Nombre del Inmueble
San Esteban
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000586
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000586
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Si atendemos al significado etimológico del nombre de este poblado, tal vez podamos aclarar algunos datos de su historia prehispánica que no existen en forma documental.
Dos pequeñas variantes del vocablo Tepetlixpa indican situaciones diferentes. Tepetl-cerro e ixpan-cara ó superficie (aproximadamente) indicarían un asentamiento indígena, previo a la llegada de los españoles y situado en la ladera de la pequeña elevación que actualmente rodea el poblado. Por otro lado, en la obra del Padre Molina existe el topónimo Tepetliztintla con el significado de al pie de la sierra que, en este caso, definiria la situación del poblado regionalmente y no en forma puntual como la primera.
Para aclarar esta duda, podemos recurrir a los datos historicos que existen acerca de la aparición en el lugar de un templo dominico hacia la mitad del siglo XVI. En primer lugar de un templo dominico hacia la mitad del siglo XVI. En primer lugar, la posición del templo queda desvinculada en forma definitiva del contexto urbano que pudo tener un poblado preexistente y aún de la posibilidad de un futuro asentamiento en su entorno, como era el caso más común, casi universal, en las fundaciones misionales mesoamericanas de las órdenes mendicantes. Cada una de estas fundaciones de propósito evangelizador preveía el desarrollo de la comunidad a la que servía como un todo, incluyendo de manera principal a su trazo urbano, en el que el templo, como centro de la autoridad espiritual y posteriormente, según el desarrollo que tuviera el poblado en otros sentidos, las casas consistoriales o algún otro edificio que pudiera considerarse como centro de la autoridad civil que junto con la plaza o espacio común formaban el núcleo generador de la cuadricula que casi siempre configuraba el resto de la traza y determinaba la directrices de su crecimiento sin menoscabo de la jerarquización de valores representados en este esquema.
De ahi que no sea probable que existiera algún grupo indígena de relativa importancia en la cara del cerro a la llegada de los dominicos (más bien existian en la parte llana, a muy poca distancia, en condiciones mucho más favorables). Entonces resulta más viable que la designación náhuatl al pie de la sierra haya sido la originadora del toponimio Tepetlixpa, con su significado regional, para designar el sitio de edificación del pequeño convento dominico que, sin tener ese propósito en principio, congregó con el tiempo una comunidad indígena en torno suyo.
2.-HISTORIA
En los estudios que se han hecho de los anales de la Orden de Predicadores, los populares dominicos, se han encontrado menciones acerca del templo de San Esteban de Tepetlixpa como dependiente del que estos misioneros tenían en la vecina Chimalhuacán-Chalco (o simplemente Chimal como se le conoce en la región de Ozumba-Nepantla).
Esta dependencia era en más de un sentido. En realidad puede considerarse a Tepetlixpa como una extensión hacia el valle del convento de San Vicente.
Entre los años de 1540 y 1560, pueden considerarse ya como consolidadas las fundaciones misionales en la región alta de la zona de Chalco hasta el sureste de la sierra y aún mas allá hasta la tierra caliente. Para entonces los franciscanos habían establecido una amplia serie de conventos y templos de visita (Chalco, Tlamanalco, etc.) y otro tanto había realizado los dominicos (Chimalhuacán-Ch., Tenango) y algunos templos habían sido intercambiados por ambos (Amecameca, Coatepec), de modo que la muy poblada zona aledaña a Ozumba tenía a los franciscanos a cargo de ese importante centro, mientras a muy corta distancia los dominicos habían establecido su principal casa de recolección (regional) en Chimalhuacán-Chalco que funcionaba desde época tan temprana como 1528 y en el periodo de 1560-1580 albergaba un considerable número de frailes (tal vez 10 ó 12) que podían incorporar alguna labor de evangelización a sus tareas principales de formación y meditación.
