjuntos conventuales, mismos que pasaron a ser curatos. La entrega de sus inmuebles finalizó hasta 1772, sin embargo el clero dioscesano ya desde mucho tiempo atrás habia dado inicio a la construcción de las parroquias. (13)
En el caso que nos atañe la edificación del nuevo templo debió empezar pocos años después de 1753, pero dada la cercanía e igualdad que existía entre Ahuahuaztepec y San Salvador Tzompantepec resultaba difícil para los clérigos definir en cual de lo s dos poblados quedaria la parroquia, por lo que se decidió que aquel que terminara primero de levantar su iglesia sería la sede de la cabecera religiosa. En éste singular concurso resultó vencedor Tzompantepec ya que finalizó su obra en 1781; sin embargo ésto no quita ningún merito al monumento religioso de Ahuahuaztepec quien habla por si mismo. Respecto a cuando se concluyó desconocemos la fecha exacta, pero de acuerdo con una inscripción que se encuentra en uno de los anexos al templo, sabemos que esto debió sucede alrededor de 1785.
Recurriendo nuevamente a los padrones de Tlaxcala, se tiene noticia de que para 1779 la población de Ahuahuaztepec no rebasaba los 2500 habitantes y estaba bajo la administración religiosa y económica de Tzompantepec (14). Esta relación se ha mantenido hasta la fecha y a pesar de los cambios necesarios que requiere la época, no deja de ser un lugar agradable.
2.-EMPLAZAMIENTO
Dispuesto a ambos lados de la carretera Apizaco - San Salvador a poca distancia después de la desviación hacia Sta. Cruz Tlaxcala, encontramos el poblado de San Andrés Ahuhuaztepec, de aproximadamente 1500 habitantes dedicados en su mayoria al cultivo de la tierra, siendo su principal producción el maíz, el frijol, la calabaza y el trigo.
Sus casas semidispersas están alineadas a lo largo de la carretera como eje de distribución y funcionamiento; siguiendo la traza que adoptan la mayoría de los asentamientos ubicados en un eje principal, consistiendo en construir a ambos lados los locales comerciales, de servicios y habitación, dejando en un segundo término a los talleres o fábricas; y al final los terrenos que se utilizan para el cultivo y pastoreo. Sus calles son perpendiculares a la carretera y una o dos paralelas a ésta, siendo prácticamente caminos de terracería dada la configuración del terreno y lo pequeño del poblado.
Por lo antes dicho, se sobreentiende que este poblado no posée un centro propiamente dicho o al menos no como lo tienen la mayoría de los pueblos, en los que encontramos una plaza más o menos definida, en torno a la cual se da la mayoría de las actividades.
El templo de San Andrés Ahuahuaztepec se encuentra ubicado en un punto dominante del lugar, en las faldas del cerro denominado Ahuashuatzin, siendo la construcción de mayor altura de la localidad. Al frente posterior a la carretera, encontramos la escuela en un plano inferior por el relieve del terreno y en un punto aún más bajo que el anterior, se localiza la plaza de toros, construcción poco común en los poblados de Tlaxcala pero al parecer el toreo es de gran arraigo en San Salvador, constituyendo una de las fiestas locales más importantes. Posterior a la plaza, continuan los sembradios en un declive ondulado hasta el río Amomoloc y al frente el impresionante cerro de la malinche formando un eje con el templo y el Ahuashutzin; al sureste de la iglesia casi rodeado por el Amomoloc, encontramos el cerro de Chichemecatehutli que es célebre por la batalla realizada en el mismo, entre Cortés y los Tlaxcaltecas.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA Y OBRAS DE ARTE
Partiendo de la carretera y perpendicular a la misma observamos en primer plano la barda atrial hecha a base de piedra y tepetate; al centro de ella encontramos una escalinata de mamposteria, que remata en un atrio convertido en cementerio con un andador en su parte media, el cual nos situa frente a la portada principal.
La fachada está compuesta por dos cuerpos; el primero formado por el vano de la puerta, consistente en un arco trilobulado enmarcado por 4 columnas adosadas, cuyos capiteles o remates de estilo corintio sostienen un cornisamiento, que a su vez es base de las columnas del segundo cuerpo, en cuyo centro encontramos un óculo mixtilíneo a manera de concha que ilumina el coro, más arriba una escultura del santo Patrono, San Andrés, todo esto rematado por un frontón triangular de líneas ondulantes. Los paramentos están recubiertos de loseta de barro rojo conbinados con mosaicos amarillos; esceptuando el arco de la puerta y las bases de las medias cañas que son de piedra aparente, el resto de la molduración y decoración es de mampostería estucada y pintada de blanco. Esta fachada es finisecular y muy semejante a la de la parroquia de Tlaxcala, siendo los elementos que la componen muy típicos de la región y de la época del barroco tlaxcalteca.
