Nombre del Inmueble
San Francisco
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001478
Estado, Municipio, Localidad
Chiapas > Amatenango del Valle > Amatenango del Valle (070070001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001478
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Amatenango del Valle era un pueblo habitado por el grupo étnico queleme, de filiación linguística Tzeltal a la llegada al lugar de Alonso Ponce, un sábado seis de septiembre de 1586. Fray Alonso Ponce marchó de España a Nueva España para preparar un informe de la situación de la orden franciscana a la cual pertenecía. De su recorrido, de los sucesos que vivió y del estado de las poblaciones y de los edificios que recorrió, durante cinco años de trabajo contínuo, dejó un reporte escrito por su secretario, fray Antonio de Ciudad Real, que lleva el título de Tratado Curioso y Docto de las Grandezas de la Nueva España. Es un libro fundamental para quien quiera aproximarse al siglo XVI mexicano. Según la crónica de Ciudad Real, el grupo de franciscanos que pasó por Amatenango había salido de la ciudad de Guatemala de Los Caballeros el 27 de Agosto del mismo año, en su camino hacia Michoacán, donde llegarían en jueves, nueve de octubre de 1586. Pasaron la noche del 5 de septiembre en el convento dominico de Comitán y el día seis, muy de madrugada partieron hacia Ciudad Real de Chiapa, que es la actual San Cristóbal de Las Casas. Comieron a media jornada ... y pasados dos arroyos y andadas tres leguas largas, llegó -el padre Ponce- a un pueblo de los mesmos indios quelemes, y del mesmo obispado -de Chiapa- y visita de dominicos llamado San Francisco Amatenango, donde aunque estaban descuidados porque no sabían de su ida por allí, se le hizo mucha caridad ... Detúvose allí todo el día y avisó aquella tarde a Chiapa, que sería otro día por la mañana allá, y por pedirle los indios de Amatenango que les dijese misa, se quedó a decírsela fray Lorenzo de Cañizares, y con él el lego fray Cristóbal para ayudarle... (1).
Según vemos el pueblo de Amatenango existía ya a finales del siglo XVI, perfectamente asentado, y tendría, por lo menos una pequeña capilla, para decir misa, dado que era visita dominica de la ciudad de Chiapa, es decir, de San Cristóbal de Las Casas. No es, por tanto, un pueblo nuevo. Lo que no sabemos es si su ubicación era la misma que en la actualidad o era próxima a ella, ni sabemos tampoco su forma ni los materiales de construcción de sus edificios. Lo más probable es que las viviendas fuesen de madera y si había alguna construcción más importante podría ser de adobe con cubierta de teja siguiendo el modelo regional de San Cristóbal de Las Casas, ciudad de la cual dependía Amatenango en lo civil y en lo religioso.
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo de San Francisco ocupa el centro de la población de Amatenango del Valle, al oriente de la plaza cívica del lugar. Amatenango del Valle es un pueblo típico indígena de Chiapas, excepcional por la belleza de su emplazamiento, y por su forma, entre otras razones, por las cuales debe ser conservado. Se sitúa junto a la Carretera Panamericana, en el tramo que va desde San Cristóbal de Las Casas a Comitán. Saliendo de San Cristóbal de Las Casa se encuentra Teopisca a 36 kilómetros y siete más adelante se llega a Amatenango del Valle.
Ocupa un montículo del terreno que sobresale de la extensión del valle, en él domina la vegetación de los patios de las casas, compuesta de árboles frutales determinados que suelen repetirse en todas las viviendas. Se menciona el término patios porque son pequeños, no tienen magnitud para ser considerados como huertos. En Amatenango los terrenos de cultivo no se localizan en el mismo pueblo sinó lejos de él. El pueblo es para habitar, en él tiene cada familia su casa enmedio de un patio que la complementa y los hombres salen a trabajar al campo.