Con este propósito fue fundado el templo de visita de San Esteban de Tepetlixpa con su pequeño anexo o visita que, como era acostumbrado, constaba del portal de peregrinos y algunas habitaciones, en este caso integradas a un pequeño claustro hoy casi desaparecido. La situación geográfica de Chimalhuacán-Chalco y Tepetlixpa explica claramente los motivos de la decisión de realizar ambas fundaciones, así como las características de su interrelación; mientras la primera se encuentra prácticamente aislada entre las primeras estribaciones de la sierra y un cerro aún hoy cubierto de bosques, en un ambiente de silencio y recogimiento, la de Tepetlixpa fue edificada en la cima de una colina, en un importante cruce de caminos y con amplias y magnificas perspectivas hacia los volcanes, Ozumba y el valle que se extiende hasta Juchitepec. Es por tanto evidente que la intención de los dominicos al fundar San Esteban, era la de proporcionar a sus frailes recogidos en San Vicente un cambio temporal de ambiente y actividad, a muy corta distancia (poco más de un kilómetro) y en donde fuera posible hacer alguna práctica pastoral. Era a la vez congruente con la idea general de los dominicos de continuar, como se ha dicho, la serie de fundaciones que terminaria en Oaxaca y Chiapas. Durante la época de auge de la orden de Santo Domingo en esta región, en la segunda mitad del siglo XVI, debió coincidir la construcción del templo y su funcionamiento con la formación del poblado en su entorno. Si consideramos que la casa de recolección de San Vicente tuvo su mayor ocupación entre 1550 y 1585, es probable que la construcción de San Esteban haya estado a cargo de Fray Domingo de la Anunciación, vicario de San Vicente en 1553 o de sus sucesores en la vicaría: Fray Juan López en 1556, Fray Antonio Martínez en 1558 y Fray Juan Martínez en 1561. Tal vez todos ellos, dada la magnitud de la obra. Lo que resulta indudable por las características del templo es que éste estaba terminado en los últimos años del siglo y por fortuna no fue mo dificado sustancialmente en los siglos siguientes, de modo que hoy puede ser considerado como un prototipo adecuado del tipo de arquitectura sabia y sobria de su época. No están bien establecidas la fecha y las condiciones de la secularización del templo, ya que en esta calidad permaneció dependiente de la parroquia de Chimalhuacan hasta 1894 en que fue erigido como templo parroquial.
3.-EMPLAZAMIENTO
Se ha indicado la importancia que tuvo el emplazamiento de templo de San Esteban de Tepetlixpa para decidir su fundación. En la actualidad sigue conservando esas características sin que le haya afectado el crecimiento del poblado.
Tepetlixpa ha tenido dos tendencias en su desarrollo urbano; la importante carretera México-Cuautla cruza por el terreno plano que se extiende desde la vecina Ozumba hasta las colinas en que se levanta el templo de San Esteban y a lo largo de esta carretera se han multiplicado las construcciones. Por otro lado, los edificios públicos, escuelas, etc. se ha situado más cerca del templo, a pesar de la difícil topografía. Lo que podríamos considerar como el centro del poblado, los comercios y las calles de mayor tránsito, se encuentran en una situación intermedia entre la carretera y el templo.
Geográficamente, el templo ocupa el lugar más prominente del conjunto, sobre la colina mayor del lado poniente, separado del palacio municipal y las calles principales únicamente por fuertes desniveles del terreno. El acceso al templo desde la parte plana se realiza por el antiguo camino, aún sin pavimentar debido a su relativa independencia de la vialidad general del pueblo, en una subida pronunciada casi recta.
Ya en la cumbre de esta colina, la más alta de una serie que corre de norte a sur, el conjunto religioso ocupa una pequeña explanada, tal vez artificial, en donde su composición depende principalmente de las perspectivas que domina. El atrio que rodea al templo con excepción de la esquina sureste en donde estuvo el antiguo claustro, está limitado por su antigua barda en la que se abren varias portadas de acceso en cuya ubicación se buscó, más que la funcionalidad de entrada, la integración del edificio y el paisaje en ambos sentidos.
Hacia el norte, a un nivel ligeramente inferior al del templo y calle de por medio está el cementerio y hacia el poniente la pendiente del terreno se hace más pronunciada, por lo que los barrios situados en esa dirección y los del suroeste quedan progresivamente más bajos que el atrio, a modo de no interferir con la magnifica perspectiva que se domina del valle que se extiende hasta Juchitepec. En la portada sur del atrio termina una calle que baja cruzando otras partes del pueblo y desde la que puede verse el templo llamado del Calvario, desplantado en una colina cercana de menor altitud.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto religioso de San Esteban de Tepetlixpa consta de un amplio atrio en cuyo extremo sureste se encuentran los edificios. En este atrio puede apreciarse no solamente la función tradicional de desahogo y presentación visual del templo, sino que además está proyectado como un elemento de integración entre el conjunto religioso y su entorno inmediato y lejano. La ubicación de los arcos de acceso y los niveles del suelo van más allá de la simple comunicación, a la que incluso matizan, jerarquizándola; hacia el poniente, la barda se interrumpe con un triple arco rematado con algunos elementos decorativos hoy muy deteriorados que permite, desde el atrio, un dominio completo de la vista de un valle, amplio y ondulado que se extiende hasta Juchitepec. Esta misma portada enmarca, en sentido opuesto, toda la fachada del templo conforme se accede mediante una escalera. La entrada noreste, compuesta por arco doble y por tanto más estrecha, se encuentra desplantada en un piso con pendiente más pronunciada y a un nivel más bajo. A través de ella se domina, en primer término, la empinada calle del acceso principal, se extiende después la vista hasta el angosto valle de Ozumba, ya en la sierra y remata con la imponente presencia de los volcanes. Características semejantes tienen las entradas norte y sur, abiertas a diferentes zonas del poblado y el campo que lo rodea.
