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Nombre del Inmueble
San Dionisio
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000148
Estado, Municipio, Localidad
Tlaxcala > Yauhquemehcan > San Dionisio Yauhquemehcan (290430001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000148
Contenidos
1.-ANTECEDENTES HISTORICOS
En el área que actualmente ocupa el pueblo de San Dionisio Yauhquemecan, existe un sitio arqueológico que lleva el mismo nombre, éste se puede ubicar cartográficamente en las siguientes coordenadas: 98° 9' 25 y 19° 26' 25. El asentamiento prehispánico se localiza en una ladera que es utilizada hoy en día como zona de cultivo, la vegetación que se observa a su alrededor son árboles de capulín, durazno, oyamel y bastantes magueyes que sirven de linderos. Los vestigios arqueológicos que aún subsisten son algunas terrazas habitacionales - cultivo, que presentan un sistema de canales que ayudaba a la captación del agua de temporal, facilitando y mejorando la irrigación del terreno. También existían algunos depositos de agua o jagüeyes, que ayudaban bastante en las épocas dificiles, cuando la sequia hacia acto de presencia. Los materiales que se encuentran en la superficie son cerámica, navajillas y puntas de proyectil de obsidiana, algunos artefactos de silex y varias figurillas; la mayor parte de éstos elementos culturales están muy fragmentados, sin embargo, su distribución y la disposición de las terrazas permitió inferir que el patrón de asentamiento correspondió a una aldea concéntrica, que fué habitada a partir del preclásico superior, es decir 400 años Antes de Cristo.
Relativamente cerca en el barrio de San José Tetel, como su nombre lo indica, hay varios montículos prehispánicos que correspondieron a los basamentos piramidales de la zona ceremonial que ahí existía. Se localiza en las coordenadas 98° 9' 30 y 19° 26' 10, en una zona que corresponde a la escuela y que en parte es ocupada para el cultivo y uso habitacional. La disposición de las terrazas habitacionales y de cultivo dan un patrón de asentamiento circular y entre los materiales culturales que contiene, hay cerámica decorada al fresco con un marcado estio mixteca - puebla, los demás elementos son iguales a los que se encuentran en San Dionisio, sólo que en mayor abundancia pues aquí se localizaba una aldea y una villa que venia fungiendo como administradora de ésta zona, desde el preclásico medio o séa desde el año 900 Antes de Cristo.
Se tiene conocimiento de los sitios anteriores gracias al proyecto Arqueológico Puebla - Tlaxcala y al Arqueólogo Felipe Rodríguez, quien los analizó (1). De acuerdo con la secuencia cultural planteada para el área que nos interesa, tenemos que la ocupación de San José Tetel corresponde al final de la fase Tlatempa, la cual se caracteriza por la presencia de villas, donde radican algunos sacerdotes que empiezan a controlar a través de la ideología la producción de los artesanos y agricultores que habitan en las aldeas, que generalmente estaban dispuestas a su alrededor. (2)
En la fase Texoloc (800 a 300 A.C.) se incrementa la población, por lo que se ven obligados a buscar nuevas tierras que garanticen su sustento, de ésta manera surgen más aldeas con terrazas y sistemas de riego que permiten una mayor producción de alimentos. También se mejoran los textiles y aumenta el número de hornos para cerámica, como consecuencia de que hay más alfareros que por cierto empiezan a imprimir una diferencia entre las vasijas suntuarias y las de uso doméstico. Por otra parte, la calidad de las artesanias y el exedente de producción logra que el comercio rebase los límites locales, estableciendo contacto con otras áreas culturales.
