Nombre del Inmueble
San Antonio de Padua
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000428
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000428
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
En el extremo noroeste de la antigua Nueva Vizcaya, rodeada de grandes extensiones desérticas, de espaldas a Sonora y a la sierra, pero con buena tierra regada por varios ríos, la región de Casas Grandes fue de gran atractivo para los pueblos prehispánicos de esta zona. De hecho, la única civilización que superó el estado nómada en lo que hoy es el estado de Chihuahua, dejó notables vestigios de su adelanto en Páquimé, precisamente en el actual Casas Grandes.
La penetración española tuvo grandes problemas en esta zona ya que los diferentes grupos que la habitaban se resistieron casi siempre a cambiar se estado semi-nómada y defendieron con enorme braura su independencia durante siglos. Los sumas (o jumas según Aldama) aceptaron en ocasiones las enseñanzas de los misioneros, los jovas rara vez y los indomables apaches atacaron continuamente a los españoles primero y a los mexicanos después.
Pero desde el principio del siglo XVII, el camino a Paso del Norte y Nuevo México estuvo cercano a Casas Grandes. Sus ricas tierras atrajeron a colonizadores y delante de ellos, los misioneros franciscanos buscaron a los indígenas a pesar de la peligrosidad que conocían muy bien, ya que a poca distancia en el poblado de Carretas los frailes menores tuvieron sus primeros martires. El gobierno de la Nueva Vizcaya envió tropas en apoyo de los misioneros, a la vez que consolidaba, así fuera precariamente, la colonización. El enorme recorrido, por tierras casi deshabitadas, desde los centros más poblados del sur de la provincia (Durango, después San Bartolomé y Parral) dificultó en gran medida el envío de suficientes franciscanos para poder reducir (asentar en una misión) a los indios, pero el trabajo constante de aquellos pocos logró que un grupo de sumas pidiera la evangelización.
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo de San Antonio de la población de Casas Grandes comparte con las importantes ruinas prehispánicas que existen en el mismo lugar (la antigua Paquimé) la característica de ser los generadores de ese centro urbano.
Casas Grandes se encuentra enclavada en el extremo noroeste del estado de Chihuahua, a poca distancia de los límites de Sonora. La región que, aun cuando predominantemente llana, ya no participa de la aridez ni del clima extremoso de la gran llanura nor-oriental del estado. Los escurrimientos de la sierra, la existencia de agua y vegetación y la relativa cercanía de zonas boscosas, permiten cultivos agricolas y fue esta circunstancia la que atrajo a los primeros habitantes sedentarios del estado a lograr aqui una civilización única en la zona.
El centro actual del poblado con su plaza jardinada a la que rodean algunos edificios públicos, ocupa una posición equidistante de las ruinas prehispánicas y el templo colonial. No es casual esta situación si consideramos el origen de la población.
El templo se encuentra unos pocos metros al noreste de la plaza central y a un lado de la calle principal, continuación de la carretera que viene de Nuevo Casas Grandes, dividido de la misma por un pequeño jardín público hacia el que se abre la entrada lateral del templo.
La situación actual del templo no es de preminencia dentro del contexto urbano. La entrada lateral tiene más uso que la entrada principal ya que el frente del templo desemboca en un espacio llano, continuación de una calle secundaria con pendiente descendiente y algunas irregularidades de nivel que, con la adición de algunos terrenos de propiedad particular aledaños, formó en otros tiempos un gran atrio y otra dependencias de la antigua misión, hoy desaparecidos.
3.-HISTORIA
Decidida la fundación de Casas Grandes por el gobernador de la Nueva Vizcaya el General Francisco de Gorráez y Beaumont, es traido del Paso del Rio del Norte el capitán Andres López de Gracia para hacerse cargo a nombre del gobierno de la prometedora nueva Villa en el año de 1661.
Los indios Sumas, de entre las muy rebeldes tribus de la región, fueron los más adictos a los españoles. Es tradición que un grupo de ellos pidió desde la fundación de la villa al capitán López de Gracia, el establecimiento de misioneros en el lugar (es necesario recordar el apoyo que los indígenas recibían de los misioneros en contra de los abusos de los españoles). Así en 1664, el ya entonces alcalde mayor López de Gracia, escribió un informe en donde asienta que una iglesia fundada y construida por el padr Andrés Páes, funcionaba en el lugar con gran obediencia de los sumas al sacerdote.
Suceden al fundador los PP. Mendoza, Nicolás Hidalgo y Pedro Aparicio.
Al morir en 1667 el padre Aparicio, los sumas habitantes del convento matan al encargado y abandonan la fundación. Por orden del nuevo gobernador Oca y Sarmiento, al año siguiente se restablece la misión.
Poco tiempo duraría la paz. En mayo de 1684, el P. Juan Porras describe el ataque, esta vez de los janos, que destruyó la mayor parte de la misión y todo lo edificado fuera de los muros de adobe del convento.