Como muchos de los edificios tradicionales chiapanecos, el templo de San Francisco a que nos estamos refiriendo, debe buena parte de su interés al emplazamiento que ocupa, y ya el conjunto, conforma un sitio arquitectónico de gran calidad que debe ser cuidado. Si el entorno es decir, lo que rodea al edificio se perdiera, el edificio en sí mismo perdería también mucha de su importancia. Existe en el lugar una adecuación entre la arquitectura de las viviendas, la del templo y la del poblado en general.
Los valores arquitectónicos de Amatenango no radican en poseer edificios excepcionales, aunque puedan ser muy interesantes, su particularidad reside en que es uno de los conjuntos de arquitectura popular más homogéneos y completos de toda la región (2) y, posiblemente, de todo el país.
Amatenango se distingue porque los hombres son agricultores mientras que las mujeres son alfareras. Durante el día se ve el trajinar de las mujeres y de las niñas con sus blusas bordadas en rojo y amarillo y se ven los cántaros secando al sol o cociéndose en los hornos. No puede uno visitar el lugar sin comprar alguna pieza de alfarería.
3.-HISTORIA
Se ha escrito muy poco sobre la historia del lugar y del edificio, se reducen al antecedente de Ciudad Real que mencionamos en páginas anteriores y a la inscripción de una viga del coro publicada en el libro intitulado San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, elaborado con la intervención del patronato Fray Bartolomé de Las Casas, dice así: Se estrenó esta iglesia dia 4 de Octubre el año de 1765 siendo cura el P.P. pr. fray fran ..., cuyas últimas palabras son casi ilegibles. Esta fecha es próxima a nosotros si consideramos la antiguedad del pueblo y la existencia de la capilla primitiva por la cual pasó fray Alonso Ponce (3).
Y es que la construcción de los templos chiapanecos tuvo pocas variantes a lo largo del tiempo, la arquitectura lugareña se debió más a las soluciones constructivas de la zona y a los requerimientos de la tierra, que a las modas formales que ocasionalmente penetraban desde el exterior.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El edificio religioso de San Francisco en Amatenango del Valle se encuentra a un costado de la plaza del pueblo. Está situado de oriente a poniente sobre un predio que hacia el norte tiene la casa cural; por el sur y por el oriente extiende su atrio y en la parte posterior, o sea la oriental, tiene la huerta, hoy invadida casi hasta los mismos muros del ábside, por diversos sitios.
Es un templo muy bello de plana fachada, impecablemente blanqueda, que contrasta de manera notable con lo oscuro de la arboleda, con las maderas y tejas de las viviendas, con el color de la tierra de las calles y con las fuertes notas de colorido del cielo y de las nubes. Enmedio de tanto color de la vegetación y del aire resulta notable el empleo del blanco. El blanco de la arquitectura religiosa de Chiapas es un recurso más de color y el que menos se presenta en la naturaleza, a no ser en las nubes cuando quedan expuestas a una gran iluminación. El blanco es aquí un recurso más de lo abigarrado, no es un descanso para la vista, es una estridencia más, y a la vez, un contraste perfecto con la exuberancia del paisaje.
El dibujo de la portada crea una retícula geométrica de tres divisiones en la base y otras tres en altura además de un remate superior. Son nueve rectángulos, cada uno de ellos rehundido en su centro por una ventana o por un nicho o por la puerta principal, y, en lo alto, el término de una espadaña central y de dos torreones, uno en cada esquina.
Se levanta la fachada con la perfecta verticalidad de sus paños y, desde ella, surge lanzada hacia atrás la horizontal rotuda de la cumbrera; una sola línea que cubre toda la longitud del templo y que se derrama hacia los lados en la doble vertiente del tejado. Los aleros sobresalen por los costados y por el ábside, encima de paredes de perfecta verticalidad y sobre las líneas ligeramente inclinadas de los contrafuertes.