Toda la infraestrucura antes mencionada hace posible que surjan los pueblos o ciudades, en las que se nota la mano de u no o más arquitectos que las planifican, pues su traza urbana y estructuras que las componen tienen un lugar determinado; aquí radican los sacerdotes, que ahora son de tiempo completo constituyendo una verdadera casta. Estos grandes pueblos o centros regionales gobiernan a las villas y éstas a su vez, controlan al grueso de las aldeas y estancias que constituyen la base de la pirámide social, formada básicamente por agricultores, artesanos, arquitectos, comerciantes y sacerdotes. (3)
Todo el proceso de desarrollo cultural que se viene gestando desde el año 500 A.C. durante la segunda mitad de la fase Texoloc, ve su apogeo y generalización para el 400 A.C. y se extiende plenamente en el Valle Poblano - Tlaxcalteca a partir del 300 A.C., marcando el inicio de la fase Tezoquipan que termina hasta el año 100 de nuestra era. (4)
Así pues, Tezoquipan con sus pequeños estados teocráticos constituye la étapa de mayor esplendor cultural del área y juega un papel muy importante en el surgimiento de las grandes urbes como Teotihuacan y Cholula, ya que es en ésta fase cuando se generan una serie de elementos arquitectónicos, políticos y religiosos, que se manifestarán posteriormente en las urbes antes citadas. (5)
La fase Tenanyecac abarca del año 100 al 600 de nuestra era y se caracteriza por la llegada de nuevos grupos Ñuiñe, Otomíes y Olmecas Xicalanga, que forman pequeños cacicazgos gobernados por jefes militares, quienes desplazan poco a poco a los sacerdotes, que acaban por ocupar un segundo plano. De ésta manera se pierde la homogeiedad existente en Tezoquipan y surgen los estados militaristas, que por la fuerza de las armas tratan de mantener su independencia ante los centros teocráticos como Teotihuacan y Cholula, generando en el Valle Poblano - Tlaxcalteca una atomización cultural. Con tantas acciones bélicas, los habitantes del valle se preocupan más por fortificar sus ciudades que por realizar obras hidraúlicas, lo cual trae como consecuencia un periodo de decadencia. Esta serie de hechos marcan la transición del clásico al postclásico en Tlaxcala (6), aunque para el resto de Mesoamérica éste paso se dá hasta el año 800 D.C., con el abandono de Teotihuacan. (7)
Las fases Texcalac (de 650 a 1100 D.C.) y Tlaxcala (de 1100 a 1519 D.C.) conforman el postclásico del área que nos ocupa y tal parece, que durante éste periodo la ocupación de San Dionisio y San José Tetel fué mínima pues casi no presentan materiales que correspondan a dicho momento. (8)
Al finalizar la conquista de Tenochtitlan, la población estaba bajo la jurisdicción del señorío de Tizatlán y debe haber sido una aldea muy pequeña. Su nombre es Nahuatl y está conformado por dos vocablos: Yahuitl, yerba semejante al anís y quemec, vestido; con la terminación locativa can, lugar. Por lo que significa Lugar donde se hacen vestidos de Yahuitl. (9)
La historia oral que se conserva atribuye al Padre Juan Díaz capellán de las huestes de Hernán Cortés, la fundación de la primera ermita que se consagró a Santa María Magdalena, por lo que en un principio el pueblo llevaba su nombre, pero posteriormente por razones milagrosas se construyó junto a la ermita la capilla de San Dionisio Argopagita.
Según cuenta la tradición San Dionisio pertenecia originalment a una hacienda cercana a Yauhquemecan y un día que lo llevaban a reparar a la ciudad de Puebla sucedió lo inesperado: las personas que lo transportaban hicieron un descanso en el pueblo ya mencionado, cuando prosiguie ron su camino, sintieron sus mulas muy aligeradas de peso y al revisar se dan cuenta que el santo habia desaparecido, por lo que deciden buscarlo, encontrándolo en la ermita de la Magdalena ocupando el lugar de la virgen y a ella depositada en el suelo; los arrieros toman la imagen y se retiran pero la misma historia se repite tres veces, por lo que el Sr. Alfonso de la Torre junto con su pueblo comprende que el santo desea quedarse en Yauhquemecan, convirtiendose a partir de entonces en el patrono del pueblo, que adopta su nombre.
Cuando en 1555 se finaliza la construcción del convento e iglesia de Santa María Atlihuetzia, ésta se convierte en una cabecera de doctrina que tenia a su cargo 12 pueblos, contándose entre ellos el de San Dionisio Yauhquemecan que par éstas fechas sólo tenía una capilla de visita, la cual era atendida (de manera espaciada) por los frailes franciscanos. (10)
En los padrones de Tlaxcala, Yauhquemecan aparece citado por primera vez en el año 1556 (11) y para ésta fecha de acuerdo con Trautmann, era un pueblo dividido en barrios que no pasaba de quinientos habitantes, siendo el 90% indígenas y el resto algunos caciques. (12)
Se sabe que en 1535 se inició la construcción del templo que hoy conocemos, el trabajo era de por si lento y con la secularización que llevó a cabo el Sr. Obispo de Puebla Don Juan de Palafox y Mendoza en 1640, se tornó aún más (13). Esta tardanza se debió al largo proceso de discusión que sostuvo el clero diocesano con el clero regular, acerca de a quien le correspondía la doctrina de los indígenas, pero finalmente 100 años después los hermanos de la Orden de Asís vieron coronados sus esfuerzos, al terminar el templo en 1735, tal como consta en el archivo de la parroquia. Sin embargo, el triunfo de los franciscanos fué efímero ya que en 1753 se ejecuta la segunda secularización, en la que los hermanos del pardo sayal pierden definitivamente la posesión de todos sus conventos y templos, que pasan a ser curatos, (14). A partir de entonces la iglesia de Sn. Dionisio Yauhquemecan se designa como parroquia y cabecera de doctrina.