Continúa la historia de la misión marcada continuamente por las revueltas de los belicosos vecinos de sumas y españoles, entre las que se destaca la muy generalizada en el noroeste que llevaron a cabo los apaches en 1686. Pero la vida del templo de San Antonio de Padua ya no es interrumpida en forma sustancial, pues los presidios militares establecidos en el siglo XVIII proporcionan a la región una mayor seguridad para los españoles.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Aún cuando el progreso de esta región se ha concentrado preferentemente en la ciudad de Nuevo Casas Grandes, a poca distancia, el antiguo Casas Grandes no es, con mucho, un pueblo olvidado. Su crecimiento ha rodeado al antiguo templo de San antonio; las dependencias que poseyó (convento, casas para catecúmenos indígenas, etc.) son irreconocibles en las pocas ruinas que rodean el lugar y que en su mayoría están comprendidas en propiedades particulares. El templo en sí, en servicio activo para toda la población actual, y correctamente atendido en su mantenimiento, ha sido reedificado sobre la estructura de la antigua misión franciscana.
Un pequeñisimo atrio separa a la fachada en la que domina las torres gemelas realizadas en cuatro cuerpos, integrado el de base al paño central de la portada. Esta consiste en un austero arco de medio punto sobre pilastras y capiteles simples, al que se le agregó una moldura lateral, simple mezcla que se une en la parte superior en un ángulo muy abierto. Sobre ellos, un óculo exagonal y un remate a modo de frontón incompleto con el ángulo superior muy abierto, completan este cuerpo central. Las bases de las torres sobresalen del paño anterior aumentando su importancia en el conjunto de fachada y participan del mismo acabado de aplanado con color ocre con un óculo redondo sin marco y una ventana baja. Su única ornamentación es un gualdapreado falso en las esquinas. Los tres cuerpos superiores están tratados en forma similar entre sí, pero en tamaño decreciente hacia arriba. Cada cuerpo contiene, en su planta cuadrada, una luz en cada cara, rectangular alargada con remate en medio punto con una sencilla moldura a modo de pilastras con otra pequeña moldura horizontal en la parte superior.
La fachada lateral posee los mismo elementos del paño central de la principal sin el remate en ángulo.
La planta está desarrollada en una sola nave con crucero.
El sotocoro tiene hacia un lado el bautisterio, bajo una de las torres y en el otro, sin entrada desde el interior, la subida a la torre y al coro.
Ya en el interior podemos apreciar los elementos que formaron el antiguo templo misional. Los muros de adobe, reforzado recientemente en algunos puntos, solo se ven interrumpidos por los vanos (dos puertas laterales, una capilla lateral abierta hace poco y varias ventanas altas) que permiten observar su gran espesor y por los elementos que forman el crucero sin duda el punto más interesante del templo.
Este crucero está realizado con sus cuatro arcos formeros apoyados en pilastras de sección rectangular con basa y capitel y la clave labrada en cantera. Sobre ellos las pechinas han sido sustituidas por elementos de carga horizontales (de concreto armado) que transforma la planta de cuadrada en octogonal y reciben un tambor es muy probable que haya existido una cubierta plana apoyada en vigas de madera, solución muy extendida en aquella época en la región. Actualmente la cubierta en este punto es similar a las del resto del templo; a base de una serie de armaduras de madera que cubren los claros y reciben láminas de protección, ocultas desde el interior por cielo raso y pintura.
El resto de las dependencias del templo está constituido por la sacristía adjunta al presbiterio y varios locales en el extremo noreste, a un lado de la torre para bodegas y sala de reuniones construido con algunos muros antiguos y complementados recientemente.
5.-OBRAS DE ARTE
Las obras de remodelación del templo de San Antonio de Padua de Casas Grandes que han cambiado su fisonomía en forma tan definitiva, han ocupado casi el total de la capacidad económica de la parroquia. Por otro lado, el templo no conservó ningún detalle de imaginería u ornamentación de tiempos pasados en los que, según reportes orales de la felisgresía, su acervo artístico nunca fue de importancia.
Actualmente la imaginería o conjunto de las imagenes sagradas del templo, es la indispensable para los servicios religiosos. Domina el presbiterio un gran crucifijo con la figura de tamaño natural, policromado que, al igual que la del santo patrón San Antonio de Padua que ocupa una de las capillas del crucero y una virgen colocada en la capilla lateral abierta recientemente, son de factura reciente y cierta calidad dentro de lo comercial. Completan la imaginería algunos cromos enmarcados sin importancia y un viacrucis con figuras pequeñas en relieve.
Existen en el templo pocos objetos más que puedan considerarse, si no de valor artístico, por lo menos de cierta calidad artesanal, entre los que se puede mencionar el altar de madera esmaltada con pequeñas columnas en el cuerpo inferior, las puertas entableradas en madera de buen espesor, un candil de prismas y la pila del bautisterio en granito, todos ellos de reciente factura a excepción de las puertas, principal y laterales.
6.-BIBLIOGRAFIA
ALDAMA, Francisco R.
Diccionario de historia, geografía y biografía Chihuahuenses
1a. Edición 1927. Ciudad Juáez, Chihuahua, 1968
MARTINEZ Lazo, Arturo
Manuscrito e/e.
Ciudad Juárez, Chihuahua
GRIFFEN, William B.
Indian assimilaton in the Francisco area of Nueva Vizcaya.
The University of Arizona Press. Tucson, arizona E.U.A. 1979.
ARLEGUI, Fray Agustín
Chronica de la provincia de N.P., San Francisco de Zacatecas.
Calle de los Rebeldes 2. México 1851.
ELABORO: ALBERTO VALENCIA
FECHA: 1984.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Antonio de Padua