El templo presenta una fachada de gran sobriedad que evidencia su origen situado en los primeros años de la colonia (no ha sido modificado sustancialmente desde entonces). Está formada por un gran paño liso interrumpido únicamente por la portada, pequeña y sencilla. De marcado carácter renacentista, consta esta portada de un arco de medio punto sobre impostas de dos juegos de molduras apoyadas en pilastras rectangulares en su sección y basa. Completa el primer cuerpo de la portada un alfiz formado por una moldura simple y pequeños detalles decorativos en cantera al centro, sobre el cual y apoyado en una moldura múltiple, se desplanta el segundo cuerpo, similar al primero en menores dimensiones que enmarca la ventana del coro y con la única diferencia formal de un remate en frontón con cruz.
El paño general de la fachada esta rematado en gablete central en forma de espadaña, con nicho central, dos arcos sin campana a ambos lados del nicho, remate en frontón muy extendido y laterales mixtilineos. En el lado norte, la torre única, esbelta, de diseño muy simplificado, tiene dos cuerpos similares entre si, con luces rematadas en medio punto y flanqueadas por pilastras de sección semicircular.
La nave única presenta una cubierta a base de bóveda completa de medio cañón que presumiblemente formó parte de la construcción original del siglo XVI y notable por existir pocos ejemplos de este tipo de bóvedas en la actualidad, ya que la mayor parte de ellas fueron sustituidas (lo mismo que las cubiertas con alfarjes o las de vigas simples) por las usuales bóvedas de arista con múltiples variantes, durante los siglos XVII y XVIII. La nave tiene crucero del que se desarrollan pechinas para recibir una cúpula modificada, sin tambor y con ventanas en los gallones.
El exterior del templo, dentro de su sobriedad, está terminado en las fachadas secundarias al norte y el este con gabletes mixtilineos de remate en los muros y pilones en las esquinas.
Hacia el lado sur, la sacristía forma parte de la estructura antigua del templo y se comunica con varios locales que son usados como oficinas y casa p arroquial en sus dos niveles que se extienden hacia lo que fue el antiguo claustro, utilizando indistintamente espacios de la estructura original y construcciones recientes efectuadas sin proyecto adecuado que los integre al conjunto.
5.-OBRAS DE ARTE
Si bien los elementos arquitectónicos del templo se han conservado hasta la fecha en sus características esenciales, no ha sucedido lo mismo con los accesorios e imaginería, seguramente importantes en calidad y cantidad en la época colonial.
Entre lo poco que conserva el templo pueden mencionarse a la primitiva pila bautismal, monolítica y labrada con motivos cristianos, pero en la que se aprecia el trabajo de la mano de obra indígena.
Existe también una urna sepulcral, procedente seguramente del siglo XVIII, de gran tamaño y en la que es notable el trabajo de talla en madera dorada al estilo de un barroco muy elaborado de buena calidad.
Como pieza principal en el acervo del templo está el retablo que ocupa totalmente el muro que cierra el presbiterio. La época de su construcción podría situarse hacia la mitad del siglo XVII, su estilo en las primeras manifestaciones del barroco mexicano y su elaboración en una conjunción de gran conocimiento de estilo, composición y simbología religiosa con un marcado acento local, casi autóctono. Esta realizado en el tríptico acostumbrado y tres cuerpos principales en sentido vertical. La madera de su fábrica está policromada en azul, blanco y dorado, principalmente, con un buen balance en el uso de cada color. Las tallas en madera muestran un gran vigor en el trazo, más que finura en el acabado y destacan en este sentido las notables esculturas de santos fundadores, doctores y el patrón de su advocación, sin desvincularse del trabajo de los elementos constructivos y decorativos. Tal vez esta unidad de concepto y elaboración en sus diferentes elementos sea el punto de distinción que hacen de este retablo una pieza relevante a nivel regional.
Existe también en el templo un óleo de gran tamaño que representa motivos dominicos. En su pintura no es notable la calidad, pero su antigüedad es indudable (posiblemente fines del siglo XVII). Su estado de conservación es deplorable, incluso en peligro de pérdida total, lo que constituiría un atentado más contra el ya escaso acervo artístico del templo.
ELABORO:
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