Respecto a su archivo podemos decir que se encuentra en buen estado de conservación y es uno de los más completo, consta a la fecha de 150 volúmenes y el más antiguo corresponde a 1641, pero éstos libros del siglo XVII y principios del XVIII fueron elaborados todavía por los franciscanos, mientras que los sellados por la parroquia aparecen a partir de 1753.
Trautmann basandose en los padrones de Tlaxcala anota que para el año de 1779 el número de habitantes de Yauhquemecan, había aumentado a 1200, siendo el 75% indígenas y los demás algunos españoles y cacíques. (15)
Tomando en cuenta lo anteriormente escrito, nos damos cuenta que el auge y la importancia de que goza hoy en día el pueblo de San Dionisio, se lo debe principalmente a su parroquia, a la cual nunca han olvidado sus feligreses, que acuden regularmente a venerar la imagen que les ha dado su nombre.
2.-EMPLAZAMIENTO
El poblado de Yauhquemecan es cabecera del municipio del mismo nombre, está situado a 6 km. al occidente de Apizaco y a 17 kms. al noroeste de la ciudad de Tlaxcala y a 600 m. al sur del pueblo pasa la carretera de México - Veracruz, que contituye el acceso principal al poblado, desde donde se puede observar la esbeltes de la torre que tiene 5 mts. de altura. El angosto camino que entronca a la carretera, esta delimitado por grandes árboles recordandonos los viejos caminos reales y es a través de él, como llegamos al templo que está ubicado en la parte central del lugar, colindando con la plaza y al frente un espacio cívico.
La vegetación de la población está formada por árboles como pirules, sabinos y fresnos muy altos, que se encuentran casi exclusivamente en el centro, rodeando practicamente al templo, lo cual hace que se pierda la visibilidad del mismo, conforme nos acercamos al monumento religioso.
Obedeciendo a la costumbre de los franciscanos la iglesia se localiza al centro de la población y alrededor de ésta se asientan el mayor número de casas - habitación, las cuales fueron construidas en su mayoría con adobe y teja; actualmente se han edificado algunas con materiales modernos, pero con una medida de protección del entorno, el gobierno ha dispuesto que todas las casas del primer cuadro deben de conservar una misma altura para no afectar la volumetía de la parroquia.
La traza urbana de San Dionisio es geométrica sólo en su parte central, teniendo como eje a la calle principal que entronca con la carretera México - Veracruz, a partir de la cual desembocan las demás calles y algunos caminos antiguos. Conforme nos separamos de la plaza principal los caminos se tórnan en brechas que se van adaptando a la topografía del terreno y nos conducen a través de las áreas de cultivo, que se ven salpicadas por caserios dispersos.
Su topografía está formada por una pequeña explanada que se localiza al centro, ocupando la parte más alta y a partir de ahí circunscribiendola, se inicia un declive con poca pronunciación.
Al oriente nos encontramos con un camino vecinal que va a San Lorenzo Tlacoyola y más allá, nos conduce al Río Zahuapan que nace en Tlaxco y se une con el Río de Atoyac Zacatelco, éstos a la vez se juntan y van a dar a la presa de Valsequillo, que en alguna época se utilizaba para irrigar las zonas de cultivo. Siguiendo la misma orientación, el ábside del templo se encuentra mirando hacia la Malinche.
El camino que llega a Xaltocan está orientado al poniente y como remate visual da a la iglesia, en ésta zona se localiza una montaña de tezontle que es explotada por el pueblo, proporcionandoles buenos ingresos. La principal fuente económica sigue siendo la agricultura y el tipo de cultivo que mejor producen éstas tierras son el maíz, frijol, habas y maguey.
Hacia el norte hay un camino antiguo que se dirigia a Tlaxco, Chinahuapan y Zacatlán, Puebla. Al sur se localiza una cañada con una topografía muy accidentada, que se le da el nombre de la Barranca del Toro; desde éste lugar que es un mirador natural, se puede apreciar la gran belleza de los volcanes del Popocatépetl y el Iztacíhuatl.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
La barda atrial del templo está compuesta por coronamientos hechos a base de arcos invertidos y en la parte que corresponde a la fachada, presenta un doble muro a manera de banca, al centro de la misma se encuentra el acceso al atrio compuesto por un portón moderno, hecho a base de barras de hierro con ornamentos.