A la izquierda tenemos la torre, formada por una base cuadrada recubierta con los mismos materiales de los paramentos de la portada y dos cuerpos más que conforman el campanario, el cual está compuesto por cuatro apoyos, con medias cañas de piedra adosadas por el exterior de los mismos, que constituyen los marcos de los vanos en forma de arco de medio punto. Rematando a la torre está una cruz sobre la linternilla de él cupulín, que es de mamposteria con recubrimiento de mosaico.
Sobre un cuadrangulo balaustrado en el lado derecho de la portada, existe un cuerpo similar al de la base de la torre pero de menores proporciones, el cual está rematado con un arco de medio punto de mampostería estucado y pintado de blanco, semejando un arco de triunfo romano, que en éste caso se utiliza para colocar la gran matraca de madera en las festividades de semana santa.
La nave principal austéra por el exterior, está cubierta por una bóveda de lunetos que dan origen a unos óculos ochabados de piedra, ubicados en los grandes paramentos laterales, donde se encuentran distribuidas las gárgolas esculpidas en piedra, presentando algunas, motivos vegetales y zoomorfos. Los muros no tienen contrafuertes cosa que resulta poco común en los inmuebles de su tipo, puesto que el coceo o empuje de la bóveda es considerable.
En el inicio de la nave principal (a la derecha), se encuentra la pila bautismal que es una bella realización en piedra labrada, que es sostenida por una pilastra con cariátide que la ayuda a descansar su peso; está flanqueada por dos columnas estípites rematadas por un entablamiento de estilo barróco, donde destáca un arco de medio punto pequeño con un anagrama de San Francisco de Asís, la concha que se forma abajo de éste símbolo, remata y da una peculiar vista a la pila bautismal que probablemente sea la original. El bautisterio es de forma rectangular y se desplantó sobre sillares de muros anteriores, que nos hacen suponer una restauración correspondiente a la misma época ya que los materiales y técnica de construcción son de los mismos, esceptuando el techo que actualmente es de concreto a dos aguas.
El sotocoro está cubierto por una bóveda de lunetos que sirve de base al piso de el coro , el cual es limitado en su parte frontal por una balaustrada o barandal de madera; la cubierta del mismo se da también por una bóveda de lunetos, con decorados florales en sus aristas.
Al lado izquierdo de la nave se encuenta la base de sustentación de la torre, que encierra a la escalera de caracol que sube al campanario. El cuerpo de la torre se construyo con sillares de piedra unidos a hueso y tiene recubrimientos en su exterior solamente, ya que en el interior, se dejaron aparentes sus materiales por ser una zona que no tiene mucho contacto con personas ajenas al templo.
El segundo y tercer cuerpos de la nave, están dados por los entre-ejes que forman los arcos fajones con los paramentos laterales y bóvedas de lunetos, que son la configuración que adquieren las cubiertas para facilitar su iluminación. Dichos espacios laterales se ven utilizados como nichos, donde se colocan imágenes de las advocaciones más veneradas en la iglesia, entre ellos podemos notar a San Martín de Porres; San Ramón, San José, San Diego y la Virgen María; a escepción de la virgen que es de yeso, todas las demás esculturas son de madera estofada. Complementandose la decoración de los muros de la nave, encontramos nueve óleos sobre tela con marcos de madera dorados, todos ellos de buena factura; sólo el más grande está fechado en 1780, pero al parecer la mayoria corresponde a la misma época.
Ocupando el ángulo derecho que forma la nave con el crucero, está el púlpito que es octagonal y tallado totalmente en madera, el primer cuerpo es sostenido por una columna estípite adornada con motivos vegetales, el cuerpo propiamente dicho presenta medallones en sus espacios intermedios con imágenes labradas al centro; en tanto que el tornavoz que la corona aunque con menos ornamentación, no demerita la fineza del trabajo.
El transepto o crucero es el eje que intersecta a la nave, dividiendola de la zona que ocupa el presbiterio. El espacio que se genera es ocupado por los altares colaterales, mientas que el centro generalmente permanece despejado por ser el área que permite admirar a la cúpula principal. Dando forma a esta sección se encuentran los arcos torales, que en las cuatro esquinas donde se unen dan lugar al mismo número de pechinas; sobre de ellas se encuentra el tambor de base octagonal que sostiene la cúpula de media naranja, que está decorada por un rosetón central y una estrella perimetral hecha a base de argamasa con motivos florales, pintados en blanco, rojo y oro.