Tiene el templo planta rectangular que abarca en un mismo ancho a la nave y al presbiterio; dos entradas, la principal al poniente y otra hacia el sur; cuenta con una capilla lateral hacia el norte, próxima a los pies de la iglesia y se comunica por pequeñas puertas con la sacristía y con la casa cural.
La cabecera del templo es ochavada en planta aunque desde el interior apenas se percibe porque el retablo principal ocupa todo el fondo del edificio. El presbiterio se separa de la nave por medio de un arco triunfal semicircular que compartimenta el gran espacio interior. Es notable el contraste de luminosidad entre el exterior y el interior del inmueble; dentro ha cambiado la intensidad de la luz por penumbras a las que hay que acostumbrar la vista, asi mismo, predominan tonos ocres y el retablo de la capilla mayor al fondo, ya no dorado como es lo acostumbrado sinó color chocolate con brillos dorados y plateados.
La casa cural surge del presbiterio haciendo escuadra con él y vuelve a quebrarse a noventa grados al llegar a la calle: forma una L. El tramo inmediato al templo tiene doble pórtico, hacia el oriente y el poniente con las habitaciones enmedio. El tramo que da hacia la calle solo tiene pórtico interior para conformar un patio hacia el poniente. Como la construcción es de bajareque, es decir, de entramado de ramas cubiertas de lodo y encaladas, y como la fachada norte está expuesta a los vientos y a la lluvia, el repellado y al pintura se han caido por la parte exterior y dejan a la vista toda la trama del sistema constructivo. Esto es bello e interesante, p ero conviene repellar y pintar de nuevo para que el edificio no se venga abajo. Las cubiertas de todo el inmueble son de armaduras de madera cerradas con tejado.
5.-DESCRIPCION DE LAS OBRAS DE ARTE
Dos son las piezas sobresalientes entre los retablos y esculturas del templo de San Francisco de Amatenango. En primer lugar el retablo del muro testero, y, enseguida, la imagen de Santa Lucía.
El retablo no es de grandes dimensiones, y juega su forma, terminada en media circunferencia, con el arco de la misma generación que da acceso al presbiterio. El retablo es notable porque no son frecuentes las obras de esta calidad en los pequeños pueblos de Chiapas; su forma no sale mucho de las normas generalizadas; es barroco, de columnas retorcidas, dividido en tres cuerpos y en tres calles verticales. Consta de seis lienzos de pintura y una escultura central, en el cuerpo inferior. Destaca, sin embargo, por su colorido, ya que no es dorado según la técnica común del estofado, sino que está pintado de colores chocolate y verde, y tiene reflejos plateados. La impresión que este colorido ofrece, sorprende al visitante, sobre todo porque la talla de la pieza ornamental es de buena calidad.
La imágen de Santa Lucía no carece de belleza, es una escultura delicada, aunque ha sido transformada porque se ha repintado su superficie, incluyendo el encarnado del rostro y de las manos. A pesar de ello, la escultura es notable.
Hay en el templo un retablo muy plano de intención neogótica y varias vitrinas que contienen diferentes imágenes.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1 Ciudad Real, Antonio de Tratado Curioso y Docto de las Grandezas de la Nueva España pág. 36
2 Artigas Hernández, Juan Benito San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, esbozo de su arquitectura en San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores pág. 101
3 Artigas Hernández, Juan Benito opus cit. pág. 105
7.-BIBLIOGRAFIA
Artigas Hernández, Juan Benito San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, esbozo de su arquitectura en San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores Patronato Fray Bartolomé de Las Casas. Secretaría de Educación y Cultura. Tuxtla Gutierrez, Chiapas, 1984
Ciudad Real, Antonio de Tratado Curioso y Docto de las Grandezas de la Nueva España Instituto de Investigaciones Históricas. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 1976
Urbina Corzo, Aminta San Cristóbal de Las Casas, Guía turística San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978.
Elaboró: Arq. José Benito Artigas
1984
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Francisco