La portada de la iglesia es de tipo popular y fué hecho con piedra gris oscura que se emplea tanto en la arquitectura Poblana; está compuesta por tres cuerpos que son enmarcados por una moldura muy gruesa que termina en arco de medio punto. Al centro del cuerpo inferior está la puerta, que cuando se abre deja un vano rematado con un arco trilobulado, semejante al de la parroquia de San José Tepeyanco; éste arco es sostenido por dos pilastras, cuyos primeros tercios están ornamentados con follajes, entre los que destaca un angelillo y el resto de sus fustes son estriados con anillos en zig - zag. En el punto en que se unen las pilastras con el arco, (en su parte interna), se pueden observar las figuras del sol y la luna ocupando el lado izquierdo y derecho respectivamente, mientras que al centro aparece un pequeña imagen de piedra tallada. En el entablamento se destaca un friso con grandes flores y sobre él aparece la ventana del coro, flanqueada por columnas salomónicas y esculturas de arcángeles. En el tercer cuerpo, sobre la ventana del coro, hay un pequeño nicho delimitado por dos pilastrillas, que contienen la escultura de San Dionisio.
En el lado norte de la portada se yergue la torre del campanario, que consta de una base de forma cuadrangular y dos cuerpos sostenidos por pilares helicoidales o salomónicos, los cuales enmarcan varios vanos de medio punto donde se localizan las campanas, que por cierto tienen una excelente sonoridad; la separación de cada uno de éstos cuerpos está formada por varias molduras y la parte superior termina con un cupulín.
El otro cuerpo rectangular que se encuentra adosado a la portada en el lado izquierdo, es de menores proporciones que la torre y esta coronado por un cupulín. La función que desempaña éste elemento, es comunicar por medio de una escalera de caracol al sotocoro y al campanario.
Una vez que pasamos el acceso principal, nos enfrentamos ante un cancel que delimita de piso a techo el área del sotocoro, es de madera labrada con tres puertas, dos laterales y una al centro con mayor amplitud que dá al pasillo de la nave; la del lado derecho nos conduce hacia donde está una pila bautimal tallada en piedra, mientras que la de la izquierda nos permite el paso hacia la base de la torre, donde se ubica el bautisterio cubierto por una bóveda de arista, sus dimensiones son cuadradas y la puerta que lo sella es de madera formada por barrotes.
La nave esta cubierta por una bóveda de cañon corrido con lunetos a sus extremos y los arcos formeros de sus muros laterales, la dividen en tres tramos más el coro, cuyo contorno frontal es un arco de tres puntos y una balaustrada, en tanto que su espacio guarda un vistoso organo tubular de fuelle, todavia en función.
Los claros que se generaron en la sección derecha de la nave, fueron aprovechados para construir pequeños altares tal como podemos apreciar en el segundo y tercer tramo, son de estilo neoclásico con columnas salomónicas que enmarcan a las imágenes que la población venera cotidianamente. En la sección izquierda dichos claros fueron ocupados por pinturas, la del segundo tramo es un óleo sobre tela de 6 por 4 mts. y está estructurada e n tres niveles, el de la parte inferior representa al purgatorio con varios angeles salvando almas, enmedio aparece descrita la vida terrenal con una procesión de religiosos vestidos de blanco; y arriba la gloria, donde aparece un obispo que le muestra su cabeza entre las manos a un arcángel y sobre de ellos en actitud de observación, la Santísima Trinidad. El tercer tramo de ésta sección es menos vistoso y presenta varios cuadros ovoidales de diversas imágenes.
El crucero está formado por cuatro pilastras que constituyen los apoyos de los arcos torales, los cuales forman un espacio triangular en cada esquina que se llaman pechinas y en cada una de ellas fueron pintados unos arcángeles. Sobre los arcos descansa un tambor de forma octagonal que sostiene a la cúpula, misma que remata en su centro con una pequeña linternilla.
Los brazos laterales del crucero son de un espacio angosto y presentan pequeños altares de mampostería, pero sus retablos son de madera labrada estilo barróco, éstos se componen de dos cuerpos y entre la separación de las columnas estípites aparecen unas esculturas de madera tallada y estofada.
En el presbiterio, abajo de los oculos y a un lado de las columnas que soportan el arco toral, se pueden apreciar dos retablos de madera, divididos en dos cuerpos cada uno, que enmarcan a varias pinturas con temas que aluden diversos pasajes religiosos. El retablo mayor se encuentra en el ábside o cabecera de la nave, se desplanta de piso a techo y termina en la parte superior con una concha o tornavoz, que cubre prácticamente el espacio del presbiterio. Es de estilo barróco y está compuesto por tres cuerpos, en los dos primeros entre cada columna estípite, se ubican las imágenes talladas en madera estofada de los 12 apóstoles, que acompañan a San Dionisio quien ocupa el nicho central del retablo; en el último cuerpo se observan 7 medallones, estando en la parte media el que representa a Jesús.