Es importante destacar que las lucarnas que tiene el tambor permiten una iluminación muy especial de este local ya que la interacción de los ases de luz en el espacio interior, permiten que las imágenes de los nichos cobren diferentes matices según la hora del día, debido a los juegos de luz - penumbra - sombra, que actúan sobre ésta parte del templo.
Los altares colaterales del crucero son neoclásicos, el del brazo derecho tiene como imagen central un óleo sobre tela en el que se representa a Cristo y el lateral izquierdo, presenta una escultura de madera estofada de la Virgen de la Candelaria.
Al presbiterio se llega subiendo un escalón y está limitado por el arco triunfal que lo divide del crucero; este arco es muy sencillo y sirve de generador de la bóveda de lunetos que techa éste local y que tiene visibles sus nervaduras, estando decorada de manera similar a la de la cúpula.
El altar está en primer término y detrás de éste se halla el retablo principal, que contiene a la imagen del santo patrono del templo. Dicho retablo es de estilo ultrabarroco, está definido en dos cuerpos, el primero formado por las columnas estípites, el ciprés con la imagen de San Andrés, el arco mixtilíneo que contiene un nicho y el cuerpo superior en forma de arco de medio punto, está integrado al primero por medio de un cornisamiento, que sirve de apoyo a las columnas estípites de menor dimensión que las inferiores y que rematan el retablo. Entre las columnas mencionadas existen figuras iconográficas de diferente advocación, donde destacan principalmente San Pedro, la Santísima Trinidad y San Pablo, todos ellos esculpidos en madera estofada. La iluminación de ésta sección se da por medio de dos óculos que se practicaron en la parte del timpano, en sus paramentos laterales.
A la antesacristía se accede por una puerta de madera no muy grande, que la comunica con la sacristía, la cual es de planta rectangular y está techada con una bóveda plana de tabique; en éste lugar destácan dos pinturas al óleo en los paramentos del timpano, que resultan una bonita decoración para este local mismo que permanece cubierto por una bóveda vaida con linternilla.
4.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
1. GARCIA COOK, Angel: El Proyecto Arqueológico Puebla-Tlaxcala en suplemento comunicaciones, Vol. 1 Fundación Alemana para Investigación Científica. Puebla México 1976.
2. Rodríguez Betancourt, Felipe. Informes de Campo presentado a la Dirección de Monumentos Prehispánicos México, 1972.
3. Rodríguez Betancourt, Felipe. Obra Citada.
4. García Cook - Merino Carrión. Los tipos de asentamientos prehispánicos en Tlaxcala Ponencia presentada en el simposium: Arqueología de Superficie en el Centro de México, sus implicaciones teóricas y metodológicas. En el XLII Congreso Internacional de Americanistas. Paris, Francia 1982.
5. Rodríguez Betancourt, Felipe Tezoquipan, apogeo cultural del área Puebla-Tlaxcala Tesis Arqueología ENAH, SEP. México 1982.
6. García Cook, Angel. El Desarrollo Cultural Prehispánico en el norte del Valle poblano-tlaxcalteca. Cuadernos de Trabajo No. 1. Departamento de Monumentos Prehispánicos, INAH, México, 1976.
7. García Cook, Angel. Transición del Clásico al Postclásico: Fase Tenanyecac en revista cultura y Sociedad año 1 Tomo 1 No. 2 Octubre Diciembre, México, Págs. 83 - 98
8. Tradición Oral, recopilada en el trabajo de campo.
9. Anaya Monroy, Fernando. La toponímia indígena en la historia y la cultura de Tlaxcala. Instituto de Investigaciones Estéticas. UNAM. México, 1965. Pág. 78.
10. Chauvet, Fray Fidel de Jesús. Los franciscanos en México. Provincia del Santo Evangelio de México, Edit. Tradición, México, 1981, Pág. 46.
11. Vetancurt, Fray Agustín de Teatro Mexicano Cuarta parte: Cronica de la Provincia del Santo Evangelio Tomo III. México, 1871, Págs. 233 - 234.
12. Trautmann, Wolfgang. Catálogo histórico crítico de los nombres de lugar relativos a Tlaxcala. Suplemento de Comunicaciones Fundación Alemana para la Investigación Científica, Puebla, México 1980, Págs. 31 - 64.
13. Chauvet, Fray Fidel de Jesús. Obra Citada,
Págs. 143 - 144.
14. Trautmann, Wolfgang. Obra Citada, Págs. 98 - 119.
ELABORO: ARQ. JAVIER VILLALOBOS
FECHA: 1985.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Andrés