El local que ahora se ocupa como sacristía, corresponde en realidad a la ermita que se construyó en el siglo XVI bajo la advocación de Santa María Magdalena. Está formado por dos espacios, el primero de ellos cubierto por una cúpula con linternilla y el segundo con una bóveda de lunetos, aquí se puede observar en uno de sus muros a un óleo sobre tela de autor anónimo, que tiene como tema a la Ultima Cena; como éste cuadro presentaba deterioros se reformó, cambiandole las tonalidades y anexándole unos adornos como candiles de estilo español, en la parte inferior del extremo derecho aparece un niño llevando una bandeja con copas. En la parte superior de dicho cuadro hay una ventana de tecali, (marmol translúcido), que enmarca un grabado de la Guadalupana; a los costados de éste muro y construidos con el mismo material hay dos vanos más en forma de medallones. En esté recinto se guarda un manifestador de plata repujada de 1.50 por 1 m., que es muy apreciado no tanto por su valor económico, como por su valor estético. Al igual que en el templo, su piso es de Onix sin pulir, los muros son de piedra estucados y las ventanas y puertas son de madera. El acceso que da al patio del curato, tiene dos pilastras de piedra que sostienen un dintel en el que aparecen gravadas algunas letras, que por su antigüedad resultan ilegibles.
La casa cural se construyo posteriormente al templo, su acceso está orientado al sur y tiene un arco trilobulado, en cuanto a sus muros éstos son de adobe con recubrimiento de cal, el piso de ladrillo, mientras que las puertas y ventanas son de madera y fierro. Junto a la casa hay algunos muros que en su momento se ocupaban como bodegas.
4.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
1. RODRIGUEZ BETANCOURT, Felipe: Tezoquipan: Apogeo Cultural del área Tlaxcala-Puebla. Tesis Arqueología, E.N.A.H., SEP. 1982.
2. GARCIA COOK, Angel: El desarrollo cultural prehispánico en el norte del Valle poblano - Tlaxcalteca Cuadernos de Trabajo No. 1 Departamento de Monumentos Prehispánicos, INAH. México, 1976.
3. GARCIA COOK Y MERINO CARRION: Los tipos de asentamientos prehispánicos en Tlaxcala. Ponencia presentada en el simposium: Arqueologia de superificie en el Centro de México, sus implicaciones teóricas y metodológicas. XLII Congreso Internacional de Americanistas. Paris, Francia.
4. GARCIA COOK, Angel: Obra Citada.
5. RODRIGUEZ BETANCOURT, Felipe. Obra Citada, Pág. 67.
6. GARCIA COOK, Angel: Transición del Clásico al Postclásico: Fase Tenanyecac. En revista: Cultura y Sociedad. Año 1. Tomo I. No. 2 (Oct. - Dic). Págs. 83-98. México.
7. NOGUERA, Eduardo: Arqueología de Mesoamérica. Editorial Porrua. México, 1975. Pág. 81 a la 98.
8. GARCIA COOK, Angel. Las Fases Texcalac y Tlaxcala o Postclásico de Tlaxcala. En XIII Mesa Redonda de la Sociedad Méxicana de Antropología. (Arqueología, Tomo I) Pág. 127-136. México 1975.
9. ANAYA MONROY, Fernando. La Toponimia Indígena en la Historia y la cultura de Tlaxcala. I.I.H. UNAM. Pág. 106, México 1965.
10. CHAUVET, Fray Fidel de Jesús. Los Franciscanos en México Provincia del Santo Evangelio de México. Edit. Tadición. Pág. 46. México, 1981.
11. Padrones de Tlaxcala: Folio 58 r.
12. TRAUTMANN, Wolfgang, Catalogo Histórico Crítico de los nombres de Wgar relativos a Tlaxcala. Suplemento de comunicaciones V. 8 Págs. 1 - 74 FAIC. México, 1980.
13. CHAUVET, Fray Fidel de Jesús. Obra Citada. Pág. 143.
14. CHAUVET, Fray Fidel de Jesús. Obra Citada. Pág. 144.
15. TRAUTMANN, Wolfgang. Obra Citada. Pág. 98 - 119.
ELABORO: ARQ. JAVIER VILLALOBOS
FECHA: 1985.
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San Dionisio